
El 23 de abril del presente año, el nombre de José de Jesús Espinoza de León saltó a las páginas y espacios de los principales medios de comunicación de Monterrey. Lamentablemente, el hecho por el cual lo hizo no fue para nada alentador: el joven de 29 años fue una de las víctimas que resultaron gravemente heridas cuando desconocidos armados abrieron fuego en contra de autobuses de pasajeros en el municipio tamaulipeco de Hidalgo, en los límites con Linares, Nuevo León.
El joven, padre de un pequeño de tan sólo dos años, se debatió por más de una semana entre la vida y la muerte, pelea que desafortunadamente perdió el primer día de mayo, fecha en la que los médicos le diagnosticaron muerte cerebral y sus signos vitales poco a poco dejaron de responder.
José regresaba tranquilamente de visitar a su familia política en Veracruz, acompañado de su pareja e hijo. No era de las personas que acostumbraba a viajar, de hecho era raro que lo hiciera, pero este año no quiso desaprovechar la oportunidad de viajar en Semana Santa. Nadie imaginó que en su regreso a casa, Espinoza de León, junto al resto de los pasajeros sería el último que realizaría.
Ese 1 de mayo, el hijo, el padre, el hermano, el amigo dijo adiós por última vez, embargando de llanto a sus más allegados. Sin embargo, para la familia Espinoza de León la tragedia apenas estaba apunto de comenzar, ya que además de padecer el dolor emocional, tenían que enfrentarse a un nuevo golpe: el económico.
En primera instancia y desde el momento del incidente, la familia de José Espinoza intentó hacer valer su seguro de viajero para poder cubrir los gastos clínicos de Tamaulipas y Nuevo León en donde fue atendido, pero se toparon con la noticia de que este tipo de percances no están dentro de la pólizas de seguro, por lo que la empresa no tiene obligación legal de cubrir mencionados gastos.
“Buscamos a la línea de autobús porque estaba asegurado supuestamente, pero cuando mi hermano fue le dijeron que nada más le iban a regresar el dinero de los boletos, o sea mil pesos, pero mi hermano les dijo que no”, mencionó Mayra Espinoza, hermana del difunto José de Jesús.
Eso significaba que a pesar de que las heridas del joven fueron causados dentro de la unidad de transporte, el monto de la hospitalización y el funerario deberían de ser abarcados por su familia, lo cual representaba un duro golpe para la ya raquítica economía de los Espinoza de León, quienes aún ni siquiera se habían recuperado de los recientes gastos fúnebres que tuvieron que hacer tras la muerte del padre de José, tres meses atrás.
“Más que nada yo pido que apoyen a mi tía tanto como a su esposa (de José) porque deja un niño de dos años y yo digo que desde el momento en el que subes al autobús vas asegurado porque vas comprando un boleto y va tu riesgo ahí. Yo por eso pido más que nada apoyo”, comentó silvia Cura Espinoza, prima de José.
El sentir de la familia fue en un inicio de abandono, sus miembros se sentían desprotegidos y sin alguien que pudiera auxiliarlos, pero para su fortuna las cosas cambiaron hace algunos días y pudieron tener un respiro, ya que la empresa para la que en vida José trabajaba como soldador, se comprometió a apoyarlos económicamente.
De igual manera, por obligación moral más que legal, la compañía de transporte Estrella Blanca, línea en la que viajaba cuando se suscitó el ataque, decidió apoyarlo con los gastos funerarios, a pesar de que las aseguradoras no se responsabilizan por dichos casos.
“Tuvimos un acercamiento con la familia, más que nada por el lado humano, para comentarles el apoyo que les podíamos otorgar en este asunto que lamentablemente sucedió. Me habló un hermano del joven que falleció y me comentó que ya les habían dado la noticia que no iba a poder sobrevivir, yo les ofrecí apoyarlos con la cuestión de los gastos funerarios, más que nada porque es gente humilde y las aseguradores no se hacen cargo de este tipo de eventos”, indicó Carlos Loredo, gestor de seguridad de siniestros en la zona noreste del grupo Estrella Blanca.
“Mi hermano dijo que habló con los de la línea de autobús y le dijeron que nos van a apoyar con los gastos de la funeraria y algo más”, indicó Mayra Espinoza.
El caso de José de Jesús Espinoza de León y otros dos pasajeros más que resultaron heridos en Hidalgo, Tamaulipas, pone nuevamente a discusión la seguridad en las carreteras del país, pero también las garantías que las líneas de autobuses ofrecen a sus viajeros.
Y es que a pesar de que algunas compañías han intentado cambiar el modelo de aseguranza de sus clientes, se debe de reconocer que las condiciones actuales de México requieren de una mayor atención a este fenómeno.