
Aunque las cosas en Acción Nacional distan mucho de ser como en el PRI, el legislador estatal albiazul Ranulfo Martínez Valdez reconoce que a la larga pueden cobrarles la factura, ya que el ciudadano veía en el partido albiazul la esperanza de un cambio, por ello considera que el impacto emocional para el electorado es mucho mayor.
Martínez Valdez competía dentro de su partido por la diputación federal del séptimo distrito; sin embargo, antes de llevarse a cabo la elección interna decidió hacerse a un lado al detectar irregularidades en el proceso.
“No había la equidad para decir que participaba en las mismas condiciones de los otros aspirantes y que tenía posibilidades de ganar, no tanto por el simple hecho de ganar, simplemente tener las reglas del juego parejas para todos”, mencionó.
Eran cuatro los aspirantes además de él a luchar para ganar esta curul en la Cámara baja, Yolanda Villarreal, Javier Dávila y su compañero congresista Fernando Kuri Guirado; aunque en el camino para obtener la candidatura constató que los dados ya estaban cargados.
“En las visitas no encontramos más de la mitad, en unos casos en ese momento no estaban, pero en una cantidad importante los mismos vecinos decían que no vivían ahí o incluso ya vivía otra persona, había quienes trabajaron en San Nicolás, encontramos mucha relación con este grupo o que también trabajaban en el municipio de Monterrey, con esto ya estamos hablando de casi un 60 por ciento por lo que parece imposible que alguien distinto a estos grupos pueda ganar la elección.
“También había quienes no vivían ahí, tenían muchos años que se habían cambiado, incluso casas abandonadas o destruidas y pues qué casualidad que como quieran van a salir a votar, lo que nos hace pensar que hay un padrón alterno de donde se encuentran esos panistas”, dijo.
Desde su prespectiva, Yolanda Villarreal sería la beneficiada (al cierre de esta edición la Comisón Electoral Estatal de Acción Nacional ya había confirmado que ella sería su abanderada como diputada federal por el principio de mayoría relativa), al estar ligada directamente a este grupo como parte de la Comisión de Honor del Consejo.
Martínez Valdez explicó que tan sólo en este distrito más de 33 por ciento de los panistas son de nuevo ingreso, entrando la mayoría de ellos a través de la designación inducida del Comité Estatal. Agregó que tan sólo en la administración anterior del Comité municipal de Monterrey liderado por Marco Antonio García Villarreal se admitieron 400 nuevos panistas y se dejó la puerta abierta para que 329 más ingresaran, mismos que lo hicieron gracias a un fast track convalidado por el CEN.
“Estamos hablando de alrededor de 700 panistas en Monterrey que vienen a representar un 33 por ciento, la inclinación es hacia quienes están manejando el partido en el Comité Estatal, a veces nos piden pruebas pero pues no puedo darlas por que no estuve en el momento en donde dio las fichas, pero por los resultados podemos definirlo, los candidatos afines a la dirigencia estatal son los que están resultando ganadores.
“Es algo que se repite en todos los distritos de Nuevo León, y esta es una justificantes de por qué Fernando Elizondo fue designado candidato a gobernador, el padrón está muy inflado”, subrayó.
Ejemplos tangibles de estas irregularidades son que los candidatos elegidos tienen tendencias claras hacia este grupo, en el caso del distrito seis local resultó ganador Hernán Salinas que es director Jurídico del Comité Estatal, en el séptimo Sandra Pámanes que era secretaria General del Partido, del siete federal Yolanda Villarreal es madre de Mauro Guerra que es dirigente municipal de Guadalupe y que además es miembro del Comité Ejecutivo Estatal como secretario de Vinculación Ciudadana.
Incluso señala que en las designaciones el Comité Estatal ha llevado mano, como en el caso de Diana Gámez que va por el distrito cuarto local, o David Guitérrez por el distrito uno, además de que en San Nicolás impusieron candidatos de su grupo.
El legislador consideró que estos cambios se hicieron ya que las convenciones de San Nicolás no representan problema para ellos, por lo que cambiaron su domicilio a Monterrey incurriendo en un fraude electoral al falsear la información, prueba de ello es que en la elecciones internas del pasado 15 de marzo, había quienes presionaron a los panistas con quitarles su trabajo si no votaban por su línea.
Martínez Valdez explica que en este caso las impugnaciones no representan ayuda ya que no existen pruebas y en la mayoría de los casos las personas no están dispuestas a enfrentar su dicho ante el actor en un careo.
“Algunas de ellas tienen que ver con el Comité Nacional y ellos han tomado la postura de no moverle para no hacer un mal mayor, para nos distorsionar o perjudicar la imagen del PAN hacia la comunidad, por eso aún cuando pueda estar viendo que se han cometido irregularidades, por lo pronto ha tomado la determinación de no complicar las cosas y algunos asuntos están en manos del TRIFE pero son cuestiones de información que no trascienden y no cambian las candidaturas”, detalló.