Tras ocho años lejos de la mira de las armas de fuego, la abogada Silvia Raquenel Villanueva Fraustro volvió a ser el blanco, aunque en esta ocasión no hubo oportunidad de salir bien librada.
En lo que parecía ser un domingo normal para la jurista, ésta llegó minutos antes del mediodía a la Pulga Río por café, aunque al filo de las 12 la tranquilidad del panorama se ensombreció tras el accionar de armas que portaban tres sicarios, quienes certeramente le quitaron la vida.
A pesar de que Villanueva Fraustro era acompañada de dos agentes de la AFI que estaban asignados como escoltas desde un atentado que sufrió en el año 2000, fueron sometidos por los gatilleros que entraron por la calle Porfirio Díaz, para después abrirse paso ente la gente y dispararle de frente.
Tirados en el suelo y escondidos tras estantes, locatarios y compradores buscaron refugio de las balas, mismas que sembraron el terror durante aproximadamente tres minutos, los que seguramente fueron los más largos de su vida.
La escena se desarrolló frente a la hija de la litigante, María de los Ángeles Cuéllar Villanueva, de 19 años, quien resultó ilesa y tras el suceso fue consolada por uno de los escoltas de su madre. Otra mujer también las acompañaba y sufrió una crisis de histeria tras los hechos.
Aunque trascendió que los escoltas de la abogada trataron de repeler la agresión, ya era tarde, la jurista había muerto.
Más de 20 disparos fueron los que cimbraron en las instalaciones del centro comercial, de los cuales al menos cuatro hicieron blanco en el cuerpo de Raquenel Villanueva.
Una mujer identificada como Carmen Lucía Talavera, de 43 años, también fue alcanzada por las balas, aunque se reportó que sus heridas no fueron de gravedad ya que el proyectil solamente alcanzó su dedo meñique de la mano derecha.
LA ABOGADA DE HIERRO
Proveniente de una familia humilde y con seis hermanos, Silvia Raquenel Villanueva Fraustro se desempeñó como secretaria durante los primeros años de su vida laboral, aunque posteriormente y gracias a una beca, pudo terminar su carrera como Licenciada en Derecho, a los 29 años de edad.
Fungió como auxiliar de Rubén Zarazúa Rocha cuando era Procurador General de Justicia. Sus inicios en el oficio se los debe a Agapito Garza y Leopoldo del Real, quienes también se despidieron de la vida con una ejecución.
El debut en el escenario polémico de la abogacía lo hizo defendiendo al hermano de una amiga, quien estaba involucrado en el tráfico de drogas, liberándolo de cargos tanto a él, como a sus acompañantes.
Posteriormente asuntos de este tipo le cayeron en cascada, se le relacionó en 1996 con el Cártel del Golfo, ya que defendió a José Carlos Reséndez, presunto cerebro financiero de esta organización criminal; posteriormente, se le señaló como la persona que entregó a Juan García Ábrego por dos millones de dólares.
Trascendió que a partir de este momento comenzó su cacería. En 2006 se hizo cargo de la defensa de Diego Santoy Riveroll, presunto homicida de los hermanitos Peña Coss, y recientemente se dijo que tomó la defensa de Héctor Huerta “La Burra”, quien fue capturado en San Pedro, por presuntamente ser la cabeza de los Beltrán Leyva en ese municipio.
EN LA MIRA
Desde 1998, Raquenel estuvo en la mira de los gatilleros; en este año por primera vez la también conocida como “abogada del narco” sufrió el primer atentado en su despacho, mismo que era su domicilio en la parte posterior.
Unos desconocidos lanzaron un artefacto a la fachada del inmueble ubicado en la colonia Central de Monterrey, mismo que ocasionó daños en la fachada; sin embargo, no causó lesiones a la jurista.
Tras estos hechos, la litigante solicitó a la Procuraduría de Justicia se investigara el caso y le proporcionara resguardo de las autoridades federales.
A partir del año 2000, Villanueva Fraustro contaba con dos escoltas que vigilaban su seguridad, aunque ni eso, ni ir acompañada de el ex coordinador de la Unidad contra la delincuencia organizada, Cuahutémoc Herrera, le hizo librarse de un segundo ataque a las afueras del Hotel Imperial en la ciudad de México.
En esa ocasión los sicarios intentaron arrebatarle un maletín que los abogados de Juan García Ábrego, líder del Cártel del Golfo, hicieron valer ante la Corte de Estados Unidos para solicitar un nuevo juicio. En el forcejeo la abogada recibió dos impactos de bala.
Meses más tarde, el 31 de agosto, Ariel Herrera Bustamante intentó asesinarla en sus oficinas, aunque con cinco balazos Villanueva Fraustro sólo vió pasar de cerca la muerte.
La PGR informó en ese entonces que el Cártel del Golfo la tenía en la mira.
Los sicarios no sólo han estado sobre ella, los socios de su despacho también han sido blanco. Julio Vargas, uno de los juristas más allegados a su despacho, fue asesinado en 2006 cuando bajaba de su camioneta en la colonia Burócratas del Estado.
En tanto, Héctor García Montemayor se encuentra desaparecido, la misma Raquenel fue la que dio a conocer esta situación informando que su compañero había sido levantado el pasado 19 de mayo.
Cabe mencionar que García Montemayor libró una ejecución hace cinco años.
SU ÚLTIMO ADIÓS
Horas después de ser ultimada a balazos, Raquenel Villanueva Fraustro fue velada en las capillas del Carmen.
Amigos, Familiares, socios y colegas acudieron a brindarle el último adiós a la polémica abogada.
Adolfo Vega, uno de sus socios, se mostró consternado tras el acontecimiento y señaló que en días anteriores la jurista no había recibido ningún tipo de amenaza.
María Elena Chapa, directora del Instituto Estatal de las Mujeres, acudió a dar el pésame a la Familia, mientras que ex funcionario regio, Amador Medina hizo llegar una corona floral.
La noticia de su muerte y la cobertura de sus exequias ocuparon las principales planas de los periódicos locales y espacios especiales en televisión.
La trascendencia ha sido tal que la PGR designó un fiscal especial para coadyuvar en la investigación.