La crisis económica ha afectado a todos los niveles sociales y las empresas de autobuses no han sido la excepción. El gerente de la terminal camionera de Monterrey, Edgar Mejía Bravo, comentó que en la segunda quincena del mes de septiembre la afluencia de pasajeros comenzó a reducirse, por lo cual ya se han dejado de dar mil 426 servicios.
Aseveró que para poder subsistir ante la crisis se realizan grupos de trabajo con los empleados para disminuir costos de operación y también se realizan recortes de corridas.
“No hay demasiado pasaje, de los 31 mil que traemos, representa un ocho por ciento menos. Para poder abatir la crisis las empresas ven la necesidad de recortar corridas que no son muy rentables, sobre todo entre semana, algunas que tenían cada hora se reducen a cada dos, si van a dar un servicio que te va a provocar gasto, mejor no lo das para que no te provoque pérdida.
“Buscar el mantenimiento en esta temporada, pero también tratando de cómo disminuir los costos, ahorrando luz o agua”, comentó.
La Central Camionera brinda servicio a 17 empresas, salen alrededor de 21 mil personas diariamente y recibe un promedio de 24 mil, que en comparación con el 2008 disminuyó alrededor de 850 usuarios. En estas fechas el destino más solicitado es Guanajuato.
Durante los días en los que se mantuvo la contingencia sanitaria en el mes de mayo se recortó el número de pasaje en un 40 por ciento, se dejó de percibir un 45 por ciento de ingresos, incluso llegaron a tener un promedio de ocho personas por unidad.
El mes más crítico para los transportistas es octubre y se espera una baja del 16 por ciento de viajes.
Por su parte el jefe de oficina de Omnibús de México, Fernando Pérez Garza, aseveró que se han visto en la necesidad de reducir las tarifas desde el 2008 a un 50 por ciento debido a la competencia con las aerolíneas, pero aunque generó más pasajeros la ganancia era poca.
Actualmente optaron por regularla, ya se ha visto una baja del 15 por ciento de usuarios, pero los ingresos serán los mismos.
“Por ejemplo, durante agosto de 2008 se tenía como destino la ciudad de México y salían un promedio de 3 mil pasajeros diariamente. Hoy manejamos un promedio de 2 mil, lo que indica que la gente ha dejado de viajar debido a que no tiene recursos, pero a la vez no nos genera pérdida porque el costo del boleto ya se recuperó.
“Hasta la fecha no hemos hecho reajuste de personal, se sigue con la misma plantilla, que son aproximadamente 50 personas, pero si vemos más difícil el panorama tendremos que hacerlo”, refirió.
Hay que señalar que por los meses de mayo y junio, cuando la alerta de Influenza A H1N1 estuvo presente, los ingresos de la empresa de autobuses disminuyeron un 30 por ciento.
También para poder colaborar en el bolsillo de los usuarios, las compañías tienen disponible el servicio del 50 por ciento de descuento a estudiantes (en periodo vacacional), adultos mayores y un 25 por ciento a maestros.
Las mejores épocas del año son diciembre y Semana Santa, donde llegan a tener hasta un incremento del 20 por ciento de las ocupaciones de unidades, por lo cual ingresan corridas extras. En temporada normal son 140 corridas y se cuenta con 700 autobuses a nivel nacional.
En tanto, el jefe de ventas de la empresa Futura, David Ruiz Perales, aseveró que para poder sostener los gastos se han visto en la necesidad de enviar a los empleados uno o dos días a descansar.
Las corridas diarias son 230 y se cuenta con una plantilla de trabajadores aproximada a los mil 200, entre quienes se encuentran operadores, vendedores y equipajeros.
“Hasta la fecha no hemos despedido a nadie, les damos capacitación para que le echen ganas y vendan los boletos, la gente se aplicó, por eso no hemos despedido a nadie, lo que sí es que ha principios de año era una guerra de tarifas y el precio del diesel se iba incrementando, entonces la empresa resintió esto”, dijo.
Los encargados de las diferentes empresas de autobuses coinciden en que hacen todo lo posible para mantenerse y tratan de que los usuarios no se vayan a otro medio de transporte.
