Ha sido uno de los jugadores más importantes en la historia de los Rayados del Monterrey y un referente en la Selección Mexicana de Futbol, sin embargo Jesús “El Cabrito” Arellano, vive el momento más difícil de su carrera al enfrentar una acusación penal por un supuesto abuso sexual, mismo que lo mantiene preso tras permanecer durante varios meses prófugo de la justicia.
Luego de haber sido parte de la época dorada con el Club de Futbol Monterrey, ganando tres campeonatos de Liga, una Interliga y uno de Concachampions, Jesús “El Cabrito” Arellano, pasó de ser un ídolo a un villano.
Y es que el pasado 13 de enero de 2017 una noticia estremeció al futbol regiomontano. A quien también apodaban “El Charrito” Arellano, había sido denunciado por una de sus sobrinas, quien aseguró que había sido violada por el ex futbolista.
El 8 de mayo de 1973 la ciudad de Monterrey vio nacer a uno de los que sería una leyenda para la afición Rayada, José de Jesús Arellano Alcocer, apodado originalmente como Jesús “El Charrito” Arellano.
Nadie se imaginaba que 44 años después se volvería un objetivo de las autoridades neolonesas por presuntamente abusar sexualmente de una sobrina, convirtiéndose por más de dos años en un prófugo de la justicia.
A los cinco años fue cuando “El Cabrito” comenzó a correr detrás de un esférico, fue a esa edad cuando nació el amor por su pasión: el futbol.
Aunque en 1986 tuvo la oportunidad de jugar para un equipo de los Pumas, llamado Leones Negros de la Indeco, Arellano decidió rechazar la oferta, pues él deseaba jugar en la Primera División y llegar muy lejos con el equipo de sus amores: Los Rayados de Monterrey.
Bajo el mando de José Sánchez, ex jugador de Rayados y Tigres, Arellano jugó de 1988 a 1991 con los Vaqueros de Guadalupe, ahí fue donde comenzó a deslumbrar a quien lo veía jugar con su técnica y desempeño.
Fue hasta que enfrentó a las reservas del Club de Futbol Monterrey, que el entonces técnico de La Pandilla, Miguel Mejía Barón, lo observó y quedó maravillado con su actuación.
Arellano, a quién varios especialistas de esa época describían como un jugador fuera de serie, se unió al Monterrey a inicios de 1992 y debutó dos años más tarde en un partido contra el Puebla, donde el marcador quedó igualado con la mínima diferencia.
Cuatro años después, de 1998 al 2000, jugó con las Chivas de Guadalajara, para después regresar a las filas de La Pandilla y convertirse en una de las más grandes figuras del Club, participando en la época dorada del equipo.
En 1996 debutó en la Selección Nacional participando en los Juegos Olímpicos de Atlanta y en 1998 fue llamado para participar en el Mundial de Francia. Mientras que para 1999 ganó la Copa Confederaciones con el Tricolor.
Fue en su segunda Etapa con Monterrey, cuando vivió sus mejores años en el Club. En 2003 quedó campeón bajó el mando del técnico Daniel Passarella, jugando junto a otros ídolos Rayados como Guillermo Franco, Alex Fernández, Luis Ernesto Pérez, entre otros; en ese mismo año ganó la Copa Oro con la Selección.
Su buen rendimiento le permitió que para los mundiales de Korea-Japón 2002 y Alemania 2006, fuera convocado por los técnicos nacionales. Pero ahí no terminaba la historia.
Para 2009 y 2010 ganaría los torneos Apertura de la Liga, convirtiéndose en el único jugador -junto a Luis Ernesto Pérez- en ser Tricampeón con el Monterrey, sumando el Clausura 2003 cuando se coronaron en Morelia Michoacán.
Sus actuaciones y logros le permitieron convertirse en un símbolo y un referente del Monterrey, pues la fanaticada lo veía como un futbolista único en el conjunto Albiazul.
En una ocasión un joven que perdió la vida en la Presa de La Boca, fue despedido por sus familiares con la casaca del Monterrey, y en la parte trasera portaba el número 28, dorsal de su ídolo y ejemplo a seguir, “El Cabrito” Arellano.
El también llamado “Charrito” aún tiene el récord del jugador que más clásicos ha disputado contra los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León con 30; en su carrera anotó 62 goles.
Aunque su retiro de las canchas lo había anunciado para el verano de 2010, fue hasta 12 de Mayo de 2011, cuando dejó de pisar las canchas de manera profesional para después irse a jugar algunos partidos con el Flash de Monterrey.
El “Cabrito” Arellano es el único jugador que ha recibido la Medalla al Mérito Cívico por parte del Gobierno del Estado, desde que se instauró ese reconocimiento en 1986.
Fue el ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, otro quien también tuvo problema con las Leyes del Estado por presuntos actos de corrupción, quien le entregó la presea al “Cabrito” en el rubro de Deporte Profesional.
Todo transcurría en paz, inclusive el ídolo Rayado aún era frecuentado por el Club y lo invitaban a partidos importantes que disputaba La Pandilla, para alentar a los nuevos jugadores.
La última vez que Arellano apareció en el BBVA en el palco del equipo, fue en la final contra Pachuca en el Torneo Apertura 2016, junto a Mario de Souza Bahía. Juan Ramón Palacios, lo había anunciado con bombo y platillo para que la fanaticada lo ovacionara.
CAE EN DESGRACIA
Apenas un año después, los principales medios de comunicación, locales y nacionales, difundirían la noticia que estremeció el futbol Rayado por segunda ocasión; Jesús Arellano era buscado por las autoridades por una denuncia que una sobrina había interpuesto en su contra por el delito de violación.
Tiempo atrás, el nombre de los Rayados ya había sonado en una noticia policiaca, pues Omar “El Gato” Ortiz fue detenido, al ser acusado de secuestro y otros delitos.
Esta vez se trataba de un ídolo al que la afición le tenía un cariño excepcional, pues era un jugador que realmente sentía los colores de su equipo.
Fue el 13 de enero de 2017 cuando una sobrina del ex futbolista presentó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, acusando a Arellano de violación.
Para el 24 de enero de ese mismo año, El Cabrito tuvo que haberse presentado a declarar, pero su abogado interpuso un amparo.
Al día siguiente, un Juez de Control giró una orden de aprehensión en contra de Arellano Alcocer por no haber dado su declaración de los hechos.
Así pasó el tiempo y tuvieron que transcurrir más de dos años, para que apenas el pasado 4 de Mayo, Arellano fuera detenido en su casa ubicada en la colonia Cumbres Oro al poniente de Monterrey.
Hasta ese sitio llegó un comando de la Agencia Estatal de Investigaciones y encontraron a una persona con un notorio sobre peso y el pelo muy recortado, muy contrastante a aquella figura futbolística delgada y de melena larga.
Más tardaron las autoridades en Trasladar a El Cabrito al Centro Preventivo de Reinserción Social Topo Chico, que en lo que se difundió la noticia a través de portales y noticieros.
Primero se dio una versión que el ex futbolista había sido detenido en el estado de San Luis Potosí, pero minutos después se confirmó que la orden de aprehensión tuvo efecto en el domicilio de Arellano.
Portando una sudadera roja, barba de candado, bigote y con el pelo recortado, además de un ligero sobrepeso, fue como la imagen de Arellano se difundió en redes sociales. Ya estaba en manos de las autoridades.