Era la madrugada del 18 diciembre del año 2000 cuando el cruce de la avenida Cuauhtémoc y la Vía a México se volvió mortal. El chofer de un transporte urbano que se encontraba a su máxima capacidad, fracasó en el intento de ganar el paso a un ferrocarril para terminar con la vida de 16 personas.
Aunque desde aquel momento el entonces gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, indicó a las autoridades del estado realizar una revisión del transporte urbano del área metropolitana y retirar las unidades que no cumplían con las medidas de seguridad, hasta ahora, el problema de la saturación de rutas y las imprudencias de diversos choferes persisten.
Respecto al tema, la dirigente de ingeniería y planeación de la Agencia para la racionalización y Modernización del Sistema de Transporte Público de Nuevo León, Rita Bustamante Alcántara, aceptó que en horas pico difícilmente se le puede garantizar al usuario de las rutas urbanas encontrar asiento al argumentar que dicho problema es mundial.
“Las horas pico es donde se presentan las mayores necesidades en las demandas del servicio, son las horas en las que la gente se mueve por dos motivos básicos, trabajo y escuela, son los motivos de viaje que más engrosan la necesidad de viajar y que más demandan servicio”, explicó la encargada de planeación.
Argumentó que no se podrá evitar ver a los transportes llenos en horas de más demanda, y tomó como tolerable que las rutas urbanas vayan con gente hasta detrás de las barras para que el negocio sea productivo.
“Todavía autobuses llenos, con pasajeros sobre asiento y pasillo es algo que no vas a poder evitar en las horas pico, por la misma situación. Tener una flotilla de la otra manera estaría muy caro, no sería rentable, también está el cuidado que no sea una sobresaturación que moleste, ni tampoco una sobresaturación que deje pasajeros en la banqueta”, comentó Bustamante.
Aseveró que la agencia estatal no puede tolerar la transportación del “pasajero mosca”, el cual va colgado en las puertas, e indicó que dicho problema puede ser evitado por la supervisión de los mismos pasajeros de las rutas.
“Cuando empiezas a ver que existe ese problema, es parte de nuestro trabajo, aquí el usuario es nuestro principal supervisor y nuestro principal vigilante. Es un empezar con la ruta a hacerle ver que está teniendo un problema en la definición de su oferta, y que tiene que buscar cómo solucionar ese problema”, señaló la directora de planeación.
Pese a que en algunos casos la agencia ha emitido recomendaciones, la titular de ingeniería dijo que a los prestadores del servicio se les da la libertad de trabajar de diferentes formas.
“El cambio sí lo hemos visto, pero todo va encaminado a la extensión y el crecimiento de la ciudad, porque cuando creemos que ya solucionamos el problema, aparece otro en otro punto y no es porque no estemos atentos, sino porque a veces la situación vas más allá de las posibilidades y de saber qué va a pasar”, aseguró.
Según Bustamante, el problema de la saturación obedece a diversos factores, y el principal es la ganancia del negocio de transportes; mencionó que si se compraran los camiones necesarios para que la gente fuera sentada en horas importantes, habría muchos transportes ociosos el resto del día.
Otro de las causas que afirmó como parte del problema, es el fenómeno de crecimiento poblacional, el cual aseguró que muchas veces está ajeno a la planeación de las inmobiliarias y su desarrollo dentro de la ciudad.
“Con todo te digo, que hay prestadores que son muy organizados, como hay otros que son muy desorganizados, en otros términos están esperando que esté la gente ahí para poder meter una ruta”, explicó la representante de la agencia del transporte.
En cuanto a las sanciones, afirmó que es raro cuando se encuentran con prestadores de servicio que rompen las leyes de transporte urbano, pese a que cada tipo de camión debe tener un número determinado de pasajeros.
“No te puedes poner a contar cuántos van para que el autobús pueda cerrar sus puertas y que no vayan pasajeros en los estribos”, sostuvo Bustamante.
Después del razonamiento que la dirigente dio al decir que es aceptable llevar pasajeros antes de las barras contadoras de usuarios, comentó que la ley deberá ser aplicada a quienes lleven pasajeros con la puerta abierta o colgando.
En el tema de los accidentes, la titular de planeación aseguró que debido a las nuevas formas de operar la reducción de percances ha disminuido hasta el 50 por ciento, en comparación a los que se tenían desde hace nueve años.
“Ahora los choferes deben operar a una velocidad donde bajo una situación de percance minimice la siniestralidad del accidente, esa podría ser una de las mejores reglas a la hora de seguir en un problema de la sobresaturación”, expuso.
