El 80 por ciento de la población no sabe cómo actuar cuando una persona se está atragantando, por ese motivo las muertes por asfixia son muy comunes. Existen varias opciones donde paramédicos y profesionales de la salud pueden enseñar a la gente qué es lo que tienen que hacer en caso de una emergencia de este tipo.
Los casos por atragantamiento suceden de forma muy común, sin embargo tanto sólo el 20 por ciento de la población sabe cómo actuar ante esa situación, aseguró el encargado del Departamento de Capacitación en la Cruz Verde Monterrey, Florentino Martínez Hernández.
Explicó que existen dos tipos de obstrucción en los conductos respiratorios: La parcial y total. En la parcial la persona puede toser o hablar, sin embargo tiene dificultades para respirar; mientras que en la total no hay acceso de aire a los pulmones.
Cual sea el tipo de la obstrucción, es necesario mantener la calma y hacer compresiones en la boca del estómago, hasta que la persona arroje el objeto o se lo trague, pues si eso no sucede, podría perder la vida.
Son diferentes las técnicas que se aplican para adultos, niños y lactantes, sin embargo, el objetivo es el mismo, evitar que se asfixien con lo que está obstruyendo sus vías respiratorias.
“La maniobra para atender los atragantamientos -que es una de las emergencias más graves-, se soluciona con una técnica de manos sencilla.
“En el caso del adulto hay que parase detrás de la persona, rodear su abdomen, colocar una mano cerrada en la boca del estómago y con la otra comprimir en repeticiones de cinco veces, hacia atrás y para arriba”, explicó el especialista en primeros auxilios.
Al momento en que se lleva a cabo esa acción, el diafragma se va hacia arriba, comprime los pulmones y el aire que está atrapado ejerce una fuerza sobre el objeto, expulsándolo.
Cuando la persona queda inconsciente se tiene que llamar una ambulancia, mientras tanto se tendrán que seguir haciendo las compresiones en el pecho para desbloquear la tráquea y evitar un problema mayor.
“Si una persona deja de respirar y la gente se espera hasta que lleguen los paramédicos, podría ser dañino. El paramédico llega y la hace las técnicas, logra que el paciente respire y que funcione su corazón, pero podría quedar con un daño cerebral para toda su vida”, apuntó.
Para auxiliar a los infantes de 2 a 10 años, prácticamente se usa la misma técnica que en adultos, pero quien aplica el auxilio tiene que pararse a la altura de los menores y transmitir confianza, pues los niños suelen desesperarse y perder el control.
“En el caso de los niños tenemos que pararnos detrás e hincarnos para estar a su altura, tranquilizarlos -que es la parte más difícil-, luego pasamos nuestras manos por sus axilas y hacemos la compresión en la boca del estómago.
La técnica cambia cuando el accidente se da en un menor de dos años, pues el diafragma es más pequeño y sus huesos aún no son lo suficientemente fuertes para soportar la presión de una mano de un adulto.
“En el caso de los lactantes, primero tenemos que sujetarlos boca abajo sobre nuestro brazo y sostener su cabeza sin obstruir su boca y nariz, para que al momento de darle golpes en la espalda pueda arrojar el objeto”, indicó.
La cabeza del bebé tiene que estar más inclinada que todo el cuerpo para que la fuerza de gravedad le ayude a arrojar lo que obstruye su vía respiratoria.
“Después no lo cambiamos de mano, siguiendo siempre con el control de la cabeza, y entre las tetillas del bebé trazamos una línea imaginaria y en el mero centro hacemos la compresión con los dedos medio e índice.
“La técnica tiene que ser de media a una pulgada para que la compresión sea efectiva, en el caso de los adultos hay que presionar de una pulgada y media a dos”, detalló.
Es importante resaltar la importancia de no sujetar a los bebés de la cabeza y pies o golpearlos en la nuca, pues esos movimientos bruscos les podrían causar alguna lesión en la columna vertebral y otras partes del cuerpo.
Es común que los infantes se atraganten con canicas, monedas, cubos de lego o piezas de rompecabezas; mientras que en los adultos es con comida, y huesos de fruta.
El especialista aseguró que si la maniobra se hace de manera correcta, las personas expulsan el objeto en las primeras compresiones, sin embargo es necesario visitar a un médico para descartar lesiones.
Lamentó que de cada 10 ciudadanos, cuatro creen entender las técnicas, pero sólo dos saben aplicarlas, por eso es muy importante que la población comparta los conocimientos y así evitar las muertes por asfixia.
Los decesos por obstrucción de la vía respiratoria se incrementan en temporadas vacacionales, especialmente en el periodo de verano, porque es cuando los niños están de vacaciones y pasan más tiempo en la casa.
Por ese motivomen verano se imparte el campamento donde los niños aprenden y se divierten, mientras que los padres de familia se instruyen en primeros auxilios.
“En verano hacemos grupos con niños de 6 a 12 años e impartimos los conocimientos necesarios para que sepan cómo actuar en caso de un accidente”, señaló.
Las fechas, requisitos y el cupo, se dan a conocer a través de redes sociales y medios de comunicación o bien la gente puede llamar al teléfono de la dependencia: 83715206.
Martínez Hernández recomendó a los padres de familia, no exceder la confianza que les dan a sus hijos, pues aparentemente están preparados para realizar algunas tareas, sin embargo, se podría suscitar algún accidente.
“El mejor supervisor del hijo es el padre, deben vigilarlos constantemente: verlos que no se suban a los árboles, que no brinquen en la cama, no dejar los productos de limpieza a su alcance, entre otras medidas de seguridad”, puntualizó.
Finalmente extendió el exhorto para que en la venidera temporada de Semana Santa la ciudadanía implemente actos de seguridad y así salir con saldo blanco en estas vacaciones.