Luego de sobrevivir a tres atentados, el alcalde de García , Jaime Rodríguez Calderón, determinó que la única manera de bajar los índices de inseguridad en el municipio es permitiendo que su pobalación se arme.
Por tal motivo, el 21 de agosto el edil lanzó una propuesta que de inmediato se convirtió en el centro de debates a nivel local y nacional: el municipio capacitará a la ciudadanía para que porte armas de fuego y pueda defenderse de los delincuentes.
“Haremos lo que nunca se ha hecho y veremos lo que no se ha visto”, dijo el alcalde, haciendo referencia a una cita bíblica que para él es más que profética.
Como ciudadano, Jaime Rodríguez tiene motivos de sobra para estar de acuerdo con el uso de armas para la defensa propia, pero como primera autoridad de García, el munícipe lanzó la propuesta debido a las peticiones de ciudadanos, quienes constantemente se acercaban a él pidiendo los ayudara a combatir la inseguridad de la que son presa.
Y es que de acuerdo al edil, la medida es necesaria porque ningún orden de gobierno cuenta con el número de elementos de seguridad suficientes para proteger a la población de delitos que cada vez se presentan más a domicilio.
“No hay suficientes policías, no hay suficientes elementos del Ejército para cuidar casa por casa. Tenemos un número limitado de elementos, incluyendo las policías estatales, federales, municipales, no llegamos a 500 mil elementos en el país para cuidar a más de 100 millones de personas está difícil”, dijo el alcalde.
El municipio de García, con
una población superior a los 143 mil habitantes, ha experimentado parte de esta problemática: robos, amenazas e incluso secuestros se han venido desarrollando al interior del propio hogar de los afectados, sin que exista una autoridad que pueda defenderlos.
En palabras de Rodríguez, desde hace tiempo la autoridad se ha visto superada por la inseguridad. Por tal motivo, intentó encontrar una medida en la cual el ciudadano pudiera participar y a la vez protegerse a sí mismo.
“Cuando vi que la autoridad comenzó a estar rebasada y ninguna autoridad podemos decir que tenemos el control. En ese momento me puse a ver cómo podemos hacer para que el ciudadano participe. Estamos mal, esa es mi opinión, no estamos haciendo lo que deberíamos de hacer. Estamos viendo lo que no habíamos visto porque las autoridades no estamos haciendo lo que deberíamos de hacer, que es: hacer cumplir la ley”, mencionó el edil.
Acorde al alcalde, existe una mayor justificación para capacitar a la gente en el uso de armas de fuego y esa es enviar un claro mensaje a los delincuentes de que la población está harta de la inseguridad y que están dispuestos a defendese.
“Es que el delincuente tiene que saber que los ciudadanos nos vamos a defender, que tenemos el derecho de defendernos porque no tenemos un policía por cada ciudadano, pero sí tenemos un ciudadano por cada casa, por cada familia”, indicó Rodríguez Calderón.
ECO DE LA PROPUESTA
A partir del domingo 21 d agosto, fecha en la que se dio a conocer la propuesta, el alcalde de García ha recibido gran cantidad de mensajes a través de su cuenta personal de Facebook, en los que la ciudadanía expresa su parecer a la citada sugerencia, que en su mayoría son comentarios a favor, acorde al edil.
A través de las redes sociales las reacciones no se han hecho esperar. En páginas creadas con su nombre se pueden leer todo tipo de mensajes, muchos provenientes de otras partes del país.
Un usuario con el nombre de Pillinjang Jag escribió el 24 de agosto “aqui en Acapulco guerrero necesitamos a una persona como Usted Señor, y desde aquí estamos con Usted, y en verdad es muy valiente al tocar este tema de las armas a favor de la sociedad indefensa que nos encontramos a merced de la delincuencia (sic.)”, comentó el usuario guerrerense.
SE LLEGÓ LA HORA
Finalmente el 4 de septiembre las palabras dejaron de ser teoría y se convirtieron en práctica cuando un grupo de personas acudió a las intalaciones del Club de Caza y Tiro de Nuevo León, para comenzar a practicar con un arma de fuega.
El club, ubicado en el municipio de García, concentra a ex militares que funjen como instructores, que enseñan a disparar jóvenes, damas y caballeros, quienes primero reciben una capacitación sobre normas de seguridad y reglas básicas para usar el arma.
Formados en líneas de cuatro personas, los interesados, en su mayoría mujeres, apuntan aún con nervios a los blancos, dejando caer un disparo.
El sonido de las balas asusta a algunas, pero no las detiene, continúan su rutina de cinco tiros.
Y es que para este grupo de civiles, que supera la media centena, ya no hay más excusas, la inseguridad se ha venido apoderando de sus espacios por lo que las armas de fuego pueden ser su única llave a la tranquilidad.
Cada día son más las personas que se suman a la propuesta de ciudadanos y autordades de portar armas, haciendo saber que la idea tal vez no es tan descabellada para los tiempos actuales. v