
Si existiera un mote que defina a Guillermo “Memo” Rentería sería: “el orquestador de campañas históricas”.
Y es que el publicista de la exitosa campaña del primer gobernador independiente de México, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, ya había escrito su nombre en la historia nacional al contribuir en la victoria de Ernesto Ruffo Appel, el primer opositor en ganar la gubernatura de Baja California en 1989.
Catalogado como un mercadólogo “políticamente incorrecto”, el originario de Mexicali nunca imaginó que participaría en campañas políticas, ni que su irreverencia creativa uniría las ilusiones de ciudadanos buscando un cambio.
Tras el triunfo de “El Bronco” en Nuevo León, la marca Memo Rentería ha resonado más fuerte entre los actores políticos mexicanos que tocaron la puerta de su agencia para solicitar los servicios de su mente rebelde.
Sin embargo, en entrevista para Hora Cero, asegura que se alejará de las campañas para apoyar a “El Bronco” y seguir impulsando el movimiento independiente en México, con miras a las elecciones presidenciales de 2018.
Para el cachanilla, más allá de la pasada victoria en Nuevo León, está satisfecho por haber ayudado a despertar la conciencia de los ciudadanos, un objetivo que ya visualizaba desde 2005, antes de conocer a Rodríguez Calderón.
> ¿Cómo llegaste al mundo de la mercadotecnia política?
Pues fue meramente circunstancial. En 1989 en Baja California (de donde es originario y vive) surgió algo parecido al movimiento que se vivió en Nuevo León, pero con el primer gobernador de alternancia, Ernesto Ruffo Appel.
En esa campaña se detonó una efervescencia ante la posibilidad de un cambio, y como un ciudadano más de Baja California estuve muy atento a todo lo que acontecía.
Como soy un rebelde de nacimiento, un hereje, un blasfemo, un cuestionador, un irreverente que siempre está buscando o asomándose a las cosas alternativas, más allá de lo establecido, me identificaba mucho con esa campaña porque atentaba con lo establecido.
> ¿Cuáles fueron tus “pininos” en la mercadotecnia política?
(Ernesto) Ruffo es diferente a Jaime (Rodríguez Calderón), pero a la vez son muy iguales porque son políticamente incorrectos y han atentado contra el sistema con un estilo distinto. Esos dos personajes a lo largo de mi carrera han marcado una referencia muy importante en mi vida.
En aquel momento se llamaba la “Ruffomanía” y la seguí muy de cerca. Todavía no me dedicaba al marketing político. Acababa de hacer un posgrado en mercadotecnia y tenía muchos amigos del PAN que estaban participando en esa campaña. Entonces, al final me integro un poquito a hacer unas cositas y hacer unas sugerencias.
Desde luego mis amigos del PAN se asustaban con las cosas (que proponía). Todavía no empezaba y ya se asustaban. La primera sugerencia que hice fue cambiar la canción de la campaña que era de José Luis Rodríguez “El Puma” que me parecía muy banal.
Propuse una de Amaury Pérez que se llama “No lo van a impedir”, muy prendida, política y poéticamente muy comprometedora.
Gana Ruffo y mis amigos “azulitos” me propusieron para hacerme cargo de la parte de la publicidad de todo el gobierno. Y tuvimos que aprender a golpes.
Me empecé a formar dentro del gobierno y viví muy de cerca las cosas; esas circunstancias fueron las que marcaron mi perspectiva de entender, hacer y desarrollar la comunicación política.
> Siendo un rebelde universitario, ¿alguna vez pensaste en trabajar para el gobierno? Por lo general los rebeldes están en contra del sistema.
No, nunca estuve muy interesado en la política, la miraba desde lejos como muchos jóvenes que se siguen manteniendo ajenos a ella.
Era rebelde creativo en la Universidad, era un rebelde cuestionador de ideas, pero no era radical.
Siempre digo que a la Universidad no fui a estudiar. Fui a la Universidad, llevaba mis “inútiles” escolares. Yo estudié en Guadalajara de los 18 a los 23 años, pero mi real Universidad fue que salí de Mexicali, de mi casa, estar solo, experimentar la libertad en una etapa así y tuve la fortuna de estar en un grupo muy creativo, muy rebelde, muy aventado. Entonces, mi Universidad fue la libertad.
> Una rebeldía que finalmente has llevado a estas campañas políticas, ¿correcto?
Exacto. He tratado de abordar esa rebeldía y esa creatividad en un mundo tan acartonado, tan gris, tan predecible, tan estancado, tan podrido y todo lo que se pudre termina por morir.
Entonces, a la política le urgen este tipo de movimientos como la “Broncomanía”. O como en su momento Andrés Manuel López Obrador y Vicente Fox.
> ¿Qué tan diferente fue la campaña de Ernesto Ruffo y “El Bronco”?
Tuvo mucho mayor grado de dificultad la de “El Bronco” porque Jaime inició siendo un hombre e hizo todo con saliva, con uñas y amarrados, a diferencia de Ruffo.
