Brenda Catalina Martínez Morales, de 34 años de edad, vecina del municipio de Monterrey es una de las afortunadas pacientes en lograr un embarazo a través de la nueva técnica de maduración de óvulos in vitro, que ofrece el Instituto para Estudio de la Concepción Humana, del Hospital Ginequito (IECH).
Durante 48 primaveras estuvo luchando junto a su esposo Jesús Roberto Luna López con el fin de poder darle un hermanito a su hija de ocho años de edad, pero el resultado era negativo.
En el 2010 Brenda tuvo un embarazo, pero desafortunadamente no llegó a desarrollarse y por depresión decidieron esperar un tiempo.
“Al mes de estar con el doctor Roberto Santos Haliscka me embaracé, pero a los tres meses lo perdí; fue un embarazo sin inyectarme, checando los días de ovulación y tuve mi embarazo en febrero del año pasado, el bebé falleció de deficiencia cardiaca.
“Con la depresión y todo ya tomamos la decisión de descansar y dejar pasar el tiempo, ya después de perder el bebe dijimos `si Dios no quiere, pues ya´. En septiembre falleció mi suegro y estuvimos mal. Fue hasta finales de enero cuando me habló el doctor, fuimos, nos explicaron que había una nueva técnica que quieren aprender y que yo era apta para ello, entre ellos que no tuviera sobre peso, rango de edad menor de 35 años, yo muy emocionada y más cuando dijo va a ser natural”, expresó la mujer de piel blanca.
En los cuatro años que estuvieron intentando la gestación desembolsaron alrededor de 70 mil pesos, entre consultas, medicamentos hasta estudios. Si la familia Luna Martínez en un principio hubieran tomado la decisión de un in vitro, el costo hubiera sido similar, pero en corto tiempo.
“Si yo hubiera sabido cuánto iba a gastar, desde el principio me hubiera animado a un in vitro, no tenemos los recursos, pero gracias a Dios ahora con esta técnica quizá te esperas a juntar el dinero, hay menos posibilidades que un in vitro, porque es de un 30 a 40 por ciento, pero no gastas mucho. Tenemos esta bendición en la que pensamos que fue un milagro que nos envió mi suegro.
“He sabido de gente que vende el carro, o su casa por conseguir los 75 mil pesos para poder usar un tratamiento para embarazarse”, agregó.
Con el nuevo programa y por ser pionero en México, el tratamiento le saldrá totalmente gratuito.
Para quedar embarazada, el médico le recomendó que dejara de usar medicamentos durante un año para que el cuerpo se desintoxicara.
“Se me hizo eterno pensaba que al siguiente mes quedaría embarazada, pero no era así, paso el año y vi que no, me recomendaron al doctor Roberto Santos, me hicieron un examen hormonal, de sangre, orina, al dárselo todo salía bien si ovulaba, todo bien, intente con inyecciones ovular más y tener más posibilidades y no encontraban qué tenía.
“En todo ese lapso claro que te desesperas, visitas varios doctores, y te hacían gastar más porque como eres paciente nueva, te vuelven a hacer los mismos estudios que ya te habían hecho; regreso con el doctor Roberto y le digo que no he podido embarazarme, fue ahí cuando mi esposo acudió al urólogo y todo bien.
“Luego me comentaron sobre el nuevo método, acudí a la clínica, me hicieron un eco y me dijeron tal día va a venir para aspirarle los óvulos, vienes al laboratorio, duré alrededor de 10 minutos; y luego mi esposo pasó a dejar una muestra de semen y los biólogos hacen todo el proceso.
Tuvieron que pasar cuatro días para que a la ama de casa le entregaran los resultados, y cuál fue su sorpresa que tendría un embarazo gemelar.
“Si es una espera de saber cuándo te van a llamar, pero fue poco tiempo, en cuatro días hicieron madurar los óvulos, en mi caso me sacaron cuatro, de los cuales quedaron dos que fueron los que me introdujeron, de hecho mi embarazo al principio era gemelar, cuando me dijeron que estaba embarazada y venían dos bolsitas, pero con el tiempo sólo quedo uno.
