Lo que Elvia Luis Loera hace con la harina al tenerla entre sus manos es una verdadera obra de arte. Y es que sus cupakes cobran “vida”, según lo que el cliente le pida.
Pueden ir desde las figuras de unas graciosas mascotas, hasta caprichosas formas de personas, flores, vestidos de princesas y mucho más. El límite es la imaginación.
“Mis cupcakes han cobrado fama poco a poco gracias a la calidad de los mismos. Mis trabajos con la harina no son como los de otros que se venden en el mercado”, dijo Luis Loera.
Aseguró que no hace cupcakes como una manera de necesidad, sino por el mero gusto de la repostería.
Lo que empezó como un hobbie se convirtió en una forma espléndida de ganarse la vida, haciendo cupcakes, pero con las figuras más disímbolas.
“Fue un gusto muy personal que se transformó, poco a poco, en una manera de sacar algo de dinero”, destacó.
El encanto de sus productos es que están pensados exclusivamente en cada cliente.
“Eso me encanta, porque el cliente se va satisfecho y a la vez nos recomienda más adelante”, señaló Luis Loera.
Tan sólo un curso de un día y cuatro horas bastó para lograr esa habilidad de hacer con la harina verdaderos agasajos visuales.
“Fue un cuso de un día y cuatro horas, pero quiero seguir preparándome para poder hacer ahora sí que pasteles para bodas, que son elaborados y requieren creatividad y trabajo a la hora de decorar”.
Indicó que por semana hace hasta 100 cupcakes y los comercializa a través de su página de Facebook: Titty Cupcakes.
“Es algo asombroso cómo a través de Facebook uno se hace de clientes”, expresó Luis Loera. “La recomendación de boca a boca es maravillosa.
“Ahora hago hasta 100 pasteles de una manera personalizada y siempre pensando en el cliente, en que se vaya satisfecho para que así nos recomiende con sus amistades”.
Luis Loera comentó que hacer pastelillos tiene su chiste, si no cualquiera los haría.
“Hace como dos meses surgió mi gusto por hacer algo en forma. A pesar de que el curso fue rápido eso bastó para que me diera una idea de lo que quería hacer. Ahora que ya domino esto, buscaré nuevos cursos para crecer y hacer cosas aún más interesantes”.
Reveló que los pedidos más comunes son los de imágenes de mascotas, rostros de personas y flores.
“El cliente es el que paga y el que manda. Hay quienes gustan de paisajes, de imágenes de rostros de personas, pero no hay algo en concreto que diga: ‘esto es lo que predomina’”.
Por ejemplo, añadió, este que hice de los perritos me llevó cuatro horas, cuando en realidad adornar un cupcake me sale en 20 minutos.
“Pero todo tiene un proceso, primero hacer el pan, y todo lo demás lo hago manual. Yo le llamo trabajo artesanal, todo es con las manos, porque por ejemplo, el de los perritos hay que ponerles sus patitas, sus orejas, sus naricitas, todo eso es manual”.
Luis Loera indicó que antes de poner a la venta sus productos, los prueba para verificar que todo sea de primera calidad.
“Por regla general, siempre tenemos que probar un pastel, mi mamá y yo, para supervisar que la harina sea de primer nivel, que todo esté en perfecto estado. Eso es lo que nos hace diferentes a los demás, que nuestros productos, como lo dije antes, son personalizados, no en serie”.
Pasteles para diabéticos
:: Como viene de una familia de diabéticos, Elvia Luis Loera ha pensado seriamente en hacer pasteles para personas con esta condición.
“Estoy en ese proceso. Yo tengo familia diabética que le gusta comer pasteles, que les gusta el dulce y además”.
Mucha gente le ha preguntado por la opción de pasteles para diabéticos, pero realmente no es nada fácil.
“Hay que tener disciplina y tener todo exacto para saber qué cantidad de azúcar hay que colocar en el pastel, ver muchos detallitos en eso y ver la manera de checar muy bien las medidas, en eso estribará el éxito”.
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