El anuncio oficial de la muerte del director y presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano, fue un suceso que el pasado 12 de mayo conmovió tanto a sus familiares, políticos y empresarios a nivel nacional e internacional.
A la edad de 70 años el hombre que dedicó su vida a hacer crecer el patrimonio de su familia y la colocó a Cemex como la tercera cementera más grande del planeta, perdió la vida en Madrid, España, durante un viaje de negocios.
Desde que el empresario inició su camino en Cementos Mexicanos (1968), tras concluir sus estudios como ingeniero Mecánico Administrador, en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, trascendió por su desempeño hasta el último día que ocupó el cargo directivo.
Con su trabajo y estrategias de posicionamiento en el mercado global, logró consolidar a la compañía como cementera internacional. Tanto, que el regiomontano encabezó la cotización de las acciones de Cemex en la Bolsa de Nueva York.
Ante ese “espíritu emprendedor y de orgullo nacionalista”, dijo Enrique Peña Nieto, presidente de la República, reconoció que Zambrano fue un gran proyector de México a nivel internacional, gracias a su legado.
“Dejó ver que México y los mexicanos tienen la capacidad para realmente competir con el mundo entero”, señaló el mandatario al finalizar la guardia de honor que realizó en la residencia del extinto, ubicada en la colonia Jolla de Venado, en San Pedro.
Posterior al breve homenaje, personalidades del ámbito político y amigos acompañaron a la familia Zambrano a darle último adiós con una misa de cuerpo presente.
Sus cenizas reposaban en una urna blanca que fue colocada al centro del altar, en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, ubicada en San Pedro Garza García.
En la ceremonia religiosa, el párroco Alejandro Treviño Noye, primo hermano del empresario, recordó a su familiar con orgullo: “(Lorenzo) Deja huella en el fomento de la educación, el arte, la filantropía; como empresario, visionario, hombre de Monterrey y de México, pero sobre todo como persona, porque ha dejado parte de sí en cada uno de nosotros. Gracias, Lorenzo, por tus aportes a muchos de los que hoy estamos aquí”.
Al término de la ceremonia religiosa, los asistentes: el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo; el ex presidente de México, Vicente Fox Quesada y su esposa Martha Sahagún; Josefina Vázquez Mota, Gretta Salinas de Medina, Jorge Domene, Margarita Arellanes y Ugo Ruiz, por mencionar algunos, se acercaron a los familiares para darles el pésame.
El ex Presidente de la República, Vicente Fox, destacó la valentía del empresario y lo calificó como un hombre excepcional que estaba a la vista del mundo y que hacía “locuras” que los demás no se atreverían a hacer.
“Locuras” que lo llevaron a ser miembro del Consejo de Administración de empresas como IBM, Alfa, Vitro, DaimlerChrysler, FEMSA, Grupo Financiero Banorte y Grupo Televisa.
Y que además, le brindaron la oportunidad de ser el segundo mexicano en recibir el premio Premio Woodrow Wilson, que reconoce el compromiso de un líder corporativo en el bienestar de su comunidad.
Zambrano nació en Monterrey, Nuevo León, el 27 de marzo de 1944. Fue hijo de Lorenzo Zambrano Hellion y Alejandrina Treviño Madero. Su abuelo, el fundador de Cemex, fue quien le heredó la compañía.
Los restos del empresario descansan en una cripta de la Capilla de Fátima. Se ha perdido a un hombre visionario pero que ha fijado los cimientos de una sociedad industrial.