Cifras oficiales refieren que el año pasado en Nuevo León ocurrieron 80 mil 447 percances, los cuales ocasionaron 607 fallecimientos; de estos, más del 80 por ciento fueron de peatones y apenas un 13 por ciento correspondieron a decesos de automovilistas.
En México y particularmente en Nuevo León existe un problema de movilidad urbana que deriva en accidentes vehiculares, en los que la mayoría de los perjudicados son peatones, así lo revela el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes.
Según el CONAPRA, el año pasado en el territorio nacional ocurrieron 400 mil percances viales, que arrojaron 16 mil muertes. De dichos accidentes, 80 mil 447 se suscitaron en Nuevo León.
Sin embargo, tan solo en los números que la compañía AXA Seguros compartió recientemente, la información de la CONAPRA se quedaría corta, pues 400 mil percances fueron los que atendió en 2016.
Eso quiere decir que los datos oficiales carecen de una base de datos confiable, pues considerando que en el país apenas el 30 por ciento de las personas cuentan con un seguro, el consejo se aventura a informar cifras reales.
Aunque los números de AXA y el CONAPRA son solo una muestra del total de incidentes viales que ocurren en Monterrey y su área metropolitana, los números son realmente preocupantes.
En la entidad hay varias zonas de riesgo ubicadas principalmente en la metrópoli. Sin embargo, son tres los sitios donde más ocurren accidentes, según un análisis de tres años que realizó AXA Seguros.
Entre los cruces más peligrosos con percances de mayor gravedad se encuentran Paseo de los Leones y José Eleuterio González (Gonzalitos), así como Chapultepec y Revolución, con un promedio de cuatro accidentes diarios -cerca de 20 al mes-, con indemnizaciones de más de 12 mil pesos.
Le sigue la intersección de Alfonso Reyes y Eugenio Garza Sada con tres siniestros al día y un gasto promedio de 10 mil pesos; es importante señalar que los tres cruceros más peligrosos se encuentran en el municipio de Monterrey.
“De acuerdo con la ONU, compartir esta información es de gran contribución para los organismos públicos, ya que ayuda a identificar las causas que ocasionan las muertes y lesiones graves por percances viales”, declaró Daniela Zepeda, gerente de asuntos públicos de AXA Seguros.
Detalló que Nuevo León es uno de los cinco estados con mayor número de personas afectadas por percances viales, siguiendo a la Ciudad de México y Jalisco con 11 mil y nueve mil siniestros durante el 2016, respectivamente.
“En Nuevo León ocurrieron más de seis mil accidentes durante el 2016, mientras que en el Estado de México y Chihuahua se reportan más de cinco mil colisiones en ese mismo año”, informó.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), los accidentes viales son la segunda causa de muerte en México para todos los grupos de entre cinco y 34 años de edad.
Aunado al error humano -razón por la cual ocurren la mayor parte de los percances-, la velocidad es un factor que causa percances viales y agrava las consecuencias hasta la muerte.
Si una persona conduce a una velocidad mayor al cincuenta por ciento de lo permitido y atropella a un peatón o colisiona, la probabilidad de sobrevivencia del afectado se reduce radicalmente.
VIAS DESAMPARADAS
Una de las mejores tácticas internacionales para proteger a los usuarios de las vías es contar con un seguro para todos los accidentes que se pudieran suscitar de un punto a otro.
Lamentablemente, en México solo el 30 por ciento de los automovilistas cuentan con un seguro, es decir, uno de cada cuatro vehículos que circulan a nivel nacional tienen cobertura para siniestros.
Hay entidades que tienen una penetración del 10 por ciento, esto quiere decir que únicamente una de cada 10 personas puede reparar el daño en caso de una tragedia.
En Nuevo León, de un millón 800 mil, solo unos 800 mil cuentan con el respaldo financiero para reparar las afectaciones que ocasionan, dejando desamparados a más del 50 por ciento de los conductores y a una cantidad mayor de peatones.
