
Además de representar uno de los polos de desarrollo industrial y económico más grandes de México, la ciudad de Monterrey se ha convertido también en uno de los principales centros de entretenimiento a nivel nacional, reforzando su presencia, principalmente, en la producción de obras cinematográficas.
Esta propuesta no sólo aclama al talento regiomontano sino también a aquellos connacionales y extranjeros que acuden a la ciudad para exponer sus obras como lo hicieron en el Quinto Festival Internacional de Cine de Monterrey.
Desde los años 70 se realizaban experimentos formales de cine y en los 80 nació el auge del Cabrito Western y finalmente los 90 con películas como “En el paraíso no existe el dolor” de Víctor Saca, Monterrey fue colocado en el mapa como una floreciente industria cinematográfica.
Sin embargo, fue en esa misma década cuando sobrevino la crisis económica en el país, que hundió no sólo al cine regiomontano sino al de toda la nación.
Pero ¿cómo es que en Monterrey retomó su perfil como generador de producciones del séptimo arte?
Para Juan Manuel González , director del Festival Internacional de Cine en Monterrey, no se trata de un resurgimiento, mucho menos de una moda, pues asegura que esta industria va acorde al comportamiento de las actividades del país.
“Siempre ha habido interés en la sociedad por hacer cine. Desafortunadamente, cuando hay situaciones económicas adversas afecta directamente a las industrias culturales y una de ellas es el cine. En el caso de Monterrey, hemos vistos altas y bajas que también dependen mucho de eso”, mencionó.
Por su parte, Miguel Múzquiz, ganador del Cabrito de Plata por Mejor Cortometraje Mexicano del Festival de Cine Internacional de Monterrey, adjudica el “boom” de la producción de corto y largometrajes a una respuesta cultural lógica.
“Siendo Monterrey una de las capitales industriales y económicas más importantes de México, creo que la parte de la producción cinematográfica era algo que tenía que suceder tarde o temprano” comentó el cineasta, originario de la Ciudad de México y quien también ve en la cinematografía la posibilidad de expresar inquietudes de los ciudadanos ante los problemas que aquejan al país.
“Las capitales son centros de atención de personas, de convivencias, de intercambio y creo que la cinematografía es solamente una manera en la que este movimiento se expresa(…) En el país, en general, empieza a haber una necesidad por hablar, por contar y no solamente en el cine, sino una necesidad de expresión artística, ya que el arte, por lo menos aquí en México, surge como una necesidad de crítica social que nos puede ayudar a reflexionar de los problemas y los intereses que están moviendo a la nación y a las personas que habitan dentro de esta nación”, dijo.
Para Luis Rodrigo Garza Fernández, director de Programación del Festival Internacional de Cine de Monterrey, el mencionado movimiento fue provocado, irónicamente, por la ausencia de personas interesadas en la industria.
“¿Por qué el cine está de moda? Pues porque antes no había nada, nada”, expresó.
Garza Fernández atribuyó el inicio del fenómeno cinematográfico a la conjugación de diversos factores de interés, pues para él, la aparición de personas con la inquietud de hacer cine, así como el descubrir la presencia de cineastas veteranos en el estado, ganadores de premios Ariel, ayudaron a que las nuevas generaciones se percataran de que una nueva industria comenzaba a nacer en Monterrey y se interesaran por ella.
Comienzo del fenómeno
No existe fecha exacta que determine en inicio o nacimiento de este sector del entretenimiento aunque para algunos como, Luis Garza Fernández, el principio de la industria del cine en Monterrey registra poco más de una década y se debió, en gran parte, a la edificación de ese espacio cultural conocido como Cineteca.
“Yo le calculo que hace unos 13 ó 14 años y creo que en gran parte fue la construcción de la cineteca y las poquitas cosas que se fueron por ahí concibiendo (…) como te digo, yo creo que parte fundamental fue la construcción de la Cineteca, sin comentario político pegado”, expresó.
Dicha opinión contrasta con la del director de Festival, Juan Manuel González, quien considera que no existe fecha ni motivo alguno por el que inició este fenómeno, pues lo considera una tendencia natural del siglo XX y XXI.
“Los artistas buscan los medios audiovisuales para expresarse y el cine es una forma natural de hacerlo, yo creo que no hay una fecha ni un por qué, sólo es una forma natural de hacerlo, una expresión natural del lado artístico de la gente”.
El cine en la actualidad
A pesar de que el país atraviesa por un bache financiero producto de la recesión económica, hay quienes no miran esta situación como un inconveniente, tal es el caso de Miguel Múzquiz, cineasta creador del cortometraje Hospital Zúrich.
