
Silvia Lidia González es egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Autónoma de Nuevo León; es periodista, investigadora y profesora en Japón.
Es una de las graduadas más reconocidas por la UANL y su trabajo lo ha plasmado en su libro: Hiroshima, la noticia que nunca fue; donde aporta su investigación sobre la censura periodística de lo que fue la noticia del siglo XX.
En el marco del 30 aniversario de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Silvia Lidia compartió una conferencia con los alumnos de la institución, el pasado día 1 de septiembre, donde además de compartir sus experiencias con los alumnos, habló de sus estadíá en el país oriental y su encuentro con la cultura japonesa, que sufrió la muerte de más de 120 mil personas y que aún en la actualidad tienen secuelas de la radiactividad.
Su libro, nació por la curiosidad sobre la escasa cobertura que le dieron los medios de comunicación de Japón y Estados Unidos al desastre producido por la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, el 6 de agosto de 1945.
Decidida a encontrar la verdad y laborando ya como periodista en Monterrey, no dudó en aprender el idioma japonés y emprender su trabajo de investigación que duró alrededor de 10 años.
“La noticia del siglo XX debió haber sido Hiroshima, pero no lo fue. En uno de los diarios de Japón sólo aparecieron unas líneas después de haber caído la bomba; el texto decía: ´Ayer cayó una bomba en Hiroshima y parece que hubo leves daños´. Su importancia y cobertura, según especialistas se puede comparar con la llegada del hombre a la luna, la caída del muro de Berlín, el Sida; sin embargo la noticia fue censurada”, cita la reconocida periodista.
Por la cobertura que se dio al acontecimiento, Silvia Lida plantea un modelo de comunicación llamada Modelo Atómico; que es basado al modelo de Laswell (de un emisor y receptor) pero agrega que durante un tiempo de guerra existe cierta presión que repercute en los medios de comunicación.
“Los receptores tenemos inquietud, las fuentes quieren dominar el mensaje y los periodistas son víctimas de estas presiones y generan mensajes con información equivocada, es decir, se divulgaron muchas mentiras. Ahora se puede ver cómo en los periódicos más importantes de Estados Unidos, decían por ejemplo: `no hay radiactividad en Hiroshima´, pero ahora se sabe que hubo muchas muertes como consecuencia”, explica la investigadora.
Después de un año de la bomba en Hiroshima –agrega Silvia Lidia, quien tiene un doctorado en el Colegio de México en Estudios de Asia y Africa- los diarios en Estados Unidos comenzaron a sacar a la luz información de lo que había sucedido en Hiroshima.
La también profesora y ex reportera del entonces periódico Diario de Monterrey (Milenio), dijo a los estudiantes que el reto del periodista no es volver a repetir las verdades, sino investigar; investigar para conocer y crear así una conciencia. Como ejemplo citó a Japón y mencionó que aún es noticia.
La periodista agregó que el gobierno japonés está interesado en desarrollar proyectos sobre la Paz y uno de ellos es: Corresponsales de Paz. Silvia Lidia recalcó que el periodista puede aportar mucho a la sociedad a través de la información y cambiar el mundo.
Al término de la conferencia, los alumnos externaron sus dudas y el director de la FCC, Roberto Silva Corpus, entregó un reconocimiento.