Otras de las reglas que se dan para los prestadores del servicio con la capacitación de los operadores, lo cual aunado a la renovación de unidades implican mejores condiciones de frenado y transportación.
“En un tiempo se pidió que los pasajeros llevaran el cinturón de seguridad, sin embargo eso no se puede lograr con los pasajeros que van de pie; lo que empezaron a hacer los últimos modelos de vehículo de autobús fue que el operador traía el cinturón de seguridad”, comentó Rita.
Señaló que en la jerarquía de los problemas, es mejor que sólo el chofer que va en la unidad se mantenga dentro de su asiento con cinturón, porque es el que va a controlar la unidad.
“Considerando que tenemos muchos puntos de cruce de vías con carreteras, hemos tenido una reducción bajísima de problemas en accidentes, las empresas que se dedican a los ferrocarriles, los prestadores de servicio, han acercado a la gente para hacer capacitaciones para concretizar al operador”, indicó Bustamante.
NO ES COMO LO PINTAN
Tratar de subir a un autobús en horas de mucha actividad en el área metropolitana puede tornarse una pesadilla para muchos, desde que los usuarios esperan más de 60 minutos o incluso tener que aguantar insultos de quienes diariamente dirigen las rutas camioneras.
Si bien es cierto que el transporte en la ciudad ha crecido exponencialmente, la demanda ha sido mayor, y pese a que existen posibilidades de mejorar las rutas, no se cumple con lo necesario debido a los intereses de por medio, según lo explicó el diputado Luis Alberto García Lozano, dirigente de la Comisión de Transporte en el estado.
“Tenemos a empleados que más que parecer que son empleados de un gobierno que ven por el bien del ciudadano, son empleados de las centrales obreras y de los transportistas, velando siempre por los intereses de los transportistas, no velando jamás por los intereses del ciudadano”, expresó García.
El funcionario indicó que quienes se encuentran encargados del transporte público en el estado no se encuentran verdaderamente capacitados para solucionar la problemática de las rutas urbanas porque no lo llevan con rectitud.
“Que se preocupen por el transporte público de Nuevo León, que dejen de ver y que dejen de gastar en recursos públicos en sus viajes de turismo burocrático, para ir a ver cómo funcionan los sistemas de transporte público de otros países”, dijo.
“Ya han viajado por todo el mundo a costa de los impuestos de los ciudadanos y el transporte público en el estado sigue siendo pésimo y deficiente”, manifestó Lozano.
En cuanto a la capacidad de los autobuses del transporte público, el diputado explicó que aún dependiendo del tamaño, hay un máximo de usuarios permitidos por autobús y no se cumplen con las especificaciones.
“Tenemos una ley que es letra muerta, que el responsable de cuidar o de vigilar que la norma o la ley se cumpla es el titular de la agencia estatal del transporte, quien no hace que se cumpla en lo absoluto”, aseveró el integrante de la bancada de Acción Nacional en el Congreso del Estado.
García indicó que además de las malas condiciones del transporte público, la deficiente capacitación de los choferes de transporte y las fallas mecánicas, el titular de la agencia sólo aparece cada año para recetar a los usuarios aumentos en los urbanos.
LAS HORAS PICO
Uno de los problemas más recurrentes en horas de mayor demanda es la saturación de las rutas, misma que podría evitarse con mejores condiciones de transporte, según indica el diputado García.
“El problema es que no se les exige, y como el transportista lo que quiere es vender más boletos, porque así rinde más la ganancia, no les importa tener camiones sardinas. Les interesa que cada camión les deje un número determinado de recurso económico, sin el servicio de calidad que están obligados a cumplir”, señaló.
De no cumplirse con el servicio de calidad, García Lozano dijo que a los dueños de las rutas debería quitárseles la concesión, pero aseguró que diversas autoridades solapan las acciones de los empresarios y “aquí no pasa nada”.
Aunque varias veces la Comisión de Transporte ha tenido reuniones para tratar de contribuir y ayudar en el servicio, el diputado dijo que en la mayoría de las veces no hay voluntad del responsable.
“El transporte público de Nuevo León es sumamente rentable y al menos cada unidad de transporte público le debe estar dando al permisionario 40 mil pesos mensuales, libres de polvo y paja”, argumentó García Lozano.
A su vez, dijo que en el estado se encuentran empresarios que piden concesiones para comenzar a prestar servicios de mayor calidad, sin embargo, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) no permite nuevas rutas de transporte.
“Mientras el transporte público esté en manos de las centrales obreras, este problema de movilidad y de transporte público de calidad no lo vamos a ver”, expuso el titular de la Comisión de Transporte. v