Casi de manera simultánea mientras las fuerzas federales, estatales y municipales realizaban el operativo en contra de la piratería en Reforma, en el centro de Monterrey, otros puntos de la ciudad en donde también se comercializa “fayuca” comenzaron a cerrar sus cortinas y sacar su mercancía de los establecimientos por temor a ser despojados de éstas.
Este fue el caso de la conocida Pulga Río, en donde desde el mediodía del martes 26 de abril, los locatarios cerraron sus comercios y comenzaron a retirar el mayor número de mercancía posible, ya que la posibilidad de que los operativos lleguen hasta sus negocios estaba presente.
Por tal motivo, los días posteriores al decomiso en Reforma, los pasillos de la Pulga Río, que usualmente registran gran movimiento, lucieron desiertos: con pocos compradores y un bajo número de comerciantes.
“No, ahorita la gente tiene miedo de venir. Nada más escuchan operativos y la gente piensa que va a pasar algo malo, por eso ni se acercan, como saben de que aquí también pueden caer, pues ya mejor ni vienen”, indicó un vendedor de comida a las afueras de la pulga.
Pero los comerciantes no cuentan una historia muy diferente, ya que cerca de la mitad de los locales definitivamente no abrieron y los pocos que los hicieron contaban con poca mercancía.
“Ahorita no tengo muchas tallas, me van a llegar hasta más tarde. Es que se llevaron todo con eso de los operativos”, mencionó la joven encargada de un local de ropa, mientras que otra comentó: “los que van abrir hoy (negocios) son los que ya están abiertos, ahorita ya no va a abrir nadie más”.