
En una zona industrial de Monterrey, entre bodegas, pequeños negocios y donde las casas-habitación son escasas, vive don Miguel Torres, un septuagenario jubilado de ojos verdes quien -con una cara de asombro- negó que su hija Zenaida Beatriz Torres Loredo sea socia de una constructora que tiene relación de negocios con el ayuntamiento de Guadalupe.
Es un inmueble de una familia de clase media de dos pisos color hueso con vivos cafés; en la primera planta tiene rejas negras y una cochera; un balcón con una estructura metálica azul en la parte frontal de la segunda planta, y tiene dos puertas al frente y tres ventanas.
El lunes 26 de agosto pasado alrededor de las 17:15 horas, don Miguel bajaba de una camioneta pick up Dodge Ram color verde placas RG 81 354 de Nuevo León, estacionaba en el domicilio ubicado en la calle José María Vigil 211, colonia Del Norte, de la capital regia.
Esos mismos datos aparecen en el acta constitutiva de Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A. de C.V., constituida el 30 de agosto de 2013 ante el Notario Público número 20, Ana Patricia Ayarzagoitia Pérez, donde Torres Loredo, de 32 años, aparece como socia mayoritaria, junto a Griselda Martínez Montemayor, de 65 años.
La empresa es una más de las creadas entre 2012 y 2013, en plena administración del alcalde de Guadalupe César Garza Villarreal, la cual ha recibido en cheques -entre abril y julio del presente año- por 789 mil 775 pesos, de los cuales el padre de la principal socia tiene desconocimiento, según dijo en entrevista grabada a Hora Cero.
Además, en marzo pasado recibió un contrato de prestación de servicios profesionales por 860 mil pesos “para el mantenimiento y rehabilitación de un centro del Sistema DIF” de Guadalupe, se puede leer en el documento digital subido al segmento de transparencia del portal oficial www.guadalupe.gob.mx.
En total, la compañía que tiene sus supuestas oficinas en calle Cerro del Diezmo 314, colonia El Fundador, en San Nicolás, hizo negocios con Guadalupe por un montón preliminar de un millón 649 mil 775 pesos.
Enseguida la conversación íntegra que sostuvieron los reporteros de Hora Cero con don Miguel, mismo que negó saber que su hija es socia de Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A. de C.V.; no conoce a la otra accionista, y no ha visto un peso de los pagos hechos por la Tesorería de Guadalupe.
El audio puede ser escuchado en las páginas www.horacero.com.mx y www.horaceronl.com… por si hubiera dudas.
> ¿Aquí vive una persona de nombre Zenaida Beatriz Torres Loredo?
—Yo soy su papá.
> ¿Ella tiene una empresa?
—No.
> Somos reporteros del periódico Hora Cero, pero estamos checando los nombres de unos proveedores, y en la Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A de C.V aparece como una de las socias Zenaida Beatriz Torres Loredo.
—(Es) Mi hija. Yo no creo que tenga todo eso.
> ¿O que haya prestado su nombre?
—Ya me lo hubiera comentado a mí. Ella se tituló de maestro de inglés de la Facultad de Filosofía, pero que yo tenga razón de que tenga ese negocio…
> ¿Conocidos en el municipio de Guadalupe, algún amigo?
—Mueve la cabeza negativamente.
> ¿Cuál es su nombre?
—Miguel Torres
> ¿No se encuentra ella?
—No, ella está dando clase.
> Este es el contrato -(se le muestra un documento)- que obtuvo la empresa de su hija fue de 680 mil pesos.
—Anda batallando para que le pague la universidad. Con ese dinero ya no estuviera así. Déjeme checar, pero a mí ya me hubiera contado de esto. (Creo) que alguien usó su nombre por ahí.
> ¿El nombre de Griselda Montemayor Martínez no le suena (la otra socia)?
—Mueve la cabeza negativamente.
> Mire aquí está (se le señala el acta constitutiva), donde Zenaida Beatriz Torres Loredo es la principal accionista de la empresa.
—Apenas trae para el camión.
> ¿En qué prepa da clases?
—Estaba dando clases en la Álvaro Obregón, pero ya se retiró de ahí. Estaba cubriendo un interinato.
> La ubicación de la empresa está en calle Cerro del Diezmo, colonia El Fundador de San Nicolás, ¿no ubica la dirección?
—No, alguien está usando el nombre o quién sabe. Yo ya hubiera sabido, vive conmigo y ya me hubiera comentado. Ella está conmigo.
> ¿Pero ella no conoce a un amigo de Guadalupe, algún funcionario?
—Pues necesitaría preguntarle porque casi nunca le ando preguntando.
> ¿Cuándo la podríamos encontrar aquí?
—Déjeme hablar con ella, y si quiera deje un teléfono y yo le hablo. Déjeme su nombre.
> ¿Y usted don Miguel a qué se dedica?
— Yo hago instalaciones eléc-
tricas.
> ¿Usted no le hace trabajos a Guadalupe, no conoce a alguien de ahí, no conoce al alcalde de Guadalupe?
—No, lo conozco por la prensa. Trabajé un momento para la presidencia de San Nicolás.