LUCHAN POR SOBREVIVIR
TIENDAS DE ROPA INFANTIL
Los negocios de la venta de ropa infantil también se han visto afectados por la crisis económica y para sobrevivir han tenido que recurrir al reajuste de personal, disminución en la compra de prendas a proveedores y descuentos que llegan hasta el 50 por ciento.
Galería Infantil, ubicada en Plaza México en el centro de Monterrey, tiene más de 16 años operando; sin embargo, en los últimos meses ha resentido fuertemente la crisis, pues las ventas han bajado un 70 por ciento, informó Silvia Martínez Valenzuela, gerente general.
“Esta es la matriz y es una de las tiendas más afectadas por la crisis, tenemos otras cuatro sucursales, pero esta es la más afectada porque es un mol donde la gente no compra, sólo anda de paseo, la venta ha estado bastante mal.
“Se ha optado por pagar rentas atrasadas, hemos tenido que recurrir a préstamos bancarios, incluso al bolsillo del dueño para poder sobrevivir, de hecho se está analizando la posibilidad de cerrarla porque en ocasiones no sale para pagar siquiera el sueldo de las empleados”, comentó.
En las cinco tiendas donde se vende ropa para primera comunión, equipos de bautizo, vestidos de princesa, zapatos y otros artículos, se contaba hace cuatro meses con una plantilla aproximada de 30 empleadas, cifra que ha disminuido en un 50 por ciento, ya que tanto en la tienda de Plaza México y en la que está ubicada en Galerías Monterrey –que son las más chicas- se cuenta con una cajera y una vendedora, anteriormente se contaba con tres.
“Entonces la situación está realmente muy difícil, teníamos un promedio de seis, siete empleadas, encargada, cajera por tienda y ahorita tenemos cinco chicas, entonces la cajera también hace la función de vendedora, pero de las vendedoras que están muchas no se ocupan porque realmente no hay gente que compre”, dijo.
Agregó que se ha disminuido la adquisición de prendas con los proveedores, en años atrás eran de ocho corridas (cada una es de 10 a 12 vestidos) por negocio, ahora es sólo de una corrida.
“Y si no lo vende una tienda, la otra se lo pasa y así estamos llevando esto. Los fines de semana buenos ya se acabaron, la venta es muy poca, si acaso sacamos de ocho a 10 vestidos por tienda, antes sacábamos casi 30 en las tiendas grandes”, señaló.
Notablemente preocupada por la situación, Silvia confía en que el panorama se mejore, y es que han tenido que recurrir a ofrecer descuentos que van desde el 10 hasta el 50 por ciento.
“Tenemos mucha ropa rebajada, de hecho conjuntos de invierno los hemos tenido que exhibir a precios muy económicos con un 20, 30 por ciento, precisamente para tener un poco más de venta”, refirió.
Además se cuenta con sistema de apartado de 15 a 20 días con un 40 por ciento de anticipo, pero aún así la gente no quiere tener deudas.
INFLUENZA FUE DEVASTADORA
La Influenza ha provocado la pérdida de vidas humanas, pero también la de ingresos para los negocios y Galería Infantil no fue la excepción.
“Las calles estaban vacías y tuvimos que cerrar dos días por ordenes de la Secretaria de Salud y perjudicó mucho la venta y se tuvo que pagar el sueldo de las empleadas del bolsillo del dueño”, dijo Silvia.
Alma de los Santos, cajera de Mundo Infantil, mencionó que entre semana las ventas son muy bajas, incluso en ocasiones se realiza el corte de caja con menos de mil pesos.
Por lo pronto, todo el personal se esmera en atraer al cliente, ya sea invitándolo a pasar sin compromiso de compra, siempre tratándolo amablemente y ofreciendo los descuentos.
BOLEROS INCREMENTAN HORARIO
Aunque no es un negocio formal, la crisis económica no respeta a los boleros. José Cruz Rodríguez, lleva más de 30 años dentro del oficio y para mantenerse tiene que ofrecer un buen servicio, incluso fiar a algunos de sus clientes, así como incrementar el horario para obtener ganancias.
