Los conductores que diariamente circulan por las calles y avenidas de Monterrey y su área metropolitana, no sólo sufren durante las horas pico por el intenso aforo vehicular, sino por las fallas en el diseño de las vialidades, que ya no responden a las necesidades actuales.
Según expertos en desarrollo urbano y movilidad, las calles que hoy soportan el tráfico fueron diseñadas para un aforo vehicular de hace varias décadas y los gobernantes sólo las acondicionan con pasos a desnivel.
En el ajetreo diario quienes más sufren son los peatones, pues en México se da prioridad a los automovilistas.
Según algunos desarrolladores urbanos, si las vialidades fueran pensadas para dar movilidad a peatones y ciclistas, el uso del automóvil se reduciría considerablemente y por ende el tráfico sería nulo.
A continuación algunas muestras en donde el tráfico se vuelve lento por algunos periodos de la mañana o la tarde.
El cordón ‘incómodo’
En la salida de Félix U Gómez de norte a sur para incorporarse a Constitución el carril no tiene continuidad y, peor aún, las autoridades instalaron un cordón de concreto, por lo que los automovilistas y choferes de transporte urbano tienen que detener su marcha e incorporarse con cautela, cuestión que se complica en las horas pico.
El ‘patinadero’ del centro
Los días de lluvia, en Zuazua y Doctor Coss es común que los conductores derrapen con sus vehículos en el tramo que comprende entre Juan Ignacio Ramón y 5 de Mayo, en donde después de una remodelación, se suprimieron las vialidades y la arteria fue modificada con una curva.
Un infierno vial
Al sur de Monterrey donde se une Lázaro Cárdenas y Garza Sada el flujo vehicular se paraliza casi por completo durante las tardes, pues es demasiado el tráfico que se acumula en esa zona proveniente de Garza Sada, Revolución y Lázaro Cárdenas.
Cuello de botella
Otra situación similar sucede con quienes se trasladan por el bulevard Antonio L. Rodríguez hacia el oriente y se tienen que incorporar a Morones Prieto por la gaza que une ambas arterias, el cuello de botella que se forma en ese punto retrasa la vialidad.
De cuatro a uno
Quienes circulan sobre Alfonso Reyes e intentan incorporarse a Lázaro Cárdenas con dirección al poniente, tienen que hacerlo con paciencia durante las horas de mayor tráfico, pues de cuatro carriles se reduce a uno.
No hay control
En Paseo Las Américas en su cruce con el Eje Metropolitano 40 el tráfico se prolonga por varios kilómetros debido a la falta de semáforos o un carril de vía libre para incorporarse al norte de Paseo Las Américas.