> Aquí (señala el acta constitutiva) dice que Constructora Corsa recibió un cheque de 124 mil pesos. No son mentiras, son documentos oficiales…
> ¿Usted sabía que su hija es constructora socia de una empresa?
—Mueve la cabeza negativamente.
> ¿Y que tiene relaciones de negocios con municipios?
—No.
> ¿Obviamente le va a preguntar a su hija?
—Mueve la cabeza positivamente.
> Esto huele (a que su hija) es prestanombres de alguien…
—Huele a mugrero. Para lo que se ve en la prensa todos los días en la televisión y los medios de comunicación, hay mucha mugre.
> Pero ante estos documentos oficiales, sí hay cosas raras, y usted le tiene que preguntar a su hija.
—Yo le pregunto, pero obviamente me causa extrañeza.
> ¿Su hija en algún momento le dijo: “papá, hice una constructora”?
—No.
> (Le dijo): “Papá, recibí un cheque de 124 mil pesos”.
—No.
> ¿Le dio parte del dinero a usted?
—No, menos.
> ¿O ha visto el beneficio de ese dinero aquí?
—No, mire en dónde estamos ahorita (señala su casa).
> ¿Usted trabaja en un negocio propio?
—No, yo estoy pensionado del Seguro, pero no me quedo aquí porque me acalambro; ando trabajando como quiera.
> ¿Pero no le hace trabajos a Guadalupe?
—No.
> Y (sobre) su hija (Zenaida) nos dice que es maestra y batalla para cobrar…
—Sí, como todos los maestros que andan batallando. Me siento sorprendido por lo que viene ahí (el nombre de su hija como socia en el acta constitutiva).
> Por último: ¿usted conoce a Griselda Martínez Montemayor, quien sería la socia de su hija?
—No.
> Don Miguel, a veces hay gente que hace mal uso de identidades de personas. A lo mejor su hija ni conoce a nadie, y ella no sabe que es una próspera (socia de una) constructora y están usando su nombre.
—Yo lo he visto en los periódicos, yo he visto cómo sale tanto estiércol.
> Esperemos que sea este caso y no que ella se haya prestado a ser prestanombres de alguien.
—No creo, porque yo les digo que para eso fueron a la universidad, para saber cómo se mueve todo. Yo tengo una hija que es abogada, trabaja en los juzgados federales, y (ella) hubiera sabido también.
LA OTRA SOCIA
La misma tarde del lunes 26 de agosto, cerca de las 18:20 horas, Hora Cero acudió al domicilio de la calle Batallón de San Blas Norte 1308 de la colonia Modelo de Monterrey, donde habita Griselda Martínez Montemayor, la socia minoritaria de Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A de C.V.
Al llegar, algo que llamó la atención fue un pendón que colgaba de la barda frontal de la casa donde se anunciaba otra empresa: Mizar Comercializadora y Servicios Publicitarios S.A de C.V.
Luego de varios minutos sin respuesta al llamado, un vecino dijo que la mujer de 65 años de edad no se encontraba en casa, y que sería difícil encontrarla porque su trabajo en un restaurante la ausentaba casi todo el día.
“¡Ah caray! no, ella trabaja en un restaurante”, respondió la persona de sexo masculino cuando se le informó que en la acta constitutiva de Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A de C.V. la sexagenaria aparece como socia y accionista.
“Que yo sepa no se dedica a eso (a la construcción y a la publicidad)”, agregó el vecino.
Según él, en el hogar marcado con el 1308 doña Griselda vive sola, pues nunca se casó ni tuvo hijos, por lo cual la casa permanece deshabitada desde que amanece hasta que se esconde el sol.
Considerada como una mujer hermética, que socializa poco con los vecinos, doña Griselda sale aproximadamente a las seis y media de la mañana y regresa a las 10 de la noche, aproximadamente.
“Siempre llega manejando su vehículo, abre el portón eléctrico y se mete”, comentó y agregó que durante toda su vida la socia de la empresa -proveedora del ayuntamiento de Guadalupe- ha vivido en el mismo domicilio.
El trabajo de empleada de un restaurante o maestra (otra de las versiones de los vecinos), contrasta con su nombre que aparece en el acta constitutiva de Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A de C.V., donde Martínez Montemayor aparece como empresaria.
El pendón que colgaba de su barda anunciando la otra compañía, confirmaba que la mujer ha diversificado sus negocios y también se dedica a la publicidad y al comercio.
Para sorpresa de los reporteros que ese mismo día regresaron al domicilio de doña Griselda tres horas después, alguien había retirado el anuncio de la empresa Mizar Comercializadora y Servicios Publicitarios S.A de C.V.
“Siempre había tenido ahí el anuncio; creía que era para taparse del sol o algo, y nunca pensé que fuera otra cosa”, indicó otra vecina de la misma calle Batallón de San Blas 1308.
Eran pasadas las nueve y media de la noche y doña Griselda Martínez Montemayor, la socia de la Constructora e Inmobiliaria Corsa S.A de C.V., no regresó a su casa.
Y a unos cuantos kilómetros de distancia, donde vive la principal accionista, don Miguel Torres esperaba la llegada de su hija Zenaida Beatriz Torres. Seguramente la noche iba a ser larga.