El Registro Federal de Electores establece que 50 mil 493 mexicanos ejercerán el derecho al sufragio desde otros países, más de la mitad de ellos residentes en ciudades de Estados Unidos, seguido de Canadá, Centro y Sudamérica, e incluso en países del medio y lejano Oriente como Dubai y Japón, por mencionar algunos.
Viven fuera de su natal Monterrey, a miles de kilómetros: unos en el corazón de Centroamérica, otros, dispersos por distintas ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica.
Se fueron del país de manera legal en busca de mejores opciones laborales, personales y económicas y lo han conseguido. Pero les duele México, y lo que ocurre día a día aquí.
Por eso su interés en votar desde Costa Rica, Los Ángeles o Chicago. Y harán lo posible con el único propósito de que la situación social y económica de millones de mexicanos mejore, de que acabe la violencia, que se eleve la calidad de la educación, se respeten los derechos humanos y un largo etcétera.
Karen Zúñiga, de 27 años, y Susana Castro Flores, de 22, residen actualmente en Heredia, “la ciudad de las flores”, una población 10 kilómetros al noroeste de San José, la capital de Costa Rica, pequeño país centroamericano que se está convirtiendo poco a poco en gran potencia comercial y económica.
Heredia es algo así como Monterrey, al estar ubicada en el cantón central de la provincia del mismo nombre y con distritos circundantes como Ulloa, San Francisco y Mercedes, es considerada como la capital cafetalera de Costa Rica, produciendo el grano de oro costarricense y el centro de la actividad económica de la región.
Es ahí a donde, desde la Sultana del Norte, más de una docena de jóvenes de distintas edades se fueron a radicar, tras conseguir empleo en la British American Tobacco. Unos tienen apenas unos meses, otros años.
Karen Zúñiga es egresada de la carrera de Negocios Internacionales de la Facultad de Contaduría Pública y Administración de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). En entrevista con Hora Cero dice tener un gran apego por su terruño.
“Tengo poco más de un año, decidí venir a trabajar acá porque surgió una buena oportunidad laboral”, relata Karen.
Refiere que aún se encuentra indecisa de si ejercer su derecho al voto para la elección de presidente de la República mediante el sistema de correo, o bien viajar antes del 1 de julio hasta Monterrey para acudir directamente a la urna.
En el caso de votar a distancia, Zúñiga recibiría mediante paquetería documentada únicamente la boleta electoral para la elección de presidente de la República.
> ¿Te preocupa lo que se vive en México y Nuevo León? ¿Empleo, seguridad? ¿La Pobreza, la corrupción, y las pocas o nulas oportunidades para los jóvenes?
“Sí, por lo tanto debemos de buscar un candidato cuyas propuestas vayan orientadas a nuestros objetivos por Nuevo León y por el país. Me mantengo al tanto de la situación del país y los candidatos actuales, sus propuestas, perfiles, etcétera, para así tomar una decisión correcta”, señala Zúñiga.
> ¿Como joven, profesionista y ciudadana te duele México?
“México es un país muy rico en cultura y tradiciones. Cuando uno se da cuenta cómo los extranjeros ven a nuestro país, es cuando duele ver lo poco que lo cuidamos, y la manera en que dejamos que se destruya por intereses personales de unos cuantos”, agrega.
> ¿Qué le dices a los jóvenes que no quieren votar o aquellos que por primera vez van a ejercer este derecho?
“Deben salir a votar, ya que más que un derecho es una responsabilidad cívica que como mexicanos debemos de cumplir. No se puede exigir un mejor país si no empezamos por lo primero, que es elegir a nuestros gobernantes
“Además siempre estén bien informados. Hoy en día tenemos a la mano los medios de comunicación electrónicos, lo que hace más sencillo el poder estarlo. Sólo es cuestión de saber discernir la realidad de los chismes políticos”, agrega.
Karen concluye con la reflexión de que los jóvenes más proactivos deben buscar la manera de involucrarse en los problemas que ocurren en la comunidad, no sólo por el bien propio sino de toda la sociedad.
“El hacer algo para poder cambiar el país no necesariamente implica estar en algún puesto de gobierno. El cambio empieza en uno mismo”, sentencia.
SON MIL 848
Al corte del 31 de marzo, fecha última para el alta ante el Registro Federal Electores (RFN), el padrón electoral de Nuevo León registró tres millones 935 mil 617 inscritos, de los cuales un millón 965 mil 734 son hombres y un millón 969 mil 883 son mujeres.