Los especialistas en seguridad vial afirman que la problemática de la nula penetración se debe a la falta de fiscalización, pues no hay una ley que obligue a las personas a contar con un respaldo.
Comparado con otros países de su mismo nivel socioeconómico, México se encuentra por debajo del nivel en contratación de seguros.
Por ejemplo, Chile tiene una penetración cercana al cien por ciento, mientras que en Europa y Estados Unidos todas las personas cuentan con un seguro, y también con un proyecto de movilidad encaminado al peatón, reduciendo los accidentes de manera exponencial.
VISION CERO
Aunque las cifras oficiales arrojan que al año ocurren 400 mil siniestros relacionados con los automotores, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros estima que el número de percances viales ronda los dos millones 500 mil.
En esos datos también se revela que una de cada cuatro personas que participan en accidentes graves pierde la vida, por lo que si aumenta el número de colisiones, se incrementa la mortandad.
“Hay un modelo que se llama Visión Cero. Es una política integral de seguridad vial que parte de dos supuestos muy importantes: que los humanos nos equivocamos y ninguna muerte por percance vial es aceptable.
“Lo lamentable es que sabemos qué hacer y no trabajamos en el problema, pues el 94 por ciento de las colisiones se deben a razones humanas”, comentó Zepeda.
Entonces habría que tener un sistema de seguridad que permita que esos errores no causen muerte alguna en las vialidades.
“Con las cifras oficiales tenemos que tener en cuenta que en nuestro país se mueren al día 43 personas por falta de seguridad vial, y en Nuevo León fallecen 3 personas al día por ese motivo”, señaló.
Pudiera pensarse que la mayor parte de los decesos corresponde a automovilistas o conductores, pero las cifras detallan que los más afectados son los peatones.
“De las 607 muertes (que ocurrieron en Nuevo León el año pasado), 558 correspondieron a peatones, 29 a motociclistas, tres son ciclistas y únicamente 13 son automovilistas”, detalló la directiva de AXA.
Aunque esos números corresponden a un subregistro que carece de una base de datos certera, la tendencia es preocupante.
Para reducir el número de víctimas hay recomendaciones internacionales efectivas que ya fueron probadas en algunos países, dando como resultado el mejoramiento de la seguridad vial.
En Suecia -país número uno en seguridad vial- se encontraban como en México hace más de 40 años, pero gracias a que siguieron las recomendaciones que hacen algunos especialistas, mejoraron rotundamente.
España cambió su modelo de movilidad hace aproximadamente 20 años, y hoy en día es de los países con menos accidentes, gracias a las implementaciones y la política integral.
“Aunque solo sea una pequeña rebanada del pastel, estos datos son importantes porque muestran los puntos con problemas en seguridad”, acentuó.
Dichos inconvenientes pueden ser por un mal diseño de vías, mal comportamiento de los usuarios o la velocidad excesiva, situaciones que se pueden erradicar si se emplea un mejor modelo de movilidad.
MODELO OBSOLETO
México cuenta con uno de los peores modelos de movilidad en todo el mundo, pues aquí se da prioridad a los automovilistas, cuando la preferencia la debería tener el peatón, como sucede en las ciudades más desarrolladas de Europa.
Pudiera pensarse que construir puentes es una opción para cuidar de los transeúntes, pero lo que hace es dar prioridad a los automovilistas y que estos conduzcan a mayor velocidad.
En el territorio nacional existe una tasa motorizada alta, pero la mayoría de las personas se trasladan en transporte colectivo.
Las obras que se presupuestan para las calles y el transporte privado contrastan con la nula inversión que se va al transporte público.
“Hay muy pocos países en donde existen puentes peatonales, y esa es una de las peores prácticas a nivel mundial; hacer pasos a cruce (pintar rayas) son mucho más baratos y efectivos”, insistió Zepeda.