Y aunque a algunos panistas no les gusta que lo diga, Ruffo fue invitado por el segundo partido más importante de México y lo convencieron; había estructura, dinero y muchas cosas ya hechas. En ese sentido Ruffo la tuvo mucho más fácil.
La campaña de “El Bronco” fue más difícil. Los dos estábamos haciendo lo que nos gusta. Fue hasta divertida esta lucha, no la sentimos, no la resentimos. Vaya, hasta la disfrutamos.
Después de 26 años, de 300 campañas políticas, pues sí te dan una seguridad, herramientas, opciones para salir al paso.
> ¿Influye la empatía con el candidato al momento de orquestar estas campañas históricas en el país?
Definitivamente. Con 26 años de diferencia entre el uno y otro, son con los dos personajes con los que mejor he podido fluir, sentirme empático, porque para lograr este tipo de cambios, más allá de capacidad, de decisión, de conocimiento, se necesita una gran dosis de “locura”.
Porque atentar contra el sistema, atentar contra lo que no había antecedentes, se necesita una dosis de “locura”. Como dice la frase: sólo los que piensan diferente pueden actuar diferente. O sólo los locos pueden cambiar el rumbo de la humanidad.
Cuando los presenté a ellos, de igual forma, hicieron un clic natural, y eso es importantísimo cuando tratas de desarrollar un proyecto.
> En 2009 mencionaste que te arrepentías de haber participado en las campañas políticas de ciertos candidatos, ¿a qué se debe esto?
Muchas veces me ha sucedido que me buscan candidatos que quieren aventarse, que te aseguran que están hartos (del sistema), que quieren devolverle algo a la ciudad y se lo crees. Pero resulta que en el camino de la propia campaña se echan a perder.
En la propia campaña no pueden con el ego, no pueden con el ego de sus colaboradores.
Por eso digo que “el ego de los colaboradores pudre las buenas intenciones de candidatos que valen la pena”.
> ¿Cuál es tu expectativa en torno al triunfo de “El Bronco”?
Espero que a diferencia de otros movimientos que se han dado en el país, “El Bronco” sí aporte en la transformación del país.
He trabajado con muchos políticos a lo largo de 26 años de carrera y creo que sólo dos han provocado un desquebrajamiento del sistema: Ruffo y “El Bronco”.
Fox pudo haber desquebrajado el sistema, pero no lo hizo. Andrés Manuel (López Obrador) puso a temblar al sistema, pero no llegó.
Jaime con lo que hizo está desquebrajando el sistema… y lo que falta.
> ¿Trabajarías para alguien del PRI?
Desde hace 10 años estaba buscando una alternativa que no fuera PAN, ni PRI, ni PRD.
Y respondiendo a tu pregunta de que si trabajaría para alguien del PRI, te diría que tal vez no. Lamentablemente pertenecer a un partido, sobre todo al PRI o el PAN, resta mucha credibilidad, incluso a las buenas personas.
No quiero cerrar la puerta, pero ahora que está la alternativa independiente los partidos merecen una lección más grande que la que ya recibieron.
> ¿Crees que “El Bronco” es una consecuencia de una revolución digital y social que recientemente se ha registrado en la entidad?
“El Bronco” se fue formando su camino siendo políticamente incorrecto, que es la naturaleza que nos une.
Es un ser humano que lamentablemente tuvo que vivir una serie de cosas que le hicieron cambiar su concepto de la vida. No cambió porque se haya salido del PRI hace ocho meses. Él ya era una persona muy particular, muy ocurrente, de campo, muy sencilla.
El Internet y la evolución tecnológica ayuda mucho para comunicarnos mejor y darnos cuenta que no estamos solos, que muchos piensan igual que yo.
La tecnológica ayuda a comunicar las ideas y los sentimientos, en este caso el sentimiento de hartazgo.
Así Jaime tuvo la visión de echarse un brinco en esta herramienta (Internet) novedosa y fue capaz de aglutinar, de hacer coincidir. De inspirar a mucha de esa gente que está harta del sistema y de los políticos tradicionales.
> Tengo entendido que se conocieron hace dos años y medio en Argentina. ¿En ese entonces creíste que iba a ser el abanderado de ese proyecto antisistema en Nuevo León?
Así es. Por eso cuando me dijo: “te contrato, no tengo para pagarte, pero ayúdame a poner de cabeza el sistema político y para eso necesito ser gobernador”, en ese momento me convenció. Lo seductor no fue “te invito a jalar y no tengo dinero”, eso no fue muy seductor, pero “ayúdame a poner de cabeza el sistema político mexicano” eso sí fue tremendamente seductor.
Es lo que siempre estuve esperando. Fue una empatía grande. Fueron dos piezas que se juntaron de manera natural.
> Has mencionado que era una campaña política que no se tenía estrategia y que se vivía al día conforme a lo que se sentía en las calles…
Hay una frase famosa que dice: “tiene melena de león, cara de león, ruge como león y apesta como león, ¿qué es?, pues un león”.
Pero ahora vamos a manejarlo a la inversa. Una campaña si no tiene partido, estructura, spot de televisión, de radio, pendones, encuestas, pues no puede ser llamada campaña, porque no hicimos nada de lo que se supone debemos de hacer.
