por Rubí Leija y Erick Muñiz
Mucho se habla sobre la influencia negativa que tienen las redes sociales de Internet, especialmente en cuanto a que representan una baja en la productividad de las empresas.
Sin embargo, hay personas que le han encontrando un beneficio adicional al de la socialización: han convertido estas herramientas en la base de sus negocios, explotando al máximo sus ventajas, especialmente la gratuidad del servicio.
Tal es el caso de Tanya Treviño, Griselda Medrano, Érika de Lira y Juani Fabián, mujeres emprendedoras que cuentan con negocios propios y realizan su publicidad por medio de las redes sociales, aumentando considerablemente sus ventas.
Tanya Treviño es fotógrafa de eventos sociales y Griselda Medrano ofrece artículos de temporada. Érika de Lira, de Sweet Apple, vende pasteles y Juani Fabián tiene una tienda, Second Chance Store, donde oferta ropa vintage y diversos objetos antiguos.
Las cuatro empresarias radican en Monterrey y cuentan cómo poco a poco fueron madurando la idea de incursionar en el medio cibernético para ofrecer sus servicios, al grado de que ahora es más el volumen de ventas que logran por la pantalla de la computadora que a nivel personal.
BUENO, BONITO ¡Y GRATUITO!
Facebook es la red social más exitosa de la actualidad. Nace en 1980 como idea de Mark Zuckerberg, estudiante de la Universidad de Harvard que creó esta herramienta para que los estudiantes de la institución se conocieran entre sí, intercambiando datos básicos como nombre, fotografía, situación académica, lugar de trabajo y región geográfica.
La intención del Facebook (libro de rostros) era socializar y tuvo un éxito tan arrollador que de inmediato salió del ámbito académico y en febrero de 2007 ya tenía más de 19 millones de miembros en todo el mundo.
Actualmente se le atribuyen más de 500 millones de miembros con traducciones a 70 idiomas. En México -con todo y las limitaciones que existen en el uso de Internet- hay 8 millones de usuarios de Facebook.
Con estos antecedentes y tomando en cuenta que es absolutamente gratuito, para las empresarias fue lógico buscar esta red social como escaparate para sus productos.
Por ejemplo Tanya Treviño, fotógrafa de eventos sociales, quien comenzó a promocionarse por el sitio de intercambio de fotografías Flickr, una página que permite subir y compartir imágenes pero tiene poca interacción.
La joven artista de la lente se dio cuenta que era más fácil y económico darse a conocer usando la red de redes que pagando publicidad y siguió experimentando con otras páginas hasta que encontró Facebook.
“Yo abrí mi Facebook de manera personal y subía mis fotos, pero aún no subía las fotos de mi trabajo. Entonces empecé a ver que a varia gente le gustaban mis fotos personales y pues decidí subir un portafolio de mis trabajos.
“Luego de un tiempo recibí muchos comentarios positivos de mis fotos y así decidí hacerlo de manera más formal, y ahora cada sesión que tomo la subo para compartirla”, explicó Treviño.
No solamente en las artes plásticas hay mercado. La comida es uno de los productos que siempre se venden bien y eso lo sabe Érika de Lira.
La empresaria fabricante de repostería fina considera que para vender sus galletas y pasteles son indispensables las buenas recomendaciones que van de boca en boca y por ello las redes sociales se han convertido en sus aliadas de ventas.
“El éxito de la repostería y alimentos es más que nada por recomendación, igual y puedes hacer un anuncio muy bonito en la tele o en el periódico. Publicidad mala no la hay, siempre alguien lo va a ver y te va a comprar pero qué mejor que la gente que ya probó tu producto te recomiende”, comentó de Lira.
Para Griselda Medrano Internet ha sido la base de todos sus negocios, ya que es el medio por el cual consigue los productos que va a vender y es ahí mismo donde les da promoción a las botas y calzado que oferta.
“Internet es gratis, toda la gente te conoce y tiene acceso a ti. Se genera una confianza al momento que hay una administradora de la página”, comentó la entrevistada.
A pesar de llevar poco en el mercado de las ventas, Juani Fabián ha notado la gran diferencia de tener publicidad por la red social que pagar en un medio para ello, especialmente en un mercado tan competido como el de la ropa.
“Me ha ido a buscar gente que ve el producto en mi página personal de Facebook y de volada van a mi tienda y me separan la camisa, la falda o algunas de la cosas que vendo como bolsas, adornos.
“La ventaja que encuentro es que yo no tengo que pagar nada de publicidad y me ha dado mucho mejor resultado que andar repartiendo volantes porque anuncio mis productos con mis amigos y ellos con sus amigos y así se va formando una cadena”, comentó la empresaria regiomontana.
MAYORES VENTAS SIN INVERTIR DINERO
La demanda de los productos de cada comerciante ha aumentado considerablemente desde que empezaron a utilizar la red social, y este crecimiento no ha necesitado de ninguna inversión.
Algunas de las empresarias entrevistadas cuentan con una oficina o un establecimiento pero hay quienes prefieren hacerlo todo vía Internet, como Griselda Medrano, quien lleva un año y medio vendiendo y adquiriendo productos sólo por este medio.
“En un buscador adquiero proveedores, empiezo a pedir varias cotizaciones en el resto de la República Mexicana y aquí en Monterrey. Empiezo a ver y comparar en cuánto me sale cada par de botas y en cuánto me sale el envío y si veo que es mucha la inversión busco en otro lado.
“Como máximo yo tengo que recuperar lo que estoy invirtiendo en un mes, no más, porque si no, yo estoy perdiendo y no es negocio”, explicó Griselda Medrano.
Pero así como hay muchas ventajas al usar las redes sociales como medio de publicidad, existen inconvenientes pues cuando no se conocen los detalles de las herramientas se corre el riesgo de que el negocio se venga abajo.
Al respecto, Tanya Treviño tuvo una mala experiencia.
“Hace un año me robaron mis fotografías y había otra persona promocionándose con mis fotografías, diciendo que ella las tomaba. Entonces sí corres mucho riesgo con tu material, por que te lo pueden copiar o que te lo roben, que se estén vendiendo con tu nombre”, mencionó la joven fotógrafa.
La dificultad para Griselda Medrano, Érika de Lira y Juani Fabián es tener que actualizar su página de Internet, ya sea contestando dudas o subiendo fotos de sus productos más novedosos, o bien eliminando las de aquellos que ya se vendieron.
“A veces lo que falta es tiempo para organizar la página, checar que no se estén anunciando productos que ya se vendieron o cuidar de no ofrecer algo que ya no tenemos en existencia.
“Los precios también es algo que se debe estar actualizando y otra cosa es no saturar la página con fotos porque eso haría muy cansada la navegación. Se trata de darle una pequeña probadita a los clientes y que ellos siempre se queden con ganas de ver más cosas o incluso de ir a la tienda”, explicó Juani Fabián.
Así, poniendo en la balanza los pros y los contras, no cabe duda que las redes sociales se han convertido en este siglo XXI en una herramienta indispensable para todas aquellas personas con espíritu empresarial.