En el fraccionamiento La Antigua se presentó un trágico coctel con ingredientes como corrupción, indolencia y mala suerte que, al final, le costó la vida a un matrimonio, que pereció bajo los escombros de lo que solía ser su hogar.
Y al final ni siquiera la muerte los pudo separar, pues fallecieron juntos en la última tragedia de Monterrey: el derrumbe de cuatro casas en el fraccionamiento La Antigua.
Irma Barbosa López de 70 años y Eliud González Salazar de 76, son la pareja de regiomontanos que perdió la vida bajo los escombros de lo que un día llamaron hogar.
El 22 de noviembre, los esposos de la tercera edad y su empleada doméstica, Estela Salazar Gamboa, ignoraron el aviso de desalojo de las autoridades municipales por el riesgo que significaba la construcción de un desarrollo de usos mixtos denominado Torre Vía, a un costado de su propiedad.
Apenas un mes atrás, el proyecto que se edificaba en la avenida Lázaro Cárdenas 129 había sido clausurado por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey, dados los daños que había provocado ya en al menos tres casas contiguas del fraccionamiento privado.
Protección Civil de la capital ya había determinado también riesgos inminentes, pero pocos imaginarían que los daños acabarían en tragedia.
Corrían las 12:47 horas del 22 de noviembre, cuando las corporaciones de auxilio recibieron el reporte del derrumbe de cuatro casas en la zona sur de la Sultana del Norte.
El llamado de emergencia se recrudeció ante la presencia de personas atrapadas bajo los escombros y a más de 30 metros de profundidad.
El saldo de aquel fatídico miércoles fue: dos personas muertas, una mujer lesionada, cuatro casas destruidas, el desalojo de más de 30 familias… y el destape de irregularidades en los permisos municipales de construcción.
CRONOLOGÍA DEL TERROR
El 14 de septiembre de septiembre de 2015, durante la administración de la panista Margarita Arellanes Cervantes, el municipio de Monterrey autorizó el permiso de construcción a Distrito 4 Desarrollo S.A. de C.V., mejor conocida como Legosa, encargada del desarrollo multifamiliar, comercial y de oficinas que se construía frente al exclusivo fraccionamiento La Antigua.
Las irregularidades en la obra se percibieron desde el inicio. Al comenzar la construcción del estacionamiento, los vecinos se percataron de que sus viviendas estaban presentando grietas. Por tal razón, el 6 de octubre de 2017 denunciaron los hechos ante la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey.
Tres semanas más tarde, luego de los reportes de vecinos, el 30 de octubre Protección Civil emitió la alerta de riesgo para los colonos, por lo que el Municipio sugirió desalojar las tres casas contiguas a la construcción.
El 1 de noviembre, la administración municipal clausura la obra por provocar daños a los hogares cercanos y se pone lupa a la edificación de Torre Vía.
Los vecinos denunciaron penalmente el 3 de noviembre el daño a sus patrimonios ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, teniendo la carpeta de investigación 2255/2017, pero tan sólo 19 días más tarde, cuatro viviendas se vinieron abajo al derrumbarse un talud de la obra de usos múltiples.
El estruendo sacudió a los inmuebles cercanos y el caos comenzó a apoderarse de la zona.
Empleados de edificios y comercios aledaños salieron de sus puestos para cerciorarse de lo que ocurría y fueron los encargados de hablar a las corporaciones de socorro.
Patrullas, ambulancias y curiosos comenzaron a aglomerarse en el lugar para atestiguar la escena de desastre.
La vialidad comenzó a congestionarse en Lázaro Cárdenas con dirección a Monterrey y las largas filas de automovilistas aparecieron.
A casi 30 metros de profundidad, en el boquete que la constructora hacía para edificar el estacionamiento, yacían las ruinas de tres residencias, y entre los escombros el grito desesperado de una mujer que exigía rescate.
