
Desde hace un par de años, la familia Galarza Martínez ha atravesado por momentos difíciles a consecuencia del cáncer que padecen dos de sus integrantes.
Gerardo Galarza, de 15 años y el más pequeño de los tres hijos que conforma esta familia, padece cáncer de colon desde que tenía 8 años. En 2013 su madre, María Cristina Martínez, fue diagnosticada con cáncer de mama, lo que le impidió continuar con su trabajo en una empresa de plásticos y fue pensionada por el Seguro Social.
Pese a los tiempos adversos, los Galarza Martínez han luchado por salir adelante y continuar con sus vidas lo más normal que les sea posible.
Pero una nueva situación los aqueja desde hace dos meses, pues el Instituto Mexicano del Seguro Social retiró la pensión a la mujer, y con ello, los servicios médicos.
Este problema tiene desesperada a Martínez, pues el control de sus tratamientos está detenido: a ella le faltan dos años de revisión, mientras que su hijo tiene que llevarlo de por vida.
La noticia por parte del IMSS le llegó justo cuando le detectaron otra bolita en su seno, la cual desconoce si es benigna o maligna.
Y aunque su pensión sólo le otorgaba 2 mil 300 pesos al mes, es dinero que les hace falta para solventar sus gastos.
¿LA RECOMENDACIÓN DEL IMSS? “QUE ME PONGA A TRABAJAR”
Fue en el año 2013 cuando a María Cristina Martínez le detectaron cáncer de mama. Debido a que la enfermedad avanzaba rápidamente, tuvo que ser sometida a cirugía.
Por recomendación de los médicos, la mujer dejó su trabajo en una empresa donde se fabrican piezas para electrodomésticos, pues la exposición al vapor era dañina para su salud. Fue incapacitada y posteriormente le dieron la pensión temporal por dos años, la cual sería renovada en caso de que necesitara más tratamiento.
“Yo estaba yendo a firmar supervivencia cada tres meses, mientras seguía con el tratamiento y me atendía cada vez que lo necesitaba”, comentó Martínez.
Su pensión vencía el 25 de octubre del año en curso, pero cuando fue a firmar su supervivencia y a revisión en septiembre, fue cuando le dieron la mala noticia.
“Me dijeron que ya no aparecía en el sistema, que ya me habían quitado la pensión y me habían quitado el servicio médico, y de ahí para acá he andado batallando”, mencionó.
En la Subdelegación 4 le informaron que esto era parte del trámite de renovación de la pensión y que posteriormente se le realizaría una evaluación: si salía bien, ya no se la otorgarían, pero si su problema de salud continuaba, sería definitiva.
Le dijeron que esperara un mes para que el aviso llegara de México. Han pasado dos meses y las negativas continúan.
De acuerdo a Martínez, el doctor que la mandó a hacer una valoración le comentó que probblemente no le han querido dar la pensión porque “ya no tengo el 100 por ciento de cáncer, tengo un 39 por ciento”.
El ajetreo de los trámites y el cáncer han hecho que su salud se debilite cada vez más, y para su infortunio, no tiene un servicio médico para atenderse ni dinero para asistir con un particular.
Y como su situación parece no tener una fecha para resolverse, el personal del Seguro Social le recomendó a la mujer “me ponga a trabajar para que pueda tener el IMSS otra vez; ya la pensión no, pero voy a tener servicio médico”.
Martínez señaló que a su edad siente que ya no puede regresar a laborar porque tiene problemas con su vista, su agilidad no es la misma y además por el límite de edad que piden las empresas para contratar.
“Ya no les voy a ser muy útil en una empresa, menos en la fábrica donde trabajaba porque las piezas que manejaba eran unas piezas pequeñas y era estar ensamblando y pienso yo que no la hago así”, señaló.
TRATAMIENTO DE MADRE E HIJO
A Gerardo le detectaron cáncer de colon cuando tenía solo 8 años. A los 13 le realizaron una colostomía y desde ese día tiene que utilizar una bolsa para evacuar, además de llevar tratamiento de por vida.
La fundación Christus Muguerza los ha estado apoyando, sobre todo con la nutrición del joven, quien también padece anemia y síndrome de Seckel.
El joven tiene que acudir gradualmente a recibir atención médica, sobre todo cuando su colostomía se tapa, para evitar que se asfixie.
En 2013, Martínez fue diagnosticada con cáncer de mama; fue operada de inmediato porque el cáncer avanzaba con rapidez. Le dieron tratamiento por cinco años con Tamoxifen.
“Es como quimio, pero tomada; me faltan dos años para terminar el tratamiento”, comentó Martínez.
Hace dos meses le fue detectada otra “bolita” en su pecho. El día que le informaron que ya no pertenecía al Seguro Social tenía cita para conocer su estado de salud.
Todo el medicamento utilizado por ambos era implementado por el Seguro Social.
“ME HACE FALTA EL DINERO”
Fue en agosto cuando la mujer recibió los últimos 2 mil 300 pesos de su pensión, los cuales destinaba en gran parte a las necesidades de su hijo menor, como medicamentos, suplementos y las bolsas para su colostomía.
“Yo sé que no completo, pero me hace falta el dinero. Mi hijo necesita su Ensure, comida especial para poder mantenerse bien, suero, electrolitos…”, reconoció.
Indicó que semanalmente necesita entre mil 500 a dos mil pesos para solventar las necesidades de Gerardo.
Para tener otro ingreso, la mujer también cuenta con un pequeño estanquillo en su casa, el cual le fue donado por una asociación de jeeperos, pero desde que no tiene su pensión no ha podido surtir abarrotes, lo que ha provocado gran baja en sus ventas.
Su pequeño local abre desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche. A veces las ventas llegan hasta 200 pesos, algunas otras no logra recolectar nada.
“He estado batallando mucho, mis dos hijos trabajan pero no me dan lo suficiente para completar todo. Yo me organizaba con mi pensión, yo lo hacía estirar para completar”, agregó.
Como las ventas son inciertas, Martínez también vende tortillas de harina, licuados todos los días y menudo los domingos para sacar dinero extra.
Y aunque los últimos meses no han sido fáciles, amigos de la familia les han extendido su apoyo “boteando” en escuelas e iglesias para ayudarlos económicamente. Esta actividad fue organizada por una de las ex compañeras de escuela de Gerardo.
Quienes deseen ayudar a la familia de María Cristina y Gerardo, pueden comunicarse a los teléfonos 89-00-00-12 y al celular 044811-484-1908 para más información.
Cómo ayudar?
Para ayudar a María Cristina y Gerardo
:: Teléfonos: 89-00-00-12 y 044811-484-1908
:: Cuenta: Banorte 491-566-639-337-9122, a nombre de María Cristina Martínez Rodríguez.
¿Qué necesitan?
:: Glutapak (suplemento)
:: Ensure (suplemento alimenticio)
:: Capsulas de ajo concentrado y Omega 3
Material de curaciones:
:: Bolsas para colostomía, Microdacyn, gasas.