El mundo de los libros es muy vasto: hay libros para exhibir (de un color preferido para que hagan juego con la decoración de la casa), para enfrentar un examen, para regalar, algunos tan baratos que cuestan menos que un kilo de carne magra, los que te hacen parecer intelectual y los que nos han tocado de tal manera que hasta envejecen con nosotros.
Esta reflexión la compartió la poeta Ofelia Pérez Sepúlveda durante la jornada “Mi libro de cabecera” que convocó la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria a propósito del Día Internacional del Libro que se celebra el 23 de abril; además participaron los escritores Coral Aguirre y Pedro de Isla.
En este evento, que lució abarrotado por estudiantes universitarios, los invitados confesaron cuál es su libro de cabecera (o han sido), hicieron unas lecturas de dichos textos y al final, los asistentes pudieron llevarse un libro gratuito de diferentes géneros.
CELEBRAN AL LIBRO
La dramaturga Coral Aguirre inició la jornada y habló de algunos libros que durante su vida la han marcado y por ello, en su momento, cada uno ha sido considerado como libro de cabecera; hasta el día de hoy en que reconoce que es las obras completas de Borges las que ocupan ese calificativo.
“A los 20 años la directora de la escuela de teatro me dice con aire despreciativo, no conocéis El segundo sexo de Simone de Beauvoir y no la conocía, de modo que di con los dos tomos de esta obra y fue mi libro de cabecera por muchos años, me formó, me hizo sujeto; saben ustedes que el existencialismo propone la responsabilidad de elegir”.
Ya recorrido el camino que necesitaba con este texto, la dejó; se acercó a Borges, alguien la exhortó a leerlo y de entre toda su obra seleccionó Ficciones, “y la obra completa de Borges es mi cabecera, la tengo en la mesita de luz y abro al azar como si fuera una Biblia”, compartió.
Luego tocó turno a Pedro de Isla, para él Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez fue su libro de cabecera por mucho tiempo, texto que lo inició a la lectura y a la escritura; actualmente El diccionario de Lázaro de Miroslav, ocupa este lugar.
“Para mí es un libro que me ha marcado para las lecturas y la escritura; leo el libro a pesar de las ideas políticas del autor y espero que me dure mucho tiempo como texto de cabecera”, dijo a De Isla.
Ofelia Pérez Sepúlveda dijo sin tapujo que el ¡Alarma! fue una de sus primeras lecturas, hasta que en su casa la obligaron a leer libros más adecuados para su edad; tenía escasos cinco años.
“El romancero gitano de Federico García Lorca es mi libro de cabecera, fue un libro usado y que ha sabido envejecer conmigo; es un libro más cercano al canto y a la denuncia social, algunos dicen que este texto (y otros) le costó la vida al autor”, compartió a la audiencia.
Y Francisco Serrano, poeta autodidacta, dijo que de niño se quedaba con la feria de los mandados para comprar revistas de chistes e historietas, ediciones que defiende con la tesis de que despiertan la imaginación a edad temprana; hoy su libro de cabecera son las obras completas de Constantino Kavafis.
“Que me disculpe toda la gente que quiero: mis mejores amigos son mis libros, no conozco mejor compañero en la soledad multitudinaria de esta ciudad“.
Serrano dejó claro por qué le fascina releer las obras de Kavafis, aunque no fue un hombre ejemplar, su obra es deslumbrante; invitó a los jóvenes a escribir poesía, “espero que hoy comiencen a escribir lo que nos sorprenderá dentro de unos años”.