“Se escuchó fuerte, nosotros estábamos en este edificio y de ahí escuchamos el ruido muy fuerte y después todo se hizo polvo.
“Ya cuando me asomé iba saliendo una mujer de entre los escombros. Yo estaba como en el piso 14 (de un edificio colindante) y vi que una mujer iba saliendo de entre los escombros y luego se quedó sentadita y señalaba con la mano; no sé, pienso que tal vez diciendo que había más gente abajo (entre los escombros).
“Era una joven como de unos 30 años y sí vi que estaba con sangre”, aseveró Marco Antonio Sepúlveda, empleado de un edificio contiguo y quien presenció el derrumbe.
La mujer a la que se refería el joven era Estela Salazar Gamboa, empleada doméstica de una de las tres primeras casas que se precipitaron y que fue trasladada de inmediato al Hospital Muguerza, al sur de la ciudad.
En un inicio, las versiones extraoficiales señalaban que podrían ser hasta cuatro personas las que estaban atrapadas, pero las autoridades municipales desmintieron la cifra y destacaron que se tenía conocimiento de que una persona aún estaba bajo el concreto.
El Secretario del Ayuntamiento, Genaro García de la Garza ofreció el primer encuentro con medios de comunicación cerca de las 14:00 horas, en el que clarificó los primeros números. En ese momento había una persona fallecida, otra lesionada y otra atrapada.
“Al parecer lo que se derrumbó fue más allá de un talud y fue lo que hizo (que las casas se vinieran abajo). Por el dicho de una persona que ya fue rescatada con vida y que ya fue trasladada a un hospital, al parecer hay dos personas más desaparecidas.
“Ahorita nos reportan también los compañeros de Protección Civil una mujer sin vida de la tercera edad (aunque minutos más tarde ratificaron que era un varón). Toda la colonia que está contigua ya está totalmente desalojada. Estamos nosotros mismos tratando de retirar lo más que se pueda.
“Tengo conocimiento que toda la colonia y los vecinos de manera organizada denunciaron estos hechos. Los expedientes tanto de PC de Monterrey como la Secretaría de Desarrollo Urbano, que el primero dicta que hay riesgo y el segundo clausura, forman parte de esa denuncia ante la Procuraduría del Estado”, informó el Secretario.
El municipio anunció que la obra ya había suspendida un mes atrás y por consecuencia no estaban laborando personas.
Añadió que el permiso se le otorgó a Legosa en la pasada administración y que como autoridad se procedió a advertir a los vecinos sobre el riesgo que representaba habitar domicilios referidos.
“Las medidas ya estaban tomadas, que fue desalojar las viviendas”, aseguró García de la Garza.
Pero no todos habían desalojado. En una de las tres primeras viviendas que se vinieron abajo estaban las tres víctimas del talud, dos de ellas sin vida.
La reacción de los grupos de rescate fue rápido. Al lugar arribaron elementos de Protección Civil de Nuevo León, de Monterrey, de San Nicolás y Guadalupe.
También se sumaron elementos de la Fuerza Civil, Procuraduría General de Justicia del Estado y Vialidad y Tránsito de la capital regiomontana.
Tan sólo en las labores para rescatar a la mujer de los escombros estaban concentradas 200 personas.
Alrededor de las 15:00 horas, la búsqueda aún continuaba y a la escena llegaron incluso elementos caninos para apoyar el rescate.
Y como si la tragedia no hubiera tenido drama suficiente, cerca de las 15:40 horas una cuarta casa se precipitó y cayó al vacío, ante la mirada atónita de los presentes.
El inmueble ya estaba desalojado, pero su propietario aún se encontraba en la zona, e incluso pudo grabar el video del colapso, que se convirtió viral en redes.
“Ésa era mi casa”, se escucha decir al vecino en el video de apenas 25 segundos, pero que capta el momento en el que se vencen los pilares de su morada y cae al boquete de lo que se convertiría en el complejo Torre Vía.