José se ubica de lunes a viernes en la Plaza Hidalgo, en el centro de Monterrey, sus clientes son de los hoteles de la zona rosa, pero han bajado los ingresos debido a la poca afluencia de turistas.
“La clientela se ha venido reduciendo desde hace un año y medio, no hay muchos turistas, empresas que venía a México cada 15 días o cada mes, hoy lo están haciendo cada semestre, entonces en hoteles y restaurantes tanto los visitantes como empleados venían y se boleaban, pero bajó hasta un 60 por ciento, incluso con la alerta de la Influenza disminuyó en un 95 por ciento, así de mal.
“Para sobrevivir a veces tengo que fiar, pero se tardan en pagar; otros clientes me dan propina, le tengo que meter ´filo´, más horas al trabajo, algunas dos, por ejemplo si antes entraba a las nueve de la mañana, ahora una hora antes y me quedo hasta las ocho, no hay otra alternativa, también arreglo bolsas, tapas, tacones, pero ya en un taller con un amigo”, comentó.
Cada boleada tiene un costo de 15 pesos, anteriormente tenía un promedio de 20 clientes diarios, ahora es de 10. Los mayores ingresos se reciben en días de quincena.
José tiene dos hijos, de 9 y 19 años, a quienes debe pagar educación y alimentación, por lo cual sigue atendiendo amablemente a sus clientes tratando de ofrecer un servicio de calidad para poder salir adelante a pesar de la crisis.
VENDEDORES AMBULANTES SUFREN
Julio César Sánchez es un vendedor de máscaras de lucha libre y playeras, aunque llueva, haga frío o calor tiene que salir a la calle para buscar un ingreso y llevar el sustento a su familia.
Tiene más de seis años en el oficio y dijo que para poder sobrevivir tiene que esforzarse al triple en su trabajo, y es que años atrás las ventas estaban mejor, ahora han bajado un promedio del 30 por ciento, por lo cual para mantenerse ha tenido que disminuir el precio de los productos.
“Tenemos playeras que antes se vendían en 100 pesos, ahora están en 80 y las máscaras, pues también las bajamos casi son 20 pesos; antes las teníamos en 170, ahora en 150, y las de niños a 50 pesos.
“Las ventas han estado muy flojas, en un día bueno vendía mil pesos, ahora vendo 400, pero en pocas ocasiones se da esto, ya tenemos desde el año pasado así”, explicó César.
Para poder sobrevivir ha optado por abrir un pequeño negocio en su casa de venta de novedades, el cual es atendido por su esposa.
TIENE PÉRDIDAS SECTOR GANADERO
Otro de los sectores que se ha visto afectado por la crisis económica ha sido el ganadero, que aunado a la ausencia de lluvia registrada en meses pasados provocó malvender las reses para poder obtener recursos.
Arturo Cantú, originario de China, Nuevo León, considera que el segundo semestre de 2008 y todo este año han sido difíciles, pues obtiene sólo un 40 por ciento de lo que en fechas atrás adquiría.
“Este año ha sido difícil, el primer problema que tuvimos es la falta de agua, como no teníamos, no había venta, no hay comida que es lo que más nos perjudica para la venta de ganado, el que no tengamos grano, porque deben de mantener un peso que sea atractivo para el cliente”, comentó.
El ganadero, de 31 años de edad, señala que es hereditario dedicarse a la venta de reses, pero verdaderamente el bolsillo se ha visto dañado, pues los ingresos disminuyeron en un 60 por ciento.
“Vendía por semana más de siete vacas, el precio lo tuve que bajar mucho, de 12 mil pesos por cada res se fue hasta los cinco mil; ahorita parece indicar que mejorará la situación porque mínimo ya llovió, entonces eso ayuda a que el campo se recupere, se mejore el ganado, por lo menos tenemos agua, ya no costará mantenerlas y sacar dinero del bolsillo”, explicó.
Por lo pronto, lo mejor es que las lluvias mejorarán el panorama.
Cabe mencionar que los estados más afectados en el 2009 por la escasez de agua lo cual provocó la disminución en las ventas del ganado son Chiapas, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Jalisco, Campeche y Yucatán; en tanto los municipios de la entidad más dañados fueron Doctor Arroyo.