“Me dijeron `aquí tenemos a tus bebitos´, te los implantan y te quedas pensando ¿ya estoy embarazada? porque el hecho que te los hayan introducido no significa que se va a lograr, porque se te pueden salir, y hasta los 20 días si no te baja es que todo está bien. Te monitorean cada 15 días para ver que todo está bien y después cada mes, te realizan ecos, ven que todo esté bien”, explicó.
Para ello a lo largo de estos cuatro meses ha seguido las recomendaciones del médico, y en noviembre pueda abrazar por primera vez a su bebé.
“Es un embarazo muy deseado, quieres guardar cualquier detalllito, la verdad no sé cuál fue mi problema, los médicos no lo encontraban, pero lo importante es que ya estoy embarazada. Te dan la misma recomendación de un embarazo normal, trato de caminar, comer sanamente, pero no llevó ningún tratamiento especial. Soy de las embarazadas que no son latosas”, dijo sonriente.
Notoriamente feliz, mostró el eco donde se pueden observar a sus dos niños, aunque sólo quedó uno.
“Se la voy a mostrar para que la vea, y que sepa cuánto lo amamos desde antes de su nacimiento”, dijo.
Aseguró que le gustaría tener otro hijo más, pero por lo pronto esperaran el nacimiento del segundo.
“Ya sabemos que existe la técnica, si no lo podemos hacer naturalmente, es buenísimo que exista. Es algo maravilloso, por fin después de tantos años puedes lograrlo y en todo el tiempo que estuve acudiendo con ginecólogos te das cuenta que muchas mujeres batallan para tener hijos, y después piensas cuánto tiempo perdí al no tener a mi hijo, si he sabido que iba a batallar cuatro años, rápido hubiera intentado tener otro”, expresó.
Cuando Brenda se casó pudo concebir a su niña a los dos meses. Antes de contraer nupcias tuvo operaciones en un ovario, debido a que tenía quistes.
Por su parte su esposo Jesús Roberto Luna López, de 35 años de edad, comentó que es muy importante el apoyo de la pareja, y dejar a un lado el machismo.
“Te piden muestra de laboratorio, te da mucha pena, pero tienes que hacerlo y no andar con rodeos, como ya tenía mucho tiempo así lo que queríamos lograr era la meta y gracias a Dios se dio, mi esposa y yo estamos sumamente contentos ya que pudimos por fin concretar esto que era una necesidad del niño, su hermanita nos pedía un hermanito, en todo el lapso que vivimos esto, se aliviaron cinco comadres y nosotros nada”, dijo Jesús mientras mirada tiernamente a Brenda.
“En el aspecto psicológico como hombre si te ves presionado, porque quieras o no quieras las mujeres se hacen las fuertes, e intentamos estar bien, intentamos todo, lo único que faltaba era el in vitro, análisis creo que como cartilla de vacunación de todo. Me chequé con el urólogo para ver qué tenía, pero estaba bien”, platicó.
A pesar de que intentaban hacerse fuertes cuando les entregaban un resultado negativo, el padre de familia confesó que es doloroso.
“Quieras o no sí afecta el aspecto psicológico y laboral, pensamos en desistir y quedarnos únicamente con la niña, pero gracias a Dios el niño está muy sano, de peso y tamaño, de que es inquieto es inquieto porque se mueve mucho”, dijo optimista.
“Es una experiencia hermosa, estás muy contento, pero a la vez muy al pendiente, siento que llegó en un momento muy oportuno y estamos muy agradecidos. Los médicos son un instrumento, Dios es el que decide cuándo y si sí o no, pero los doctores son un instrumentote muy grande y estamos agradecidos en que nos hayan tomado en cuenta a nosotros, habiendo tantas parejas que están esperando una oportunidad”, concluyó la familia Luna Martínez.