Cuando se piensa en el historiador de alguna ciudad generalmente la imagen que llega es la de un erudito de avanzada edad y no la de un entusiasta joven enamorado de la historia. Emilio Machuca, cronista de Escobedo, Nuevo León, ha sabido luchar con la tradición y trabaja diariamente por difundir los orígenes de su terruño.
Emilio Machuca, de 22 años, es el cronista más joven que ha tenido el municipio de Escobedo, Nuevo León, y actualmente el más joven del estado. Es un apasionado de la historia y a su corta edad ha podido consolidarse en una ocupación desempeñada, en su mayoría, por hombres con muchos años de experiencia en el ramo de la Historiografía.
El escobedense, quién se encuentra cursando el último semestre de la Licenciatura de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), desde niño se sintió interesado por aprender a documentar los hechos históricos.
En el año 2006, cuando inauguraron el Museo Histórico de Escobedo, Emilio asistió a la exposición inaugural en compañía de su madre y ahí conoció al entonces cronista Juan Ramón Garza Guajardo, quién recuerda ese encuentro con el entonces niño.
“Un día estaba en el archivo de Escobedo y recuerdo que se me acerco una señora que venía con un niño y me dijo que a su hijo le gustaba mucho la historia. Me llamó la atención que Emilio siendo muy pequeño, como de 11 años, me dijo que quería hacer la biografía de todos los alcaldes, me quede muy sorprendido y le dije que lo que planeaba hacer era algo muy difícil porque casi no había documentación y los primeros alcaldes del pueblo casi no tenían educación porque fue un lugar que nació así de repente, pero recuerdo que le regalé algunos libros que le podían servir”, mencionó.
El estudiante de la Facultad de Filosofía, consideró que la ayuda que le brindó Garza Guajardo fue fundamental en su formación académica y laboral, pues todo lo que sabe lo aprendió de él.
“Me regalo muchos libros de su propia autoría sobre la historia de la ciudad, por ejemplo, el de la Capilla de San Nicolás de Bari, que abordaba la historia de la iglesia por ser considerada la construcción más antigua de la región.
“Otro libro fue el de La estación del Topo Grande, que habla de la relevancia que tuvo dicho lugar para comunicar al pueblo de esos años con el municipio de Monterrey. También me regaló el de Escobedo Ciudad con Destino, que más de hablar del pasado, exponía las expectativas que se tenían del municipio en unos 50 o 100 años”, recordó Emilio.
Posteriormente, el joven se volvió aprendiz de Garza Guajardo, quién lo sumergió en el ámbito de la investigación y documentación de historias.
SUS INICIOS
Años más tarde, cuando Emilio ingreso a estudiar a la Preparatoria número 7 de la UANL, se propuso realizar una investigación que considera fue una de las más complejas que ha realizado, y que abarcaba un periodo de poco más de 50 años -de 1787 a 1868-, lapso de tiempo del que pocos autores habían hablado y del cual se desconocían muchos hechos históricos.
“Era un período nunca antes abordado por los historiadores, y el profesor Juan Ramón me recomendó algunos libros y algunas fuentes de información, así pude concluir finalmente ese trabajo que no está publicado todavía.
“Está la intención de publicar este trabajo que titulé: ‘La comunidad del Topo de los Ayala y Más Trabajos’, pero es muy difícil cerrar por completo una investigación porque siempre hay más fuentes de información que vienen a alimentar y profundizar el contenido. Este mismo trabajo yo lo presente ante la sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística en el 2015 y que me permitió poder ingresar a la sociedad”, expresó.
Para el año 2014, posterior a esa investigación de “La comunidad del topo de los Ayala”, elaboró la biografía de la profesora María E. Villarreal Cavazos, considerada un personaje ilustre de Escobedo.
Gracias a que varias de sus aportaciones han sido publicadas como artículos por la revista “Atisbo: una mirada en la historia”, finalmente pudo ganarse el reconocimiento de importantes personajes como lo es el cronista Israel Cavazos (QEPD).
