Una vez más la buena voluntad de los regios volvió a hacerse presente ante el desastroso hecho que sucedió en Haití, apenas salían a la luz pública las impactantes imágenes en donde un terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter dejaba sin hogar y sin sustento a sus pobladores, y los habitantes de Nuevo León ya estructuraban de qué manera cooperar.
Con apenas tres días de recolección de víveres que llegaron hasta las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana, se pudieron llenar 15 camiones que partieron con rumbo a Veracruz para ser trasladados a el país afectado.
Día a día la ayuda cayó a cantaros, incluso por momentos se pudo ver que la largas filas de vehículos provocaban caos sobre la avenida Alfonso Reyes a la altura de la colonia Del Prado.
Los conductores pacientes esperaban su turno para bajar la mercancía que con ellos traían, mientras que los voluntarios armados de carritos acarreaban los productos hacía el interior de las instalaciones.
Quienes simplemente pasaban por ahí, no podían dejar de echar un vistazo hacia el lugar, y es que la generosidad de la ciudadanía se iba traduciendo en toneladas de ayuda que en los patios esperaban ser trasladadas a su destino final.
Sin embargo, no todo el apoyo fue material, también hubo quienes donaron su tiempo mismo que también representó una valiosa ayuda para Cruz Roja Mexicana, y es que la ayuda requería ser clasificada para su traslado. Tan sólo el domingo 17 de enero la cifra superó los mil 700 voluntarios que acudieron para acatar órdenes en este lugar, según señaló el Presidente de la Cruz Roja de Nuevo León, Javier Benítez.
“Es un orgullo vivir en este Monterrey y en este Nuevo León por la gente que está acostumbrada a dar de sí, a dar lo suyo, por contribuir con los hermanos en desgracia, hoy les tocó a los hermanos de Haití, ayer les tocó a los hermanos de Tabasco y siempre la ciudadanía está lista.
“La Cruz Roja a nivel mundial con 20 millones de voluntarios en Nuevo León no podía fallar, solamente ayer en este puesto hubo mil 700 personas a ayudar al embarque que hoy acabamos de darle salida hacia el puerto de Veracruz para después ser embarcado a Haití”, dijo.
Sin embargo, explicó que la ayuda no terminará con la partida de estos primeros camiones, y es que anunció que seguirán trabajando para que pueda salir un envío de similares dimensiones ya que el apoyo seguirá hasta que la situación de aquel país se normalice.
En tanto el mandatario estatal, Rodrigo Medina de la Cruz ,explicó que las cerca de mil toneladas de ayuda que se han logrado reunir, de las cuales ya partieron 650, hacen ver que la ciudadanía de Nuevo León está consciente del problema por el que atraviesan los haitíanos.
“Nosotros estamos conscientes de la desgracia, del gran sufrimiento que están viviendo ceca de 3 ó 4 millones de personas que se tiene estimado ahorita, están damnificados en aquel país, y que nosotros tenemos que seguir apoyándolos para que puedan salir rápido o lo más rápido posible de esta desgracia tan fuerte, tan terrible que ha sufrido el pueblo de Haití”, mencionó.
Tras haber pasado los primeros días de la tragedia y comenzar una nueva semana laboral el ritmo de apoyo ha bajado, aunque aún se puede ver al menos unos cinco voluntarios esperando pacientes con sus carritos a que más ayuda llegue, uno que otro hace parada frente a ellos, algunos con enormes cajas de mercancía y otros con modestas bolsas, todo es útil.
El flujo al interior de la Cruz Roja también ha bajado, unos cuantos se aglutinan con motivo del evento oficial, mientras otros acomodan en cajas la mercancía que aún espera en la mesa ser catalogada. En los patios ya no hay lugar para estacionamiento, solamente cajas y paquetes en espera de ser los siguiente en partir al país en desgracia.
Niños, jóvenes y adultos se coordinan por igual para aprovechar al máximo el tiempo en beneficio de los ahora damnificados, el común denominador: los nuevoleoneses no tardan en desprenderse de lo que tienen para ayudar a un hermano, tal como a ellos ya se les ha ayudado cuando lo necesitan.