Una frase indica que “la tercera es la vencida” y para Roque González Palacios, alcalde electo de Linares, le tomó sólo dos turnos llegar a alcalde.
Tras quedarse a 600 votos de ganar la alcaldía del municipio en 2009, el 1 de julio de 2012 el ex candidato finalmente se alzó con el triunfo en los comicios electorales y de paso marcó historia al llevar al partido Nueva Alianza a gobernar su primer municipio en la entidad.
Catedrático del Tecnológico de Linares y presidente municipal del Panal, González Palacios logró derrocar, en base a trabajo, la dinastía de los llamados “partidos tradicionales” al obtener una votación histórica de 22 mil sufragios.
“Lo importante fue que en nuestra participación dejamos a uno de los partidos tradicionales y nos hicimos el compromiso y la promesa de que en tres años más tumbaríamos al otro y así fue, primero bajamos al PAN y en esta bajamos al PRI y con un amplio margen”, dijo.
La victoria del Panal en aquel municipio de la zona citrícola no fue casualidad, a su triunfo se adhirieron el cansancio de la sociedad por los partidos PRI y PAN y el hambre de buscar una nueva opción para solucionar sus problemas, acorde a Roque González.
“Esto habla muchas veces de lo que quedaron a deber las tradicionales administraciones con lo que proponemos nosotros y eso hace un amplio espacio que hoy se reflejó en este resultado. Una sociedad quizá cansada, quizá con ganas de darle la oportunidad a una idea diferente fue la que hoy nos favoreció con su voto”, señaló.
Para el alcalde electo, cada vez más la sociedad se guía por el candidato y su equipo de trabajo, más que por el partido, por lo que siguiendo esta lógica, el Panal apostó por una planilla preparada que convenció en las urnas y que no planea defraudarlos en la administración.
“Tenemos un compromiso por la expectativa, por nuestro proyecto político, que cerca de siete de cada 10 que hayan votado por ti es también un compromiso, el cual lo agarramos de frente, por el cual tenemos que hacer la selección importante del equipo, con los perfiles indicados por hacer de esta adminitración la mejor que haya habido en Linares”, mencionó.
El sello que busca impregnar en su administración es el de la pluralidad, atendiendo la problemática de cada ciudadano, sin importar color político ni religión, pues los problemas en el municipio se acentúan cada vez más.
“Una vez que eres electo se te deben de borrar de la cabeza los colores y debes de atender a la ciudadanía por igual sin importar colores, ni religiones ni partidos y eso es algo que la gente nos creyó, gente que nos conoce sabe cómo somos, de dónde venimos y que nunca hemos vivido de la política”, recalcó.
Y es que Linares sufre actualmente las inclemencias del clima y la inseguridad. Por un lado la sequía está destruyendo sus campos y por el otro, el municipio ha sido escenario de hechos delictivos que atemorizan a su comunidad. Por tal razón, la expectativa que se tiene sobre este nuevo gobierno es grande y el alcalde electo toma esa responsabilidad de frente.
“Vamos a ser observado por el estado, por la gente. Dependiendo del resultado que tengamos nosotros en los tres años de administración, ese va a ser el indicador para que la región citrícola voltee a ver otras alternativas políticas”, mencionó.
Además de la inseguridad y sequía, entre otros retos que la futura administración enfrentará será el desempleo y la atención a grupos vulnerables, para lo que se pretende idear un plan que atraiga inversión nacional y extranjera al municipio, así como un cuidado más eficiente a los grupos con mayores necesidades.
Desde la edad de 18 años, Roque González Palacios se involucró en el mundo de la política. Iniciado en el Partido Revolucionario Institucional, al que abandonó por no coincidir en sus prácticas, ha visto de frente la carencia de la sociedad y la indiferencia de las autoridades a lo largo de sus 34 años de experiencia. Sin embargo, desde el 1 de diciembre el funcionario tendrá la oportunidad de revertir la condición de Linares y demostrar que la política sí se hizo para servir.
Hoy más que nunca la sociedad está apostando por una propuesta diferente en la política y sólo falta que los partidos considerados “chicos” respondan en la administración a los votantes que les dieron su confianza en las urnas.