
En el pasaje Morelos, uno de los lugares más concurridos en Monterrey, caminar por este pasillo entre tiendas y restaurantes, es algo común entre los regiomontanos. Ahí se encuentra un hombre a quién le gustan los retos y fue eso lo que le llevo aprender a jugar ajedrez. Tres meses fueron suficientes para prepárese y ganar una partida con un chico quien lo desafió.
Por Berenice Rojas Rosas
Prueba su cigarro, mueve la primera pieza, inhala el humo y enseguida presiona el botón delreloj digital para darle el turno a su contrincante y así dar inicio a una partida de ‘Blitz’, un estilo de ajedrez donde cada jugador dispone de una hora o menos de tiempo total (acordada de antemano) para ejecutar todos sus movimientos.
Gerardo Soto Jiménez viste zapatos y calcetines blancos, bermudas negras, playera polo negra, una gorra verde y rota que le cubre sus canas, la expresión de su rostro es seria, el sol de la tarde que le pega directo a la cara y hace que brille su piel morena resaltando las arrugas en su frente, contorno de los ojos y cuello; evidenciando sus más de 50 años de edad.
Su contrincante es un joven curioso que se acerco a observar la mesa, silla y tablero de ajedrez perfectamente dispuesto en un rincón de la calle Morelos, en el centro de Monterrey.
Como muchos, este joven terminó aceptando el reto de Soto Jiménez de una partida rápida. Así como todos los días, se sientan en esta silla diferentes personajes: ingenieros, estudiantes y licenciados a jugar uno de los juegos que requieren la mayor concentración: el ajedrez.
Soto Jiménez es conocido como el ajedrecista de Morelos y con gusto explica en qué consistelo que llama “un duelo de cerebros“.
“Esto es ajedrez callejero, a diferencia de un club en donde se necesita silencio para que los jugadores puedan tener concentración, nosotros estamos expuestos a miles de ruidos y miradas“, dijo.
En el pasaje Morelos, uno de los lugares más concurridos en Monterrey, caminar por este pasillo entre tiendas y restaurantes, es algo común entre los regiomontanos.
Sin embargo ahí se encuentra Soto, quien dijo que es un hombre a quién le gustan los retos y fue eso lo que le llevo aprender a jugar ajedrez. Tres meses fueron suficientes para prepárese y ganar una partida con un chico quien lo desafió.
Lo primero que hizo fue acudir a la librería y compro un libro de ajedrez, después se compro su tablero para estudiar las partidas. Su negocio, la venta de lotería, le daba mucho tiempo para poder practicar.
“Mi negocio no es ajedrez, es la lotería y por tiempos muertos, porque ya la lotería no se vende como antes, empecé a traer el tablero y a estudiar algunas partidas de libros antiguos. El estar expuesto a la plaza empezaron acercarse personas que me invitaron a participar con ellas, que si jugaba con ellos“, comentó.
¿CÓMO SE JUEGA?
El objetivo de cada jugador es llevar al rey del adversario a la situación de “jaque mate”, posición en donde el rey se encuentra amenazado y no puede escapar. El jugador que consiga poner en jaque mate al rey del adversario será el ganador de la partida.
El ajedrez es un juego de estrategia, entre dos adversarios, cada una con 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 casillas. Un rey, una dama o reina, dos alfiles , dos caballos, dos torres y ocho peones, son las 16 piezas, con las que contará cada jugador. El juego se desenvuelve en un tablero dividido en 64 casillas, en donde los controles de tiempo en el ajedrez nacen de la necesidad de evitar que los jugadores tarden demasiado en reflexionar sus jugadas.
Existen tres tipos de partidas la Blitz o relámpago, la rápida y la estándar (ritmo clásico). El ajedrez puede ayudar a elevar tu consiente intelectual. Además de mejorar la capacidad para resolver problemas matemáticos y de memorización.
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine realizado por el doctor Robert Freidland asegura que las personas mayores de 75 años que durante su vida habían jugado al ajedrez están mucho más preparados para luchar contra el Alzheimer.
Mientras que el doctor Robert Ferguson realizó un estudio denominado: “Desarrollo crítico y pensamiento creativo a través del ajedrez”, donde comprobó que al cabo de 32 semanas un grupo de ajedrecistas obtuvo mejoras en todas las áreas de la creatividad.
Debido a que en el ajedrez, los competidores pueden quedar absortos durante horas para resolver una partida, el juego llega hacer un disciplina que requiere de gran concentración.
Por ultimo el practicar este juego, te enseña a planificar y hacer previsiones, ya que en todo momento se utiliza la estrategia que ayuda a desarrollar la corteza prefrontal.
UNA TRADICIÓN
Consciente que lo que ha hecho se ha vuelto parte del panorama del paseo Morelos, algo que no fue su intención y que lo compara como la creación de un hijo no planeado, Soto Jiménez sabe que se tiene que cuidar por que ha plantado una semilla en el interés del público.
Sin embargo, no pierde la esperanza de que alguien pueda continuar con el espectáculo cuando él ya no pueda, quizás un joven con mayor intelecto pero sobre todo agradable para los paseantes que quieran ir a jugar una partida.
“Aunque no este yo, esta sembrada la semilla, siempre habrá alguien que pueda sustituirme… igual que una pieza de ajedrez“, concluyó.