Los minutos siguieron transcurriendo y la luz de la tarde comenzó a desaparecer; todo pronosticaba que el hallazgo de la mujer no sería pronto, pues en el sitio se comenzaron a instalar lámparas para iluminar el área.
Los pocos vecinos que aún permanecían en La Antigua, los que habitaban en calles más alejadas de la zona del derrumbe, desfilaron uno por uno con dirección desconocida.
En su rostro se apreciaba una mirada de desconcierto y preocupación. Apenas con una o dos maletas en mano daban el adiós forzado al que consideraban su refugio.
Sin embargo, dentro de la desgracia podían agradecer que salían por cuenta propia, a diferencia de su vecino Eliud González Salazar, a quien cerca de las 16:30 horas se le resguardó en una unidad del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para trasladarlo al anfiteatro del Hospital Universitario.
La búsqueda de doña Irma se prolongó por más de 35 horas, pero en los primeros minutos del viernes 24 de noviembre su cuerpo sin vida fue localizado por “Migaja”, uno de los elementos caninos que participó en los trabajos.
REPERCUSIONES POSTERIORES
Con la esperanza de poder regresar a sus viviendas o por lo menos saber cuál era la situación de sus propiedades, vecinos de La Antigua se reunieron el 24 de noviembre al exterior del fraccionamiento con el secretario del Ayuntamiento de Monterrey, Genaro García de la Garza.
En el encuentro se acordó una revisión por parte de peritos especialistas en construcción de la Facultad de Ingeniería Civil (FIC) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), para ver si los colonos podrían regresar a sus hogares.
El vecino del sector y conductor de televisión, Mario Bezares, señaló que sería la Procuraduría General de Justicia del Estado la encargada de autorizar el regreso de los vecinos.
El también conductor señaló que algunos colonos tuvieron que pedir apoyo a familiares y que otros permanecen en hoteles tras el derrumbe.
Por su parte, tanto el Estado como el Municipio de Monterrey se comprometieron a apoyar a los afectados con recursos para recuperar sus hogares.
De igual manera, la administración regia mencionó que correría con los gastos de hospitalización de la empleada doméstica que resultó lesionada.
La PGJE inició una investigación de los hechos para deslindar responsabilidades y castigar a los responsables del derrumbe.
Al cierre de la edición, 36 personas habían sido llamadas para declarar sobre los hechos.
DESAPARECE EMPRESA
Luego del derrumbe que se suscitó en la colonia La Antigua durante la tarde del 22 de noviembre, la constructora LEGOSA, encargada de la obra, cerró o bloqueó su página web.
Al direccionar la página www.legosa.com.mx que se encontraba sobre unos paneles para publicidad en donde se llevaba a cabo la construcción de un centro comercial y oficinas, el buscador indicaba que la página no funcionaba, hasta el cierre de esta edición.
Sólo en un perfil de Facebook aparecía una maqueta del que se supone sería el centro comercial con oficinas ya terminado; sin embargo, en ese sitio tampoco había información disponible sobre los dueños de la inmobiliaria.
Las oficinas de la empresa que se vio envuelta en la tragedia y a la cual le habían suspendido las labores desde inicios de noviembre, se encuentran ubicadas sobre la calle Pedro P. Quintanilla, en el domicilio marcado con el número 370 de la colonia Chepevera, en Monterrey.
No se tiene información sobre los encargados o apoderados legales de la empresa, ni se sabe si ya se pusieron en contacto con los afectados para reparar los daños causados a las viviendas y a las víctimas.
Serán las autoridades correspondientes las que se encarguen de hacer comparecer a los responsables de la construcción que afectó a la mayoría de los residentes del fraccionamiento.
Según algunos vecinos del sector, desde hace casi dos años iniciaron la excavación para los cimientos del edificio, y los ingenieros garantizaron la seguridad para los habitantes a través de unos peritajes realizados por supuestos expertos.