Para la activista Ximena Peredo sí hay motivo para celebrar este bicentenario; sin embargo, estos quedan al margen de los eventos que desde hace algunos meses se encuentran promoviendo los diferentes niveles de gobierno.
“Por supuesto que hay mucho que celebrar pero las verdaderas razones escapan al discurso oficial que raya en la esquizofrenia.
“Este año del bicentenario de nuestra Independencia y del centenario de la Revolución es un buen momento para reflexionar sobre la insurgencia en nuestro país como un elemento identitario clave, que ha renovado cada 100 años el significado de la mexicanidad”, dijo la también columnista del periódico El Norte.
Las luchas por la libertad y los derechos humanos, que salieron a flote desde la resistencia vivida en aquella época, son algunas de las circunstancias que hoy se pueden celebrar.
De la actualidad, destaca la historia de la ciudadanía, que con el paso de los años lucha por la construcción de un país más equitativo y justo; aunque reconoce que la mayor parte de estas historias no se podrán encontrar en los futuros libros de texto.
Respecto al sentido que el gobierno le ha dado a la celebración del bicentenario, Peredo destaca que han incluido publicaciones, debates y la recuperación de algunos pasajes de la historia. Desafortunadamente los festejos de verbena y algarabía contrastan con el luto que hay en las familias a quienes la inseguridad les ha cobrado factura con la muerte de un ser querido.
“Molesta la actitud de obligada fiesta cuando traemos a cuestas el dolor de 28 mil mexicanos asesinados, cuando vemos la mano de la justicia ahogarse en el caldo de impunidad. Como la feria del Guazón, desangelada y fría. Calderón nos quiere hacer cantar Cielito Lindo.
“Honremos a las luchas por la dignidad y la libertad gritando ¡Viva la Independencia! ¡Muera el mal gobierno! Que nadie se escandalice, estos gritos son los padres de nuestro país”, señaló la activista.