“Yo soy bien optimista, porque a pesar de la crisis económica sigue habiendo caminos y maneras para producir las cintas en el país”, explicó el galardonado, quien rodó su producción en Suiza y además afirma que está renaciendo una nueva época dorada inspirada en historias y situaciones que sufre, vive y comparte la nación.
Este optimismo es compartido por Luis Garza Fernández, quien considera que del fenómeno actual se pueden obtener excelentes obras del séptimo arte, ya que la explosión repentina de ideas puede acarrear propuestas muy interesantes.
Por otro lado, una desventaja de tal situación inadvertida es la ausencia de una institución que instruya a los interesados en el cine.
“Como surgió casi por regeneración espontánea, no hay la gran escuela de cine. Escuela me refiero a edificio, entonces mucho hay que aprender a las patadas con puro cine guerrillero. Ya ahora hay escuelas pero en su momento no había nada”, añadió Garza Fernández.
Juan Manuel González, director del Festival, es otro que vislumbra un panorama favorecedor para la industria del cine, gracias a los estímulos fiscales que el Gobierno ha otorgado y que han permitido que el cine crezca en todo el país, sin embargo también considera un peligro si dichos estímulos se perdieran.
De igual manera, espera que la industria logre sortear sin mayores complicaciones la actual crisis financiera que afronta el país, para continuar con el crecimiento que a partir del año 2000 se presentó.
Las predicciones para el cine local y nacional parecen ser favorables, pues tanto Miguel Múzquiz como Luis Garza consideran que durante los próximos años continuarán realizándose producciones de cine, dando al público una mayor variedad de películas con máscalidad, a la par de un mejor espacio y difusión para la cinematografía.
“Yo creo que va a haber un mayor número de producciones, espero que poco a poco tanto los distribuidores como los exhibidores empiece abrir el terreno para la cinematografía nacional”, comentó Múzquiz.
Además exhortó al resto de sus colegas a abordar dentro de sus filmes la problemática de las historias mexicanas, sin caer en regionalismos, con el fin de mantener la esencia del buen cine mexicano.
Por otro lado, Luis Garza también contempla el crecimiento de las producciones a gran escala, cuyos costos oscilarían entre los 20 y 30 millones de pesos.
También las empresas, primordialmente las del ramo fílmico, constituyen parte esencial de las proyecciones a futuro, ya que el arriesgarse por las nuevas tecnologías (cine en formato digital y en 35 mm) ayudaría a reducir costos y a que la industria sea, cada vez, más autosuficiente.
Eventos como el Festival Internacional de Cine de Monterrey invitan al talento local, nacional e internacional, a seguir produciendo y creando obras de calidad, tal y como comenta Juan Manuel González.
“Hemos premiado a los ganadores con película de 35 mm para que sigan produciendo cine, yo creo que los estímulos son importantes y el apegarse a los sistemas de nuevas tecnologías nos van a ayudar muchísimo”, declaró.
Talento galardonado
Como un espacio destinado a premiar lo mejor de los corto y largometrajes mexicanos y extranjeros, la capital regiomontana celebró este 2009 el Quinto Festival Internacional de Cine de Monterrey que, como cada año, expone gran variedad de producciones fílmicas, creadas principalmente por cineastas amateurs, además de conferencias en la que se abordaron los principales retos e intereses de la industria.
El evento, efectuado del 21 al 29 de agosto, se llevó a cabo, en su mayoría, dentro de las instalaciones del Parque Fundidora.
Contó con personalidades el ámbito cinematográfico como los directores María Navarro, Jim Jarmusch y Bruce Beresford.
Durante los nueve días que duró se homenajeó a Australia, país invitado este año y de donde llegaron diversos filmes expuestos.
En la clausura del Festival Internacional de Cine de Monterrey, llevada a cabo en la Cineteca Nuevo León, los ganadores de las diversas categorías fueron premiados con la estatuilla Cabrito de Plata.
Entregaron las estatuillas de manos del director de Conarte, Romeo Flores Caballero; el director del Festival, Juan Manuel González Fernández y el jurado calificador.
“Yo creo que nos fue muy bien este año, cerramos con una clausura muy bonita, con muchos ganadores presentes y con premios que se van al otro lado del mundo.
“Entonces estamos muy contentos de que se pueda haber terminado así”, afirmó Juan Manuel González Fernández.
Tras el cierre, también anunció a México como el invitado de honor en el 2010, con motivo de la celebración del Centenario de la Revolución y Bicentenario de la Independencia.
A paso firme, la industria del cine en Monterrey recobra parte de ese nicho que durante un tiempo estuvo descuidado.
Es difícil predecir el futuro el cine en el país , pero los entrevistados consideraron que mientras se conjuguen los esfuerzos del gobierno, las empresa y verdaderos talentos locales o foráneos, se logrará que este sector del entretenimiento florezca y se inserte dentro de los intereses de la sociedad regiomontana y nacional.