El estar al frente de un cargo público conlleva implícita una responsabilidad, pero ésta se eleva si quien ostenta ese puesto es una mujer, considera Cristina Díaz Salazar, alcaldesa de Guadalupe, ya que en nuestra sociedad todavía prevalece el machismo.
“No tendría por qué haber una diferencia entre hombres y mujeres, históricamente hemos tenido la responsabilidad de gobernar pueblos y es una responsabilidad muy humana con un gran sentido de atención de dar la mayor atención posible a los diferentes sectores de la población, el reto de ser mujer a veces se vuelve cuesta arriba por que tenemos que comprender que en nuestra sociedad hay visos de machismo”.
Hoy en día, agrega, las mujeres juegan un papel muy importante en el rol de nuestra sociedad, más del 23 por ciento de los hogares son encabezados por jefas de familia, lo que las convierte en un motor importante de la economía, aunado a que muchas otras colaborar en este rubro en conjunto con su pareja.
Por ello, no ve descabellada la idea de que la mujer siga escalando peldaños. Su ejemplo es clara muestra al ostentarse como la primera alcaldesa en la historia de Guadalupe luego de 44 antecesores varones, además de haber desfilado en cargos públicos y partidistas como diputada local en el Congreso del Estado, diputada Federal en la LVI y LIX Legislatura, así como presidenta de su partido en Nuevo León.
De esta forma, y a pesar de los claroscuros que la carrera política trae consigo, Díaz Salazar no imagina su carrera lejos del trabajo cercano a la gente.
“Yo espero seguir rodeada de gente, formando parte de dinámicas que me permitan estar muy cerca de la gente, no conozco otra forma de vida, toda mi vida la he dedicado al servicio público esa es mi pasión, mi corazón no puede entender otra forma de vivir si no es para la gente”, explicó la edil.
Incluso, subrayó, a su manera de ver las cosas la ciudadanía en estos momentos, no sólo está preparada para ser gobernada por el sexo femenino, sino que pide conocer la diferencia que puede dar una mujer manejando los rumbos de nuestro Estado.
“No veo ninguna situación por la cuál no permita que la mujer pueda participar, me da la impresión que la propia sociedad quiere encontrar esa diferencia que lo puede hacer una mujer a gobernar, cuando una mujer hace la diferencia por que bajo su óptica primero busca atender en lo individual o en lo colectivo a las personas en su calidad de vida, en su bienestar , primero visualiza los proyectos, pero yo creo que lo primero que tiene que hacer un gobernante en estos momentos es atender para que la gente tenga calidad de vida”, detalló pausadamente.
La diferencia radica hasta en el más mínimo detalle, en el caso de Díaz Salazar hasta en el ambiente de su espacio de trabajo. Cada rincón de su oficina en el palacio municipal, lo ha adecuado con pequeños detalles a manera de hacerlo parte de su hogar.
La funcionaria admite que sus pretensiones políticas han sido tomadas a la ligera por mucha gente, aunque a su parecer están bien fundamentadas y confía en lograrlas y lograr con ello un cambio, ya que cada uno de estos retos ella los ha visualizado tiempo atrás.
“Mucha gente lo ha tomado como algo a lo mejor superfluo o soso, pero yo me visualicé a muy temprana edad en lo que yo quería hacer, me he visualizado como una gobernante comprometida por su pueblo, en mejorar su calidad de vida, en hacer la diferencia, en atreverse a gobernar con una visión distinta al varón, porque al final de cuentas la responsabilidad es la misma (pero) la situación de las mujeres es diferente al hombre.
“Cada posibilidad la convierto en oportunidad y cada oportunidad la convierto en un proyecto de vida, si esto yo lo hubiera atendido hace algunos años todavía no estaba preparada, hoy sí me siento segura, me siento fuerte para poder atreverme a ese gran compromiso que significa el gobernar a una sociedad como Nuevo León y tienes que tener la fuerza y el conocimiento para poder enfrentarlo”, refrendó.
De lograrlo, nuevamente sería parte de la historia al convertirse en la primera mujer en llegar al Palacio de Cantera. Díaz Salazar señala que en estos tiempos se esta haciendo historia y a ella le gusta ser protagonista responsablemente, con una responsabilidad social en la que se tiene que atender a toda la población.
La actual munícipe guadalupense vaticina que la siguiente administración estatal enfrentará dos grandes problemas: la crisis y la inseguridad. A su parecer la estrategia radicará en orientarse a la educación, salud y asistencia social, sin descuidar las inversiones.
“Cuántas mujeres están enfrentando que la economía no alcanza y cómo le van a hacer para comprar el aceite o los frijoles, todos esos son temas que parecerían muy sencillos que no son para un gobernador, pero yo te quiero decir que sí, sí es para un gobernador el tiempo de crisis, sí es para un gobernador buscar que la calidad de vida de cada familia mejore, un pueblo triste no puede buscar el progreso y Nuevo León tiene que seguir siendo pujante en su economía.
“Debe de prevalecer un gobierno humanista, los programas deben de estar totalmente orientados a la educación, a la salud y a la asistencia social y empezar de ahí para generar nuevas expectativas de inversión, para poder generar los empleos que se van a requerir, yo no quiero ver un pueblo ensombrecido por la falta de bienestar”, explicó.
SU HUELLA EN GUADALUPE
Díaz Salazar admite que la ciudad que hoy dirige es compleja, aunque reconoce que el secreto consiste en distribuir el presupuesto de la mejor manera posible para que la cobija alcance para todos.
“Dar servicios de mejor calidad, los servicios propios que tiene uno como obligación como municipio pero también llevar a cabo programas sociales que permita atender a los grupo vulnerables de nuestra comunidad y prestar un servicio sensible y humano a quienes por alguna causa pudieran atravesar por un momento difícil en lo individual o como familia, y ese ha sido el reto el poder hacer muchas cosas con el dinero que se tiene”, indicó.
A lo largo de su carrera política los niños, jóvenes, mujeres y adultos mayores han sido el blanco de sus acciones; sin embargo, reconoció que siempre se presentan casos en los que poco puede hacer para darle un final deseable.
“Es muy lamentable cuando una mujer me dijo que ella ya no podía con sus hijos y yo le pregunte que que edad tenían, uno de ellos tenía 11 y otro 14, una madre de familia que ya no puede manejar la conducta de sus hijos ahí tu dices ¿qué está pasando? Otro asunto que me mantiene frustrada es cuando a los jóvenes los encuentro en las horas de productividad de cualquier ser humano que debe de estar trabajando o estudiando y les preguntas que están haciendo y te dicen nada y les preguntas qué quieres hacer y te dicen nada.
“La palabra nada se convierte en la palabra favorita y tu te preguntas que hay por dentro de esa persona para que su respuesta sea nada, es una corresponsabilidad de todos, de las familias, de las personas, del Gobierno que algo nos está faltando para vivir los valores y poder construir una mejor sociedad, mientras sigamos viviendo la vida con ciertos relajamientos nos vamos a seguir lamentando de que la delincuencia va a seguir creciendo”, consideró.
Aunque los problemas en la comunidad siempre estarán latentes, Díaz Salazar ha tratado de subsanarlos por medio de los programas que presentó el día que tomó las riendas de este municipio.
Hoy su mira política apunta al Palacio de Cantera, sin embargo advierte que no podría hacer esto sin antes entregar cuentas a los guadalupenses, por lo que asegura que durante el segundo informe de gobierno entregó sus compromisos cumplidos a la ciudadanía.v