“Una de las personas que más admiro de la historiografía regional es Israel Cavazos, porque sus textos son la base de la historia regional, es un esencial para investigar en la documentación neolonesa.
“Lo pude conocer después de mi designación como cronista, me lo presentó el profesor Oscar Garza Guajardo en un evento en colegio Civil, ahí tuve la oportunidad de platicar con él sobre los trabajos que habíamos realizado en el municipio y me dijo, para mucha honra mía que ya me conocía por las notas que había leído en los periódicos por mi nombramiento.
“La última vez que lo vi fue en una Feria Internacional del Libro. En esa ocasión me dijo que me recordaba con mucho cariño, palabras que nunca voy a olvidar porque yo también lo recuerdo de igual forma”, mencionó el jóven.
SU NOMBRAMIENTO
El 15 de Mayo del 2014, en una sesión de Cabildo en la que se encontraba el entonces alcalde César Cavazos, personal del ayuntamiento y Juan Ramón Garza Guajardo; Emilio fue designado como el nuevo cronista de la ciudad designación que le heredó su predecesor quién duró en el puesto de 2005 a 2014.
Garza Guajardo reveló que la idea de que Emilio fuera designado cronista surgió de él.
“Ya platicando con el Cabildo les digo que Emilio está muy motivado escribiendo y que quiero dejarle mi puesto, acordamos en esperar a que cumpliera la mayoría de edad para que no hubiera problema en nombrarlo, posteriormente presento mi renuncia al cabildo y lo propongo a él.
“Claro que al principio a muchos no les cayó la idea, no confiaban en que un hombre tan joven desempeñara bien la labor pero les vendí la idea de que íbamos a tener al cronista más joven y como vieron que Emilio entró a estudiar precisamente historia a la universidad es que lo aceptaron”, confesó el autor de Escobedo ciudad con Destino.
Posteriormente Garza Guajardo fue nombrado Historiador de la Ciudad, designación que solo es utilizada en el municipio de Sabinas Hidalgo y recientemente Escobedo.
Emilio recuerda que de forma inmediata realizó su primera aparición en un evento para conmemorar el natalicio del General Mariano Escobedo.
“Mi primer labor como cronista fue justo al siguiente día en la conmemoración del natalicio del General Mariano Escobedo, justo enfrente del monumento que tenemos cerca de la presidencia, tuve la fortuna de dar el discurso para este personaje, así que de inmediato me puse a trabajar”
Emilio se preocupó por que a los habitantes de Escobedo les llegarán sus crónicas de forma constante y de fácil acceso, por lo que se vio en la necesidad de crear una página en Facebook para subir sus contenidos. Historias de General Escobedo se llama actualmente el espacio dónde se sube el contenido.
“Creé la página en el 2012, en ese entonces la llamé Historia y Crónica del Municipio de Escobedo pero posteriormente cambié el nombre para facilitar su búsqueda. El municipio tiene más de 300 mil habitantes y a veces no se da abasto con los tirajes de los libros que se publican, así que pensé que las redes sociales beneficiarían para esparcir la información y constantemente subo fotos antiguas y pequeñas crónicas para enriquecer la página, muchas veces el material es facilitado por los mismos lectores y yo les doy el crédito respectivo”, expresó Machuca.
En la página de Facebook, los usuarios pueden comentar las investigaciones y hacer sugerencias al autor quién constantemente busca tener contacto con los seguidores.
Los planes que tiene este joven para futuro son claros, terminar la Licenciatura en Historia, poder estudiar una especialidad que alimente de mejor manera la profesión que practica hoy en día, seguir alentando a sus seguidores a conservar la historia del lugar donde creció y trabajar en conjunto con su profesor Juan Ramón Garza Guajardo en investigaciones futuras.
“Si hay jóvenes a los que les gusta la historia, pueden acercarse conmigo o con el Profesor Juan Ramón para colaborar con nosotros, estamos abiertos en apoyar a quienes quieren preservar nuestras raíces. Hay que recordar que la única forma de entender el presente es conectándolo con el pasado y con nuestras propias vidas”, apuntó el cronista.