
por Emanuel Suárez
La vida de Otilio Cantú González ya no es la misma desde el lunes 18 de abril, día en que su rostro dejó de mostrar una mueca de tranquilidad y se transformó en coraje. Desde ese fecha, la tristeza e impotencia maquillan su semblante, mismo que no puede ocular el dolor que le provoca saber que una confusión le arrebató a uno de sus tesoros más preciados: su hijo Jorge Otilio Cantú Cantú, de apenas 29 años.
COMIENZA LA PESADILLA
Iniciaba el tercer lunes de abril y como todos los días a temprana hora, Jorge Otilio Cantú Cantú salió de su domicilio con dirección a su trabajo en punto de las 5:30 horas, sin saber que ese sería el último recorrido que realizaría, pues tan sólo 15 minutos más tarde una terrible confusión acabaría con sus sueños e ilusiones.
La oscuridad aún cobijaba las calles de la ciudad mientras Jorge circulaba a borde de su camioneta Ram Dogde color rojo sobre la Avenida Lázaro Cárdenas a la altura de la colonia Valle de Brisas cuando fue confundido con un delincuente, lo que provocó que fuerzas federales dispararan en su contra, arrebatándole la vida de manera instantánea a este joven, quien apenas dos semanas atrás había contraído nupcias.
En ese momento, la pesadilla para la familia Cantú Cantú apenas comenzaba. De la noche a la mañana, sus vidas fueron golpeadas por la ausencia de un miembro, que no fue el único en morir ese fatídico lunes, ya que emocionalmente la familia completa fue asesinada tal y como mencionó Otilio Cantú, padre de Jorge Cantú.
“No pues dio un giro de 100 grados. Todo cambió, cambió la vida, cambiaron nuestras vida, todo. Como lo he dicho en otras ocasiones, no asesinaron a un inocente, le destruyeron la vida a una familia, cambia completamente todo. Imagínate la pérdida de un hijo lo que puede significar y la manera en la que fue herido y masacrado por gente que, en teoría nos deben de cuidar y estar en las calles para eso, y que de alguna manera cobarde y ventajosa lo asesinaron”, mencionó el desconsolado padre.
Sin embargo, la familia nunca imaginó que lo peor apenas estaba por llegar: el nombre e imagen de Jorge Cantú fueron ensuciados por algunos medios de comunicación, que le dieron el título de “delincuente abatido” a su recuerdo, provocando la indignación de una familia que ya era lacerada por el dolor.
En un inicio, reportes indicaron que una arma de fuego fue localizada en el vehículo del joven, relacionándolo con algún grupo delincuencial.
La relación causó que su padre, don Otilio Cantú, escondiera su dolor y aún con la herida abierta saliera a la calle a gritar la inocencia de su hijo y exigirle a las autoridades limpiar su memoria.
“No tengo miedo, estoy diciendo la verdad. No estoy hablando mal de nadie, ni estoy agraviando a nadie, solamente lo que estoy diciendo es la verdad para que se limpie el nombre de mi hijo. Yo seguiré hablando dentro lo que cabe, sin agraviar a nadie. La única intención es que se haga justicia y que el nombre de mi hijo quede limpio”, comentó don Otilio.
Su petición finalmente fue aclarada cuando el Procurador de Justicia del Estado, Adrián de la Garza, reconoció que Jorge Cantú no era más que una víctima inocente de los hechos.
“Después de haber analizado cada una de las pruebas que se encontraron en el lugar de los hechos el análisis de las pruebas periciales, el anñalisis que hizo también el MP y la Policía Ministerial, podemos determinar sin lugar a dudas que Jorge Otilio Cantú Cantú no hizo disparos desde su vehículo. Analizando también sus pertenencias se llegó a la conclusión de que se trataba incluso de una persona ordenada”, mencionó en rueda de prensa Adrián de la Garza.
Cumplida ahora su primera misión, sólo resta que los causantes de la muerte de su hijo, sean juzgados por el delito que cometieron.
“Ahora lo que estoy pidiendo es que se haga justicia, la justicia con los criminales como se hace con cualquier otro criminal. Es de elemental justicia que se haga justicia porque si no se hace justicia los cosas van a seguir de la misma manera”, mencionó Cantú González.
Y tal parece que sus demandas fueron escuchadas, ya que recientemente, la Jueza Tercero de lo Penal, Rosa Linda Zapata, dio auto de formal prisión a los elementos involucrados en el hecho, aunque también se determinó que será un juez de la Justicia Militar el que continuará con el proceso, pues los efectivos están dados de alta como soldados.
ALTO A LA VIOLENCIA
Tras la tragedia que lo sacudió, Otilio Cantú, levantó la voz, a través de un mensaje en el que pedía justicia, por lo que no dudó en salir a la calles tan pronto pudo y sumarse a las masas que le exigen al gobierno un alto a la violencia.
“Más que un activismo fui como un ciudadano agraviado por la muerte de su hijo y fui a unirme a esta marcha por la paz y dignidad y para que las cosas cambien. Que cambien en todos los niveles de gobierno, en todos los niveles porque todos los niveles están mal. La impartición de justicia sobre todo, yo creo que está terriblemente mal. Yo simplemente acudí a ser acto de justicia, no precisamente como un activista porque no lo soy, simplemente como un padre indignado y hacer acto de presencia para que vieran el rostro de mi hijo, que fue acribillado y le truncaron toda su vida”, dijo Cantú González.
Su principal consigna fue la de pedir un cambio en la estrategia para combatir la inseguridad, una que no cueste vida de inocentes, que en Nuevo León ya suman 23 en los primero cinco meses de 2011.
“Me parece que la estrategia que se está siguiente es equivocada y no lo digo yo, porque yo no soy experto en seguridad, pero lo dicen muchos expertos en seguridad de que algo está mal y la prueba está en lo que está sucediendo: 40 mil muertos en menos de cinco años, en una guerra que no inició el pueblo, que inició el gobierno. Nosotros no declaramos la guerra, el pueblo no declaró la guerra, ni el pueblo le dijo al señor presidente que sacara al ejército a las calles”, mencionó tajante don Otilio, quien recalca que no desaprueba la llegada de los militares a las calles, sólo que se debió capacitarlos mejor.
“No estoy diciendo que a lo mejor no era necesario, nada más que los hubiera preparado, con controles de confianza, con pruebas toxicológicas, con todo, yo creo que así debería de prepara al ejército y no lanzarlo a la calle a una estrategia que ellos desconocían”, dijo.
Pero su grito no sólo va dirigido a las autoridades, también espera llegue a los oídos de la población en general, que debe apoyar con su denuncia.
“Al final de cuenta la ciudadanía formamos parte de la patria y como tal debemos de poner nuestro granito de arena. El problema es que cuando te ves agredido de esta manera reacciones de una manera drástica, pero es que la situación es la que te hace ser de esa manera, pero al final de cuentas hay que cambiar mucho y hay que seguirle inculcando a la ciudadanía la denunciar”, comentó.
Si hace cinco años, alguien le hubiera informado a don Otilio Cantú que Nuevo León sería sacudido por la inseguridad y que a consecuencia de esta perdería a su hijo simplemente no lo hubiera creído, pero la realidad lo golpeó de la peor manera. Su hijo fue presa de una equivocación y ahora sólo busca que se haga justicia.