Un festejo que se esperó por 200 años. Un país que se creyó estaría lleno de alegrías, empleo, seguridad, educación, salud, sería como una maravillosa boda… pero ahora sin fiesta.
Este es el triste rostro del bicentenario, donde la ciudadanía simplemente no tiene ganas de celebrar, no hay ganas de ponerse eufórico, mucho menos de salir a las calles, gracias a que las autoridades mediocres han dejado al país sumergirse y tener un futuro poco prometedor.
Los arreglos en las casas, calles, plazas, presidencias municipales son pocos, como pocas son las ganas de la gente de sentirse 100 por ciento nacionalistas.
El llamado de Luis Farías, presidente del Partido Cruzada Ciudadana, es que la comunidad demuestre que a pesar de los malos gobiernos aún existe esperanza.
“Cuando la autoridad ha fallado, históricamente los ciudadanos han reaccionado como sociedad. Lo hemos visto en terremotos, revoluciones, cuando las autoridades -a veces muy mediocres- son rebasadas, la sociedad toma las acciones en sus manos y esta pobreza de celebración, casi nulas celebraciones de los tres niveles de gobierno, nos deja sólo la lección de que debemos de festejar que seguimos demostrando que somos buenos ciudadanos, ser propositivos y de trabajo a nuestras familias y nuestra patria, que tenemos confianza en un mejor futuro.
“Las autoridades definitivamente le han fallado al país, no ha fallado la población, al contrario ha demostrado crecer en la adversidad, pero es un país que se ha gastado en el presente su futuro” expresó.
Manifestó que cuando las autoridades han sido mediocres y no han sabido gobernar, está el poder del pueblo ya que éste no se debe doblegar y tiene que demostrar que siguen existiendo valores y unidad.
“Tenemos que festejar que somos un pueblo grande como nación, como ciudad, que los valores familiares y humanos los seguimos teniendo en unidad, que no obstante las autoridades estatales, municipales y federales no se hayan preocupado por promover los valores cívicos, culturales y de nación finalmente nos tenemos unos a otros”, dijo el también regidor del municipio de Monterrey.
Destacó en que no obstante, las vicisitudes que estamos viviendo con la alta criminalidad, nuestra patria, hay esperanza de un mejor mañana.
El regidor tristemente comentó que los gobiernos han fallado en una celebración digna de un nacimiento de una nación de 200 años que merecía una preparación inclusive como en los tiempos de Porfirio.
“Ahora no tenemos arcos ni de flores, ni arcos florales pudieron pensar para creatividad para que al menos los jóvenes, niños, piensen que hay esperanzas de un gran país, que duerme, por toda la criminalidad que hay, pero quiere resurgir de los embates que tiene, una nación que quiere resurgir no con sus autoridades, sino a pesar de sus autoridades”, marcó.
Detalló que las autoridades debieron de haberse preparado en educación, deporte, cultura, salud y abatimiento de la pobreza, y es que tampoco hay empleos. “En todo eso los gobiernos han fallado”, reiteró el regidor.
“El mensaje debería de haber sido que hay un mejor mañana, no en este momento que se encuentran cerrada”, dijo.
Y es que cifras oficiales señalan que hay 7 millones de jóvenes reconocidos que ni estudian, ni trabajan, los llamados “Ninis”, a parte los jóvenes que viven en la marginación que están encontrando una salida fácil en la delincuencia.
Dijo que los gobiernos han actuado con simulación, con impunidad, con corrupción, que han permitido situaciones como las que estamos viviendo.
Aseguró que la corrupción se fue incrementando durante el mandato de Miguel Alemán 1946-1952, incluso, dijo actualmente hay alcaldes que se creen dueños del municipio que gobiernan.
Señaló que en Nuevo León hay muchos casos de corrupción, cuentas públicas que pasan en el Congreso y que con extrañeza que son aprobadas, un derroche de dinero que sirve a unos cuantos, mientras el pueblo de ahoga.
El mensaje para celebrar el bicentenario de la Independencia de México, dijo Farías, es que los ciudadanos salgan a la calle, que no prevalezca el miedo, la desesperanza ni la incertidumbre.
Rodrigo Medina de la Cruz, como el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, deben de redoblar esfuerzos para con la sociedad a quienes les deben su elección.
“Que demuestren que están a la altura de los tiempos y de la necesidad que esta urgiendo en la ciudad”, concluyó.