
El sueño de 12 jugadores de beisbol de Liga Pequeña está por cumplirse. El anhelo más grande para cualquier peloterito es l2ograr representar a su país en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas de Besibol.
Y es que el encuentro que se celebra en Williamsport, Pensilvania, es uno de los retos más grandes a los que se enfrentan los deportistas de 11 y 12 años de edad, por lo que los Vaqueros se prepararon para “dar todo” en la justa deportiva.
Su meta: coronarse campeones mundiales de categoría pequeña. Avanzando poco a poco y enfocándose en la estrategia de juego de cada partido, es como su entrenador Héctor Arrieta pretende guiar a sus jugadores hasta la final.
El sábado 9 de agosto a las 7:00 horas, la novena que representará a México parte rumbo a la ciudad americana.
Pero ese viaje inició al momento en el que se proclamaron campeones nacionales, cuando el marcador cerró 12-6 en contra de la novena de Félix Arce de Mexicalli, el pasado 11 de julio.
Lograron manejar la presión que implicaba representar a Nuevo León, consiguieron la concentración en el Parque Acero (donde se efectuó el encuentro) a pesar de que lucía abarrotado y de que la porra de los contrarios quería opacar a la de los regiomontanos.
Ahora tratarán de mantenerse concentrados y manejar la presión de la mejor forma, pues representarán a su país -México- y los colores verde, blanco y rojo esperan aparecerse en cada jornada de la serie.
Los equipos que disputarán el campeonato son ocho en el grupo internacional y ocho en el grupo -Estados Unidos-. Los clasificados son México, Asia y el Pacífico, Australia, Canadá, Caribe, Europa, Japón y América Latina.
Mientras que del país vecino son las novenas de: Great Lakes, Mid, Midwest, New England, Northwest, Southheast, Southwest y West.
Para el primer encuentro la novena de los Vaqueros buscará vencer a Canadá el 15 de agosto y si logra vencer, jugaría con el ganador del partido siete (América Latina o Japón).
En caso de salir derrotados jugarían el 16 de agosto con el equipo perdedor del partido número siete.
Desde el 14 de agosto que inicia la serie, hasta el día 24 del mencionado mes, las novenas tratarán de avanzar buscando conseguir derrotar a cada rival.
Los pequeños están motivados y aseguran que desde el inicio buscarán demostrar su nivel de juego, intentarán todo para llegar a la final, para posteriormente regresar a casa como ganadores.
Obstáculos rumbo
a la Serie Mundial
Algunas de las complicaciones que pusieron los nervios de punta al entrenador, a los jugadores y a la familia, fue el trámite de pasaportes y visas, pues tres miembros no contaban con los documentos.
Fueron dos elementos del staff quienes no tenían el pasaporte mexicano y un menor. La papelería del jugador ocasionó un retraso de tres días en la entrega debido a errores en el nombre.
Y al cambiarse la sede del Consulado de Monterrey a Santa Catarina hubo traspapeleo, por lo que el viernes, un día antes de su partida, les entregarán la papelería de emergencia.
Entre visas y pasaportes fueron alrededor de 12 mil pesos, y a pesar de que el alcalde de Guadalupe, César Garza, los apoyó con 200 mil pesos para los gastos de los pequeños, se necesitaban más recursos.
En cada partido, la porra conformada por los padres de familia es una parte elemental para elevar la confianza y seguridad de los deportistas, así que todos debían asistir.
Las familias decidieron utilizar sus ahorros o incluso, endeudarse, con el fin de apoyar a sus hijos.
“Las tarjetas de crédito están por los cielos, expresó Mayra Correa, mamá de Ruy Martínez, quien afirmó que se hizo de todo para que los niños fueran acompañados por al menos un familiar.
Dicho objetivo lo cumplieron y aunque no viajarán todos juntos, los integrantes de los Vaqueros llevarán a su familia, para compartir cada triunfo o tener quien los consuele en caso de una derrota.
“Todos los padres de familia van a ir al torneo, en unos casos sí va toda la familia, en otros sólo va la mamá o los abuelos, pero no van a estar allá solos”, enfatizó.
La porra ya tiene sus boletos de avión y las reservaciones en el hotel, para el tiempo que dura el torneo.
Buscaron patrocinios en empresas, restaurantes y agencias, pero el tiempo era muy corto para una respuesta, aunque no pierden la esperanza.
“Ahorita todos ya pagamos hoteles y avión con tarjetazo, vamos a llegar endeudados, entonces lo que se pueda recibir después, bienvenido”, comentó.
En un inicio pensaron salir a botear, hacer alguna rifa y buscar a los patrocinadores, se enviaron cartas y continúan en espera del apoyo.
Jorge de la Rosa, jugador de beisbol profesional en la novena los Rockys de Colorado, donó dos guantes, dos gorras y una camisola que pretenden subastar al regreso del viaje.
Por ahora, los preparativos, la emoción y los nervios están a la orden y no consiguieron organizar una subasta para obtener fondos, se espera realizarla a su regreso.
“Ojalá que las puertas que se tocaron se abran antes de irnos y si no pues cuando regresemos también las vamos a necesitar”, reiteró.
Los familiares alcanzarán a los jugadores el 12 de agosto, que es cuando parten rumbo a Williamsport; los boletos de avión oscilaron entre los 5 mil 500 y 8 mil pesos.
La habitación de hotel que reservó el señor Gabriel Heredia, fue de 18 mil 500 pesos, la cual es para cuatro personas y se pretende que las señoras que sólo van con un niño chiquito o solas, las compartan con otras mamás, para economizar.
“Contemplando a tres miembros de la familia para que acompañe a un niños, en lo que es el avión, el hospedaje, la renta de carros y alimentación, son como 58 mil pesos más o menos”, detalló.