Sin embargo, la lista nominal que corresponde a quienes tienen su fotocredencial para votar y que será usada el día de las elecciones es de tres millones 839 mil 417 potenciales electores, un millón 920 mil 896 son mujeres y un millón 918 mil 521 son hombres.
De acuerdo a Ernesto Álvarez Rosales, vocal del Registro Federal de Electores, en la entidad están registrados para votar en el extranjero mil 848 nuevoleoneses, quienes recibirán mediante mensajería certificada la papelería para votar en la elección de presidente.
En todo México, el reporte del RFE establece que 50 mil 493 mexicanos ejercerán el derecho al sufragio desde otros países, más de la mitad de ellos residentes en ciudades de Estados Unidos, seguido de Canadá, Centro y Sudamérica, e incluso en países del medio y lejano oriente como Dubai y Japón, por mencionar algunos.
TRAS LA DECEPCIÓN,
SEGUIR PARTICIPANDO
La primera experiencia como votante de Susy fue a los 20 años, al votar por el independiente Jaime Rodríguez en los comicios para elegir gobernador en el 2015.
“Lo hice porque prometió muchas cosas, pero al final no hizo nada”, recuerda.
Sin embargo, este resultado no la desanimó, y es por esa razón que decidió, desde Heredia, Costa Rica, sumarse a los miles de jóvenes y no tan jóvenes que ejercerán su voto desde el extranjero para elegir al próximo presidente del país.
Susana Castro Flores tiene 22 años y cinco hermanos, quienes junto a sus padres viven en Monterrey. Ella decidió, ante una “excelente oportunidad de trabajo”, irse a Costa Rica a ejercer su profesión de licenciada en Negocios Internacionales.
Apenas egresó en el mes de mayo del 2017 de la Facultad de Contaduría Pública, y en agosto Susy aceptó la oferta laboral que le ofrecieron en la British American Tobacco, antes Cigarrera La Moderna, en donde había concluido hacía poco sus prácticas profesionales.
Junto con Karen Zúñiga y una docena más de jóvenes de entre 22 y 30 años, representan una avanzada de mexicanos, originarios de Nuevo León, involucrados en el desarrollo de una empresa de clase mundial en un país centroamericano de rapidísimo crecimiento económico.
Pero al igual que sus compatriotas y colegas, Susy tiene el corazón, sus ojos, y ¿por qué no decirlo?, su esperanza puestos en el México que dejaron atrás pero nunca olvidan.
“Lo más importante para nosotros los jóvenes es este momento histórico que tiene el país, ya que el futuro es nuestra responsabilidad. Por eso decidimos votar el día de las elecciones, ya que al final de día, como mexicanos, existe la posibilidad de regresar a nuestro país y queremos un cambio total.
“Claro que me duele México. Somos una generación diferente a otras. Afrontamos los cambios y las situaciones adversas a nuestra manera, y sabemos que una de las formas de actuar es con el voto”, señala.
Castro Flores dice estar convencida de que se va a respetar su voto, sea cual sea el candidato y partido que elija. Sencillamente por el simple hecho de que las cosas están cambiando en el país.
“Es toda una responsabilidad que debemos asumir. Se busca un cambio de régimen que beneficie a las nuevas generaciones de jóvenes, con oportunidades laborales y educativas permanentes y firmes, y evitar copiar lo que pasa a otros países”, expresó.
Castro Flores permanecerá en Costa Rica el día de las elecciones mexicanas, por lo que se enviará vía correo aéreo la información correspondiente para ejercer el sufragio.
Comenta que el grupo de mexicanos que radica en Heredia mantiene constante comunicación e intercambio de ideas sobre lo que ocurre en México en torno al proceso electoral. Se informan vía Internet y redes sociales para saber cómo van los candidatos y los partidos.
Ninguno de ellos, explica Susy, impone a unos u otros sus preferencias políticas y, aunque bromean, hay respeto en las diferencias.
“Puedo decir que soñamos con el proceso electoral y los candidatos. Acudimos varios a la embajada de México aquí en Costa Rica para saber cómo le haremos y estamos ansiosos por recibir la papelería de votación y devolverla inmediatamente”, explica de manera entusiasta la entrevistada.
Karen y Susy se sienten satisfechas porque saben que con su granito de arena y los que aporten sus compañeros y otros jóvenes desde el extranjero pueden contribuir a la edificación de la democracia en México.