Lo que sí fue tratar de canalizar o encausar una venganza social, ese sentimiento acumulado del que hablé que tenemos desde hace 500 años.
Entonces esto no fue una campaña, fue una venganza. Y si no lo creen, fijémonos en el resultado. No ganó por uno o por dos puntos. Ni toda la brocheta de partidos encajados sacó más votos que este movimiento independiente.
> ¿Cuándo se dieron cuenta que la campaña estaba funcionando a la perfección o que estaba dando más de lo que esperaban?
Siempre vimos, desde antes de empezar, siempre supimos o sentimos que podía funcionar. Y cada paso que fuimos dando veíamos que estábamos construyendo esa catedral.
La pared fue agarrando forma conforme le fuimos poniendo ladrillos, pero desde que pusimos el primer ladrillo ya sabíamos que estábamos construyendo algo. Aunque no teníamos la seguridad, veíamos con mucha confianza la posibilidad de sacar esto adelante.
Entonces, en el camino se fueron dando muchas señales que iban fortaleciendo esa confianza y que nos iban indicando que íbamos por el camino correcto, con grandes posibilidades.
Aunque nunca hicimos una encuesta, siempre fue algo que sentimos, era innegable el crecimiento, la empatía que la gente tenía con “El Bronco”. Los que no creían eran los rivales y las encuestas de los rivales.
Afortunadamente los únicos que empezaron a valorar esto de manera muy acertada fueron ustedes: Hora Cero. Por eso me he convertido en un promotor de lo que hasta hoy ustedes tan atinadamente han hecho en la evaluación de las encuestas. Desde estos meses que los conocí, siempre a donde quiera que voy los presumo como un periódico que han hecho las evaluaciones más certeras de lo que nosotros íbamos sintiendo en la calle. Entonces siempre hubo indicadores que fueron fortaleciendo la confianza de que este proyecto lo íbamos a sacar adelante.
> También los ataques eran indicadores positivos para ustedes, ¿no?
Sí, claro, porque por algo nos atacaban. Eso era ya era algo muy sintomático que nos voltearan a ver. Que pidieran ayuda en México, a los medios nacionales, era un gran indicador. Era una gran turbulencia en el avión, pero mientras más veíamos la turbulencia, más veíamos que nuestro avión estaba bien hecho porque más resistía y más confianza nos daba de que íbamos en un gran avión, que tenía todo para resistir y llegar a un buen aeropuerto.
Hicimos lo que teníamos que hacer, hicimos todo cuanto teníamos a nuestro alcance.
> ¿Qué sigue para Memo Rentería?
Espero seguir haciendo lo que me gusta, que ha sido mi fin en la vida. Seguir teniendo la fortuna de dedicarme a hacer lo que me gusta tanto en el terreno personal como en el profesional.
En el terreno profesional yo lo que creo que voy a hacer es ayudar a Jaime en su gobierno, desde afuera.
Si la gente coopera como cooperó con la campaña, o sea, si la gente de Nuevo León no se sienta en el confort y pide que ahora Jaime resuelva todo, no tengo duda que Jaime va a ser un gran gobierno. En ese sentido espero comunicar los resultados de ese gobierno.
Quiero en lo personal colaborar a seguir extendiendo fuera de Nuevo León y de México esta llama de esperanza que detonamos. Voy a trabajar en algo para hacer lo posible de que en 2018 el milagro se haga más grande, que en 2018 pueda haber un candidato independiente ganador en la Presidencia del país.
No sé quién vaya a ser el astronauta de esa nave, pero por lo pronto hay que ir generando esa plataforma; hay que ir generando confianza en todo el país de que así como en Nuevo León fue posible, bien puede ser posible a nivel nacional.
Y ya de “pilón”, como la gente está volteando a verme, si puedo desarrollar otro tipo de proyectos de comunicación, lo voy a hacer, más allá del ámbito político. Estoy pensando seriamente en no hacer campañas electorales.
> Finalmente, ¿qué piensa tu familia de todo esto?
Ha sido una aventura cansada y muy larga llegar a este punto profesional. Siempre me dijeron loco, con un aire peyorativo.
Circunstancialmente el 8 de junio sucedió un milagro y el 8 de junio amanecí convertido en un genio para los ojos de la gente. Yo sigo siendo el mismo de siempre. El 8 de junio amanecí con una legión de gente detrás de mí, queriendo correr conmigo, pero ahora yo les dije que ya no quería correr porque ya llegué a donde quería llegar. El fuego ya está, ahora sólo hay que avivarlo.
Pero encender esta llama he tenido que pagar un costo: 26 años de muchas ausencias en mi casa. Mis niños crecieron frente a un papá que iba y venía, que siempre estaba ausente.
Hoy lo que quiero hacer es recomponer mi vida profesional para poder seguir haciendo lo que quiero, pero permitirme mejorar mi calidad de vida con mi familia.
No cobré para esta campaña, pero ¿qué cantidad podría equivaler para pagar todo lo que he vivido en Nuevo León hasta el momento?
Esto apenas comienza. ϖ