Se podría decir que el lechón al horno es el plato fuerte de la casa, aunque también lo es su propietario, el pintor Luis Alférez, quien con su arte, decora de manera muy elegante su restaurante Plaza Icamole.
Al filo del mediodía, el lugar situado en el centro de García se inunda con olores. Es una mezcla de aromas… ajo, cebolla, carne, aceite caliente, especias. De la puerta que conduce del salón principal a la cocina entra y sale una persona de mediana estatura. Da órdenes, mueve platos, cacerolas, va de un lado a otro. Es Luis Alférez.
Saluda apresuradamente, ya hay varias mesas que requieren de su atención, se acerca a los comensales, les habla con familiaridad, les toma la orden y se da un pequeño “break”, de unos cuantos minutos.
Desde hace 24 años
Alférez se lleva las manos a la cabeza, no deja de mirar a sus clientes, pero atiende la entrevista. De manera atractiva narra cómo nació ese pequeño restaurant del cual todo mundo habla.
Alférez relata que la necesidad de complacer el paladar de sus amigos, hace ya 24 años, fue el motivo por el cual combinó la pintura con la cocina.
Cabe aclarar que llegar hasta él es fácil, porque es una persona afable, atenta y muy amistosa. Pero sentarse a charlar con él, definitivamente, no es nada sencillo, ya que sus múltiples ocupaciones en el negocio demandan su atención.
Tiene más de dos décadas de estar al frente de Plaza Icamole. En ese lugar, Alférez meserea, cocina, decora, barre, sacude, charla con sus clientes, que muchas veces son viejos amigos, y por si fuera poco, atiende llamadas personales, como la de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, “El Bronco”, gobernador electo, con quien suele platicar de cosas cotidianas.
“¿Sabes?, hace rato por error le marqué a ‘El Bronco’ y pues le dije: ‘Perdona, me equivoqué de número’. Y me contesta: ‘Equivócate cuantas veces quieras, yo siempre estaré aquí para ti, para los amigos’, y eso es lo que lo hace un gran hombre, que no se olvida de los amigos”.
Confesó que a “El Bronco” lo conoce de años.
“Antes y después de haber sido electo como gobernador es la misma persona. No cambia”, reveló. “Cuando sus actividades se lo permiten viene a comer aquí”.
Y así como él, muchas personalidades de la política y del espectáculo se dan cita en su restaurante.
Los ojos de Alférez cobran un brillo especial cuando en medio de la charla llegan grupos de familias a comer, a saborear de sus platillos que hacen del restaurante Plaza Icamole un lugar especial.
“Hace poco llegó un grupo de familias que venían desde México a turistear por estos lugares y sobre todo, a probar la comida de aquí, todos tenían antecedentes de lo que preparamos, desde un machacado hasta un lechón, que es especialidad de la casa”.
> ¿Cómo surge el restaurante Plaza Icamole?
“A raíz de que cuando yo llego a García, varios amigos, entre ellos, gente de Mauricio Fernández, y unos artistas que estaban aquí trabajando sobre el paisaje andaban buscando un restaurante y me dicen. ‘Oye, tenemos que llegar a tu casa porque no hay otra parte’”.
Luego recordó que le sugirieron: “¿Por qué no pones un restaurante?”.
“Ellos me animaron y lo puse”.
> ¿Y con qué platillo comenzó?
“¡Ah!, en aquel entonces yo me acababa de enseñar, doña Tora Arámbula, una anciana de 90 años, me enseñó a hacer el asado de puerco, me dio la receta, yo le puse algunos agregados y es un producto que vendemos todos los días y mucho.
“Además, tenemos la gran satisfacción de haber ganado un premio por este producto y el éxito es seguirle con la constancia del trabajo y de la calidad y funciona. Tú puedes ver, desde la mañana estamos siempre llenos”.
> Además, en el restaurante hay obras suyas en exposición.
“¡Claro!, aquí yo he expuesto mi obra, todas estas cosas yo las hago, todas estas composiciones de fósiles yo las vendo, y si no, forman parte de la decoración, pero el chiste es estar aquí y que la gente sepa que hay un lugar que permanentemente está al servicio de los turistas”.
> ¿Cuántas exposiciones tiene en su haber?
“Más de 30 veces en toda mi existencia. Acabo de terminar mi exposición en Museo de Artes Populares, Milagrería y obra religiosa.
“Estuvo tres meses con 6 mil 700 visitantes. Yo me dedico al paisaje, dedico mi tiempo todos los días al paisaje de Nuevo León, pero ahora estoy trabajando en la cuestión de las milagrerías y retablos de lámina”.
Compartió que preparó la lámina desde el óxido hasta que se le pone vinílica blanca y luego ya se hace la obra.
> En estos 24 años al frente de su restaurante, ¿qué personalidades han llegado a saborear de sus guisos?
“Gobernadores… Sócrates (Rizo), Ildefonso Guajardo, secretarios de Estado, una Miss Universo que estuvo aquí (Zuleyka Rivera).
“Y tenemos la satisfacción de que nunca hemos cerrado los 365 días del año, ¡nunca cerramos!”.
> ¿De todos ellos, quién era más especial a la hora de comer?
“Zuleyka Rivera, Miss Universo. Le mandaba su comida hasta el hotel, a ella le gustaba mucho comer de aquí y jamás fue especial. Más bien, disfrutamos atenderla.
“Aquí lo interesante es que viene mucho turista que a través de las redes sociales conoce de nuestra comida y antes de llegar a las Grutas de García, hacen una parada especial para almorzar, comer o cenar con nosotros”.
Por la mañana del día de la entrevista, dijo Alférez, tuvieron a un grupo de mexiquenses.
“Y lo que nos dijeron es que desde México les habían recomendado nuestro machacado y llegaron sobre ese platillo”, dijo Alférez.
> ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción en estos 24 años de estar cocinando para propios y extraños?
“Nuestra mayor satisfacción es la de tener grandes visitas y muchos agradecimientos de la gente por la amistad, la atención que se les da, y bueno, porque así nací, hiperactivo, con la necesidad de hacer algo.
“Si no estoy pintando, estoy cocinando y si no estoy en las mesas”.
> ¿Qué le falta por hacer?
“Mi libro, hacer mi libro, que ya lo estoy empezando. Trata sobre todo una serie de acontecimientos de mi vida, uno de ellos representa la necesidad que tengo de cuidar a los perritos que están enfermos, crearles un refugio.
“Tengo 17 perritos y estoy haciendo un libro, un anecdotario del Canelo, de la Pelusa, donde ellos hablan de cómo los ha tratado la vida”.
Por ejemplo, explica Alférez, el Canelo “habla” sobre cómo fue a dar a la calle porque le quitó el pedazo de tortilla dura a su dueño.
“Y Pelusa le cuenta al Canelo que a ella la sacaron por acostarse con mi dueño; él se molestó y la echó a la calle”.
> ¿Cómo se llamaría este libro?
“Los perros de Luis Alférez”.