Los casos de cáncer de mama en hombres son poco común y los afectados en su mayoría no lograr salvar su vida, pero la atención oportuna hizo que un doctor de Saltillo, Coahuila, librara este mal y ahora viva para contar su historia.
Hace poco más de 6 años, este hombre de 58 años de edad sufrió el padecimiento maligno y es el único sobreviviente de tres casos registrados en Nuevo León.
Una mañana del mes de junio de 2004 se levantó, fue al baño y comenzó a afeitarse, de repente vio cómo el pezón de su pecho derecho estaba deprimido y al tocarlo sintió un fuerte dolor.
“Al tocarlo más profundamente sentí dolor, esa fue la manera como me di cuenta que algo no estaba funcionando bien, me asusté y es mismo día por la tarde acudí con el médico, él me habló sobre la necesidad de hacerme una biopsia (consiste en la extracción de una muestra de tejido para examinarla al microscopio) y cuatro días después se realizó dicha operación”, contó el especialista en traumatología y ortopedia.
“Me realizaron una biopsia transoperatoria, se obtiene la pieza y se envía con el patólogo y dependiendo de los resultados preliminares se toma la decisión de hacer una cirugía más amplía o no, entonces la biopsa transoperatoria mostró el problema neoclásico o cancerosos y el médico decidió hacer una incisión muy amplia y de la mama se dirigió hasta la axila, en el trayecto disecó 26 ganglios linfáticos, todos se enviaron a revisión.
“Entonces se quitó músculo, grasa obviamente toda el área del pezón se quitó también y 26 ganglios, los cuales se enviaron a patología y 14 días después el resultado arrojó la estirpe histológica, la clase de tumor, lo bueno de esto es que estaba localizado localmente y los 26 ganglios resultaron negativos, es decir no había una extensión del problema”, dijo el doctor.
Posteriormente, en el mes de julio se trasladó al hospital Muguerza en Monterrey, donde los médicos decidieron darle 6 meses de quimioterapia y 30 sesiones de radioterapia para exterminar el mal.
“Un mes después fui con el oncólogo a Monterrey, después de revisar mi caso me pidió otras laminillas donde estaba la preparación para ser revisadas en microscopio, las enviamos a otro médico en aquella ciudad y decidió darme seis meses de quimioterapia y 30 sesiones de radioterapia, en los últimos días de enero de 2005 terminé con la quimioterapia”, comentó feliz.
El cáncer de mama en el varón es muy bajo, estamos hablando de una tasa mundial de frecuencia del 0.03, por lo que el médico se dijo sorprendido de que le haya tocado ser una víctima de este mal.
FUE LASTIMOSO EL PROCESO
El también profesor universitario tuvo una incapacidad laboral prolongada de seis meses, tiempo en el que se alejó de las aulas y del consultorio médico, pues su malestar no le permitía trabajar, eran muchos los riesgos.
“La quimioterapia deriva obviamente muchas molestias, como pérdida de cabello, náuseas, en mi caso no hubo mucha pérdida de peso; pero en ese tiempo pasé de ser médico a ser paciente y acatar órdenes, el doctor me enfatizaba que no podía estar atendiendo a jóvenes quizá con procesos infecciosos o no me recomendaba operaciones muy prolongadas porque resultaban muy cansadas para mí”, contó el maestro quien imparte las materias de Biología y Ecología.
“Es muy costoso atenderse un cáncer, por fortuna pude utilizar un seguro de gastos médicos porque el trabajo que tengo me lo proporciona, pero otra gente por ejemplo en el 2005, las sesiones de radioterapia -que consta de 2 a 3 minutos-, costaban mil pesos.
“Cada tres semanas me trasladaba de Saltillo a Monterrey; primero me pusieron un catéter que va a desembocar directamente al corazón, este catéter, su entrada, esta más o menos por abajo de la clavícula izquierda, entonces cada vez que iba a la quimioterapia ahí me insertaban la aguja que básicamente es lo que se llama una dermoclisis en forma de mariposa que se pone a los niños, me la ponen y empieza la quimioterapia”.