Para ella y otros involucrados en el tema, en México el modelo de movilidad debe trasladarse a las personas, únicamente así se podrán evitar los accidentes y las fatalidades.
“La nueva infraestructura debe de permitir compartir el espacio público entre las personas y no en las grandes avenidas que son difíciles de cruzar como Constitución, Morones Prieto y Gonzalitos.
“Lo que tenemos que hacer es movernos a un esquema donde todos podamos compartir la calle”, apuntó.
NUEVA LEY
En la Ley General de Asentamientos Humanos hay un capítulo donde se estipula que la preferencia de paso debe de ser para personas con movilidad limitada y peatones, pero las obras que se efectúan en los gobiernos van enfocadas a mover autos.
Esta ley contempla que se debe priorizar la adopción de nuevos hábitos de movilidad urbana y sustentable, resaltando la dirigida a los transeúntes y discapacitados.
Luego, favorecer a los usuarios de transporte no motorizado (como ciclistas), seguido por quienes utilizan el público, posteriormente el de carga y por último quienes usan el particular.
Con dicha normativa, en todas las calles del país el peatón tendrá derecho de paso, respetando los señalamientos como el semáforo y el reglamento de tránsito.
“En la Ciudad de México una persona puede cruzar en cualquier punto de una calle, no necesariamente en las esquinas; ahora la cuestión será cómo educar a los conductores y hacer una sociedad más paciente.
“Si un peatón se equivoca, si va caminando con el celular y choca con otra persona, lo mucho que le dejará es un moretón. En cambio, si un automovilista se equivoca puede matar a familias enteras”, acentuó Zepeda.
Por eso los automovilistas tienen la obligación de conducir a velocidades adecuadas, utilizar el cinturón de seguridad y contar con un seguro de responsabilidad a terceros.
MAPA DE LA PREVENCION
Una de las principales herramientas que se necesitan para diagnosticar un problema público es tener datos certeros que permitan saber qué es lo que sucede, causas y puntos de riesgo.
Aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda a las aseguradoras abrir los datos de accidentes para beneficio de la sociedad, no muchas siguen la recomendación.
AXA Seguros es la primera empresa con un proyecto de democratización de datos en tres fases.
La primera es proporcionar los cruceros peligrosos en distintas ciudades del país.
Las ciudades donde la aseguradora ha identificado los cruceros peligrosos son Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Chihuahua y Mérida, además de algunas del Estado de México.
Esta información permitirá que la sociedad y las autoridades tomen cartas en el asunto y se puedan prevenir los accidentes.
Cualquier persona puede ingresar al mapa que configuró la aseguradora y verificar si en el trayecto que utiliza existen puntos rojos (puntos de riesgo).
En la página de Internet AXA.mx/cruceros-peligrosos se podrá encontrar la información de los entronques donde más percances se suscitan, de acuerdo con la información de la aseguradora.
Los puntos peligrosos derivan de un análisis de tres años, del 2014 al 2016, sin contar el robo de vehículos y otras cuestiones que afectan el patrimonio de los mexicanos.
En el mapa se muestran mensajes importantes para tomar en cuenta a la hora de conducir por dichas avenidas, como recomendaciones de velocidad y principales problemáticas.
Entre lo más recomendado está utilizar el cinturón de seguridad, pues las estadísticas muestran que usarlo aumenta la probabilidad de sobrevivencia en más del cincuenta por ciento.
En el caso de los motociclistas, está comprobado que un casco certificado disminuye la probabilidad de lesión en un 300 por ciento.
En una segunda fase se firmarán convenios de colaboración con los gobiernos para proporcionar la base de datos completa, cuidando la confidencialidad y datos personales de los clientes.
Y en un tercer momento la empresa firmará un convenio con el Instituto Internacional de la Ciencia de Datos para que puedan poner la información en su sitio de Internet, y así la sociedad descargue la información para hacer un análisis más a fondo.