
Escuchar música, el sonido de un claxon o simplemente una conversación puede resultar algo muy común para la mayoría de la gente, pero cuando se es sordo, la vida es muy distinta.
La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis), y unilateral o bilateral.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que en Nuevo León hay 14 mil 912 personas con limitación auditiva. Son niños, jóvenes y adultos que día a día enfrentan el rechazo de la sociedad, la discriminación y la falta de oportunidades escolares y laborales.
En Monterrey no existen escuelas públicas ni privadas especialmente para personas sordas; hay institutos, Centros de Atención Múltiples, pero estos atienden las discapacidades en forma generalizada, lo que se convierte en un panorama nada alentador.
HISTORIA DE ÉXITO
Olinda Perla Treviño González camina, habla, trabaja, pero no escucha: es sorda al igual que muchas personas en México. Perdió la audición al año y medio, motivo por el cual su padre decidió fundar en su casa la primera escuela para niños sordos en Monterrey, bajo el nombre de Instituto de Audición y Lenguaje de Monterrey.
Este mes de septiembre cumple 40 años como maestra y es la única directora sorda en el país. Ella trabaja en el Centro de Atención Múltiple Abel Sauza Aranda, en Monterrey.
Para Olinda la sordera nunca fue en una limitante, aunque en un principio sus padres no podían aceptar que su hija hubiera quedado sorda a causa de un medicamento. Desde entonces su vida no ha sido fácil.
“Yo perdí la audición casi al año y medio porque me dio calentura y ya estaba pasándose mucho, entonces los doctores se apuraron a inyectarme estreptomicina, en ese tiempo los doctores no sabían qué daño causaba”, explicó Olinda.
Dijo que en esos años muchos niños sufrieron el mismo problema por la medicación.
“Mis papás me llevaron con un doctor para comprobar que había perdido la audición y el doctor dijo que sí, pero mis papás no aceptaban y me llevaron a México y les dieron la misma respuesta”, comentó la licenciada en Audición y Lenguaje.
Aunque en México poco a poco va creciendo la cultura de respeto hacia personas con diferentes discapacidades, todavía falta mucho, ya que las personas sordas se vuelven víctimas de burlas, envidias y pleitos.
“Mi etapa fue difícil, en la escuela me peleaba con mis compañeros, yo iba a dos escuelas, a la escuela regular y a una escuela especial, pero me enojaba porque me decían muda”, recuerda con tristeza.
“Me hostigaban, antes había mucha discriminación, sí sufrí mucho, batallé mucho, en la secundaria, en la Normal”, dijo la secretaria de la mesa directiva de la Asociación de Sordos de Nuevo León.
“Si tú me invitas a una fiesta, pero yo soy sorda, ni me conocen, tú tienes que decirles que soy sorda para sentirme integrada; antes había más discriminación, ahora ya es menos, por la educación”.
El apoyo de sus padres fue fundamental porque siempre la motivaron para salir adelante.
“Mis papás querían que yo aprendiera como otros niños y fueron a México y les gustó una escuela que se llamaba Instituto Mexicano de Audición y Lenguaje”, dijo.
Como no podían dejarla allá ni cambiar de residencia, se les ocurrió mejor fundar una escuela igual.
Madre de tres hijos y fundadora de la Asociación de Sordos de Nuevo León, hace un atento llamado a las personas que tengan el mismo problema.
“Yo les quiero dar un mensaje a las personas sordas, que no dependan de sus papás, que luchen por salir adelante solos, que sigan luchando hasta lograr lo que quieren, y otro mensaje para los papás: que no les impidan a sus hijos hacer lo que quieran”, enfatizó la directora.
A FALTA DE ESCUELAS… CAM
A pesar de ser una ciudad cosmopolita, Monterrey no cuenta con escuelas para personas sordas. Según la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el estado hay más de 600 escuelas de educación básica, entre kínders, primarias y secundarias, en donde se brinda educación a todos los niños sin importar que tengan alguna discapacidad, pero no hay ninguna que sea especialmente para ellos.
“No quieren aceptar que sea para puros sordos, ellos dicen que deberán integrarse a las escuelas regulares; yo estoy de acuerdo pero el problema es la comunicación”, dijo Olinda Perla Treviño.
En la entidad existen Centros de Atención Múltiple (CAM), lugares donde se atienden a personas con diferentes discapacidades, entre ellas, la auditiva. Son 80 los que hay en Nuevo León, pero son sólo cuatro los que actualmente atienden a personas sordas.
Aunque se han hecho propuestas desde el 2007 para la creación de escuelas bilingües, estas siguen sin tener respuesta.
“Hay educación bilingüe para sordos, esto quiere decir implementar como primer idioma la lengua de enseñanzas mexicanas y segundo idioma el español, se han hecho propuestas al Gobierno para que se implementen escuelas bilingües pero no han tenido respuesta”, explicó la profesora.