La llamada “Casa de los Tubos”, protagonista de decenas de leyendas urbanas sobre el supuesto embrujo que existe en este lugar, finalmente está siendo demolida para, todo parece indicar, construir una vivienda que aproveche la espectacular ubicación que tiene el inmueble. De esta forma termina la historia de uno de los sitios más icónicos del Monterrey moderno.
El final de una leyenda parece haber llegado en Monterrey.
Se trata de la emblemática “Casa de los Tubos” que desde el 24 de noviembre comenzó a ser derrumbada para dar paso a una nueva construcción, y así acabar con el misterio que envuelva a la casona desde 40 años atrás.
Como siempre, las redes sociales fueron las primeras en evidenciar la llegada de trabajadores de la construcción y maquinaria pesada al domicilio ubicado en la calle René Descartes 845 de la colonia Contry la Escondida en Guadalupe.
En el sitio, las licencias de demolición y construcción se exhiben como el anunciado final de una de las leyendas más arraigadas del estado porque “quien vive en Nuevo León y no ha escuchado de ‘La Casa de los Tubos’ no es de Nuevo León”.
La casa, que ha permanecido en obra gris por cerca de cuatro décadas, comenzó a edificarse en la década de los 70.
En un inicio se hizo famosa por su diseño tubular, después por el fatídico accidente del que fue escenario y finalmente por los fenómenos paranormales que ahí se registran.
Y es que, no sólo es por su lúgubre apariencia: en donde destacan sus torres dañadas, las marcas de actos vandálicos y deteriorado terreno. Acorde a testigos, la casa encierra perturbadoras psicofonías que atemorizan hasta a los más valientes.
La leyenda cuenta que la hija del propietario murió al caer de una de las ventanas. La chica aparentemente vivía con discapacidad motriz y usaba silla de ruedas para trasladarse por lo que su padre optó por habilitar el inmueble con gran cantidad de rampas, de ahí su diseño tubular.
Desde entonces, según apasionados del fenómenos paranormal, el alma en pena de la menor ronda por los pasillos de su antigua morada, quedando en evidenciada en perturbadoras psicofonías.
Incluso, el investigador regiomontano del fenómeno paranormal, Pedro Garza Leal, aseguró que el sótano de la casona está estampada de simbología extraña y que en el lugar se ha podido captar la voz de un niño cerca de la media noche (edición 281 de Hora Cero).
“Hay un pequeño sótano que ahorita está llena de símbolos, yo no sé de simbología, pero ahí pudimos captar la voz de un niño cerca de las 11 de la noche.
“Gente sigue comentando que hay manifestaciones. Se han tomado fotografías y en algunas fotografías prácticamente se pueden ver imágenes y hay quien afirma que ha captado el rostro de una niña”, expuso el investigador.
Al ubicarse en lo alto del accidentado relieve del sector, la irónica “Casa de los Tubos” puede ser vista desde diversos puntos de la ciudad, atrayendo así a los curiosos, quienes por décadas visitaron la construcción, a pesar de que se ubica en una zona privada.
Miedo, terror o angustia son tan sólo algunos de los adjetivos que los “aventurados turistas” calificaban su estadía en la afamada “Casa de los Tubos”.
Hoy, el misterio está a punto de desaparecer, con cada golpe a los muros que den los trabajadores de la constructora URB’S será un impacto a las leyendas y las memorias de varias generaciones regiomontanas.