Aunque el cáncer de mama afecta en mayor cantidad a mujeres, este padecimiento no es exclusivo del sexo femenino, prueba de ello es la historia de Ángel Mendoza, quien a sus 57 años de edad se detectó “una bolita”.
En un día ordinario, el padre de familia se preparaba para ir a su trabajo en bienes raíces, pero sintió una ligera molestia a lado de su pezón derecho.
“Me toqué, sentí una bolita y fui a revisarme, de paso en el hospital me realicé una mamografía y un chequeo completo”.
Recordó que fue un martes cuando acudió al médico y siempre tuvo en la mente que podría ser algo malo, por lo que estaba preparado para cualquier tipo de noticia.
El jueves regresó con el doctor y se hizo una biopsia (3 de marzo 2014), pero el resultado se lo entregaron el lunes siguiente. Aunque él anhelaba que el resultado fuera negativo, esto no fue así.
“Ves la cara de los doctores y cuando me notificaron que se trataba de cáncer de mama, reaccioné normal, tranquilo, sólo pensé que había que arreglarlo pues nadie se muere de cáncer si es detectado a tiempo”, aseguró.
De acuerdo al especialista en oncología, Servando Cardona, por cada 100 mil mujeres con cáncer de mama se presenta el caso de un hombre.
Y aunque parece una cifra menor, el médico ha atendido a tres hombres de Nuevo León por dicha enfermedad en los últimos cuatro años, entre ellos, Ángel Mendoza.
“La detección y tratamiento de un cáncer de mama en varones es igual al de la mujer, lo único que cambia es al momento de realizar la cirugía.
“Por lo general, una mujer solicita cirugía conservadora, para no perder gran parte de sus seno y pezón, mientras que en los hombres es más común la radical”, explicó.
Procedimiento después de la detección
Después del diagnóstico, los especialistas comentaron a Mendoza que debía ser extirpado y una vez que le fue retirado, se realizó un estudio completo.
“Me hicieron un estudio para ver de qué tipo de cáncer es, de qué se alimenta, con qué velocidad, de todo y ya con eso me darían la quimioterapia adecuada”.
Después de poco más de un mes, se obtuvieron los resultados del cáncer, posteriormente pasaron dos semanas y le colocaron un catéter.
“Fueron alrededor de 40 semanas de tratamiento, una (quimioterapia) cada semana por 12 semanas y luego cuatro cada tres semanas.
“Cuando terminas el tratamiento de tu última quimio, siguen otras tres o cuatro semanas para ver si te van a dar radio o no, apenas me van a consultar para saber si continúo en tratamiento. Fui a checarme a Houston, ya sólo espero los resultados”, dijo.
Aunque fue una noticia difícil de asimilar, nunca se dejó caer ya que su familia lo apoyó en todo momento y le hicieron saber que era algo por lo que no pasaría solo.
Tener cáncer de mama, reconoce que le abrió los ojos y lo hizo darse cuenta de que en realidad había gente que lo quería. Vio su padecimiento como un redescubrimiento de cosas muy sencillas que tuvo frente a su nariz todo el tiempo y a las que no se les da el valor por estar tan cerca.
En cuanto a la compañía durante el tratamiento mencionó: “Mi esposa, mis hijos, mis padres, hermanos y mis cuñados, mis amigos no se diga, todos al pendiente siempre, a mi lado”.
Gracias a que su familia y seres queridos se mantuvieron “al pie del cañón”, Mendoza no sufrió cambios de ánimo drásticos, como los que se esperaría, pues asegura que la vida ha sido muy amable y bondadosa con él.
“Tratamos de vivir día a día. Dios y los ángeles están contigo, tienes dos opciones, encerrarte en ti y perder o aceptar las cosas como son y luchar con lo mejor que tienes y salir adelante”, enfatizó.
Para lograr la armonía y estabilidad emocional, el primer paso que dio fue el de asimilar el problema y platicarlo con sus allegados.
Lo más importante es aceptar lo que viene y prepararse, pero aseguró que una vez aceptando el hecho todo se convierte en calma, agradecimiento y cosas buenas.
Cáncer poco común
Ya sea por ignorancia, o porque los casos de cáncer de mama no son muy conocidos en Nuevo León, es que Mendoza no estaba familiarizado con el padecimiento, hasta que fue víctima del mismo.
Pero aunque desconocía todo acerca de la enfermedad y se sintió molesto al principio, el tumor maligno ya estaba en su cuerpo y no quedaba más que buscar la solución.
Su reacción no fue preguntarse por qué del uno por ciento de los hombres que sufren de cáncer de mama tenía que ser él, más bien pensó que ya no se trataba del “uno por ciento del 100, sino del 100 por ciento de uno”.
La salida que encontró fue la de encomendarse a los especialistas y confiar en que le harían el mejor trabajo posible, ya que ese es su trabajo y él como paciente supo que debía mantenerse en calma.
“No hay manera de que te estés peleando con la vida, no te da tiempo la vida de pelearte con ella, si te estás peleando con la vida ¿a dónde vas?”, cuestionó.
El cáncer no era una novedad en su familia, pues su madre lo padeció, en la familia por parte de su padre también había antecedentes, por lo que no la considera una enfermedad que lo tomara por sorpresa, solamente al tratarse del tipo de cáncer que a él lo atacó.
Y aunque para la mayoría de las personas el cáncer causa temor, para quien acaba de vencerlo es una lección de vida que describe como un premio.
“Esto que me pasó, es un premio, un regalo que me dieron, la envoltura no me gustó, pero es un regalo muy bonito… el regalo que Dios me dio en este tema de cáncer, es una oportunidad muy padre”, compartió.
Actualmente, debe continuar con pastillas, las cuales le fueron prescritas de cinco a 10 años, además de revisiones de manera periódica en tres meses, luego seis y posteriormente un año.
Cuando él se encontró “la bolita” medía de 1.2 a 1.5 centímetros, por lo que la detección fue temprana y oportuna; ante esta situación recomienda: “si te encuentras una bolita pues ve a checártela, no pasa nada. Es mejor checártela pronto que tarde y si encuentras que es positiva pues hay que arreglarlo”.
El estilo de vida para Mendoza cambió repentinamente, pero aunque regresó a su empleo intentará trabajar menos, pues su perspectiva cambió después de la enfermedad así.
“Tenemos súper médicos en Monterrey, y con la calidad y atención que nos dan con la medicina nueva, pues no hay nada a qué tenerle miedo, miedo es no hacer nada”, reiteró.
Datos
- En los últimos cuatro años se han atendido a tres hombres neoloneses con cáncer de mama.
- De acuerdo al INEGI 2012, en México por cada 26 casos nuevos de cáncer de mama detectado en mujeres, figura uno de hombre.
- En los últimos 7 años, la incidencia de cáncer de mama en la población masculina de 20 años y más se ha mantenido estable y a la baja desde hace tres años pasando del .70 en 2011 al .37 casos en 2013 por cada 100 mil habitantes.
- Para la población de 20 años y más en México, el cáncer de mama es la cuarta causa de mortalidad por tumores malignos con el 7.9 por ciento, es la segunda entre mujeres de ese grupo de edad con el 15.4 por ciento, mientras que en hombres representa el .1 por ciento de las defunciones.
- En los últimos seis años, la tasa de mortalidad más alta en varones por cáncer de mama fue en el 2012, con 0.14 por cada 100 mil.