El asear la ropa sin productos químicos parecería impensable, pero los avances de la tecnología han permitido desarrollar artículos que no solamente evitar la contaminación del agua, sino también la del cuerpo y el ahorro familiar.
Claudia Villarreal de Treviño ingresó en este mercado buscando algo con lo que pudiera hacer negocio y que además fomentara el cuidado de la ecología.
“Nosotros estábamos preocupados por la ecología, y además queríamos un ingreso económico, encontramos que este producto nos podría dar una utilidad para cuidar nuestra ecología y nuestra economía, por que es un producto muy amigable para el medio ambiente.
“Es una bola que contiene unas cerámicas que hacen de detergente, pero sin usar químicos. Unas son antibióticas, quitan virus, hongos, bacterias de la ropa; otras son alcalinas, nivelan el ph del agua y le quita la acidez; otras son clorinas, quitan el cloro del agua y ayudan a que la ropa no se vaya haciendo blancosa y otras más tienen rayos infrarrojos que hacen que se dividan las moléculas del agua en muchas partes para que penetren y saquen la mugre de la ropa”, mencionó mientras la mujer empresaria paseaba el pequeño producto entre sus manos.
Además, en los extremos de este producto de tecnología sueca, se encuentran unos imanes que permiten que las fibras de las telas se expandan y la ropa quede suave; por lo cual, con todas estas funciones en una se ahorra en detergente y suavizante.
“Aunado al ahorro económico ya no deterioramos el medio ambiente, por que toda esa agua se puede reusar en regar plantas, en lavar el carro, por que es agua que no está contaminada”, dijo la distribuidora en los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Según un cálculo que anteriormente hizo Villarreal de Treviño, estima que en un año se gasta un promedio de entre 4 mil y 6 mil pesos en detergentes, por lo que la inversión para este producto fabricado en Estados Unidos, apenas representa un ocho por ciento de esta cantidad.
Cada esfera tiene una vida útil de 400 lavadas, aunque después de cada 30 veces de uso debe recargarse en el sol para que sus componentes se activen. La única ayuda extra que necesita es con las manchas, al requerir realizar el proceso que normalmente se hace para que estas desaparezcan.
La carga que soporta cada producto es de ocho kilos, e incluso también funciona para la ropa que requiere lavado a mano, al dejar la prenda remojando toda la noche junto con la esfera.
Aunque la ayuda para el bolsillo y para el medio ambiente es significativa, el artículo además evita las alergias que algunos adultos y bebés pueden presentar.
“Ya la gente empieza a tener mucho más conciencia, bastante gente nos ha visitado preocupados por el medio ambiente. También les explicó que el 50 por ciento del detergente con el que lavamos se queda en nuestra ropa y nuestra piel lo absorbe, mientras que el resto se va a deteriorar ríos, mares, cuando les explico y la gente sabe que estos químicos activan agentes cancerígenos, la compran”, comentó la contadora pública de profesión.
Esto no suena descabellado al analizar que los productos químicos han sustituido a las bacterias y virus como principal amenaza en materia de salud. A inicios del siglo XXI las enfermedades de origen químico, como el cáncer, comienzan a tomar fuerza en las estadísticas.