Los últimos días han sido de nervios, así lo describe Mayra Correa, quien a la vez está emocionada por la experiencia que tendrá Ruy Martínez, su hijo.
Los parientes que acudieron a la justa deportiva en años anteriores, juntaban dinero, rentaban autobuses y viajaban por casi 40 horas; ahora, todas las familias van en avión pero con distintas escalas.
“Estuvimos viendo si salía mejor que nos fuéramos desde Laredo o de San Antonio, pero el traslado de aquí a allá y dónde dejábamos los carros, que cuánto cobra el aeropuerto eran muchos gastos”, explicó la mamá de Ruy.
Todos querían trasladarse juntos, pero al acudir a las agencias de viaje para cotizar, les comentaban que al hacerlo, ellos mismo estaban creando la demanda y por ende el aumento de precios en los boletos de avión.
“Lo que empezamos a hacer fue separarnos, unos van a llegar a Pittsburg, otros Nueva York y otros a Philadelphia, porque no se pudo hacer todo juntos.
“Esa era la idea, irnos todos el mismo avión, llegar todos juntos al hotel, porque de donde llegamos, todavía para Williamsport tendremos que rentar un carro y unos hacemos tres horas y otros cuatro”, dijo.
Para Mayra Correa es una satisfacción enorme acudir a apoyar a su hijo, quien desde los cuatro años practica el beisbol.
Ha acudido a competencias nacionales, “pero obviamente el más fuerte y el más soñado es este, el mundial”, comentó.
Su hijo está desde los 4 años, por lo que una experiencia de tal magnitud lo tiene muy emocionado; está desde la categoría premoyote y ha tenido la fortuna de participar en varios nacionales, pero obviamente el más fuerte, el más soñado es éste.
Somos una gran familia
Los pequeños que ya contaban los días para su partida se quieren como hermanos, ahora se nota más la unión, somos una gran familia, dijo Zoila Margarita Blanco.
La abuela de Alex García ha acompañado a su nieto en cada partido, desde que el pequeño jugaba en la categoría biberones.
“Ya había participado en torneos nacionales, casi cada año quedaban, el único año que no quedo fue el pasado, su primer año en categoría pequeña, pero ahora le tocó irse hasta el mundial”.
Alex estará acompañado de sus abuelos, sus padres y su hermano. “Nosotros nos iremos a Houston en autobús, de Houston a Nueva York en avión y de ahí a Pensilvania en carro”, dijo.
Zoila Blanco aún recuerda la emoción de la final nacional, comentó que los niños ya se sentían ganadores.
“Los niños le echaban porras a Dios y decían ‘¡eeeehh gracias Dios! ¡Eeeehh vaqueros, vaqueros, vaqueros!’”.
Recuerda el estadio lleno, asistieron varios equipos de ligas a las que ya habían vencido, todo con Nuevo León.
“Mi nieto está emocionadísimo, le echa más ganas, se cansa más porque dice que ahora los ejercicios son más pesados, más físicos”, explicó.
Al filder (Álex) le encanta su posición y está muy feliz por la oportunidad de ir al mundial, de ir a su sueño, un sueño que todos esperan.
Siempre les aconseja que no se dejen caer en los errores, al contrario, les dice que se levanten con más fuerza.
La abuela de Alejandro García es quien encabeza las porras: “Ponte perrón eee uh uh uh uh”, o la de “¡Peeee- pégale, pe- pe- pe péeegale… macizooo y durote!”.
Con tablas, matracas, cornetas, panderos, cencerro, tambor y las ganas de gritar hasta quedarse afónicos.
“Ahorita por eso no quiero hablar mucho para poder gritar allá, me dice mi esposo que porque ando tan seria y yo le digo que estoy guardando voz para ir a cantar allá”.
Asegura que son los padres de familia los que están más emocionados que los niños, porque para ellos es una satisfacción enorme, el reflejo de todo el trabajo realizado.
Los días antes del viaje practicaron curvas y rectas con mayor velocidad para estar preparados ante cualquier rival, pues cada equipo trae su estilo y fuerza.
“Yo siento que van a quedar campeones, tienen mucha fuerza, mucho coraje, mucho valor y se ve que le están echando muchas ganas, son muy unidos.
Se ven como hermanos, le digo somos familia y nos entendemos, nos respetamos y entre ellos también, mucho amor se tienen”, enfatizó.
Para cada torneo los Vaqueros de Linda Vista se encomiendan a Dios, el domingo 3 de agosto tuvieron una misa en la iglesia San Juan Bosco.
“Siempre hacemos la bendición para los niños antes de cada torneo en Santo Domingo Sabio, que es la iglesia de la Colonia, ahora ya nada más falta que se haga la misa antes de que se vayan al torneo y será el jueves a las 18:30”, informó Mayra Correa.
“El Piojo” motiva a los Vaqueros
Días antes de viajar a la Serie Mundial de Logas Pequeñas, los Vaqueros tuvieron una plática con el técnico de la Selección Mexicana de Futbol, Miguel Herrera.
A pesar de que son deportes distintos, el DT conoce del trabajo en equipo, el apoyo, la presión, los nervios y múltiples factores que podrían afectar el desempeño de los pequeños.
El encuentro se dio el jueves 7 de agosto en el Auditorio de la Preparatoria 8, ubicada en el municipio de Guadalupe.
Donde acudió todo el equipo, el staff, los padres de familia y los motivadores, pues además del “Piojo”, el ex coach de Borregos del Tec, Frank González, también habló de la presión de un torneo.
César Garza, alcalde del mencionado municipio en coordinación con Saúl López, presidente de la Liga, contactaron a las figuras deportivas para reforzar la preparación de los pequeños.