La escasez de enfermeras (os) bilingües en Estados Unidos, las ganas de obtener mejores sueldos y que su trabajo sea reconocido, ha motivado a varios de estos profesionistas a dar un cambio radical en su vida: mudarse al vecino país del norte.
En la unión americana menos del dos por ciento de las enfermeras son hispanas y en este mercado los salarios oscilan entre los 50 y 60 mil dólares anuales, algo que jamás alcanzarían en México.
La organización mexicana Nurses Now Internacional (NNI) ha creado convenios con 100 hospitales de Estados Unidos, con el propósito de desarrollar a un nivel internacional la profesión de enfermería en México, mediante un programa académico multidisciplinario.
La selección de enfermeras se realiza con la aplicación de aprobación de requisitos técnicos, entrevistas, examen de conocimientos, de inglés y psicométrico, una vez pasado los filtros se elige a los mejores y son aceptados por seis meses donde se les capacita ocho horas diarias de lunes a viernes, y se les otorga una beca del 100 por ciento, además reciben un apoyo mensual de 6 mil 500 pesos.
Una vez que los alumnos hayan concluido sus estudios, luego de seis meses de estar laborando, destinarán a NNI entre un 5 y un 10 por ciento de sus sueldos. Terminado el contrato de tres o cuatro años con NNI, los uniformados que así lo deseen podrán extender su estancia, ganar sueldo libre, cambiar de hospital o regresar a México.
La primera generación concluyó en el mes de septiembre y egresaron 19 personas, entre hombres y mujeres de entre 24 y 54 años de edad, provenientes de diferentes estados de la República sin importar si eran o no jubilados.
Actualmente se están brindando clases a 100 enfermeros más en el Distrito Federal, Puebla, Saltillo, Veracruz, Montemorelos y 50 en Monterrey, del total se seleccionarán sólo 30 ó 36 y en enero del 2010 iniciarán el programa intensivo de capacitación.
Durante siete meses -cinco en Monterrey y dos (de prácticas) en Dallas, Texas- se preparan a las enfermeras con un curso donde se les imparte inglés médico especializado en ciencias de la salud, para aprobar los exámenes CGFNS y NCLEX-RN y así obtengan la licencia de enfermería.
Las enfermeras deben de ser tituladas y tener dos años de experiencia profesional comprobada, también contar con certificación TOEFL con al menos 475 puntos; durante el desarrollo del programa, NNI realiza los trámites para la obtención de la visa de trabajo TN2, con la cual si tienen hijos menores de 21 años y esposo podrán viajar sin necesidad de tener otra visa.
Mauricio Gojman Soriano, director de NNI, aseguró que el objetivo es que se apoyen entre ellas para que el trabajo de enfermería sea respetado y bien pagado, ya que en nuestro país perciben un salario promedio de cinco mil pesos al mes.
“El trabajo en Estados Unidos es más reconocido y bien pagado, y ellas tienen la oportunidad de seguir apoyando a otras enfermeras con el pago del 5 ó 10 por ciento que se les irá rebajando de sus salario y está destinado para seguir apoyando a las otras enfermeras que se encuentran en el curso, es decir, que así exista un compañerismo y todos salen ganando.
“Los hospitales no contaban con el personal bilingüe para hacer sentir en casa a los extranjeros, entonces tomamos el programa académico para mandar enfermeras a Estados Unidos, pero también se puede aplicar en México para capacitar personal médico que estén interesados en recibir americanos”, dijo Gojman Soriano, quien aseguró que las enfermeras mexicanas son las mejores, por la empatía y el buen trato.
NNI se localiza en la avenida Hidalgo 2609 y hasta la fecha se han registrado más de 2 mil 500 personas; sin embargo, sólo las mejores se quedan.
Por cada enfermera del programa NNI que emigra, se entrenan cinco en el país, y ya no sólo aspiran a trabajar en el IMSS, sino que se abre una gama de posibilidades al irse a Estados Unidos o estar en México atendiendo a pacientes americanos en hospitales privados.
SU VISIÓN ERA TRABAJAR EN EUA
Diana Ramón trabaja en el Harris Country Hospital, en Houston y se siente feliz de haber pasado el examen de certificación de enfermeras en Texas. Actualmente se encuentra en la etapa de orientación en el hospital y recibe un sueldo de 25.50 dólares la hora, es decir, en cinco días obtiene lo que en promedio en México ganaría en un mes.
“Desde que entré a enfermería en 2001, tenía la idea de venirme para acá, porque sabía que había más oportunidades hablando económicamente y te puedes preparar con alguna especialidad, yo quiero prepararme en emergencias y, por supuesto, quiero quedarme en este país”, comentó.
La joven de 27 años de edad es egresada de la licenciatura en enfermería en Montemorelos, Nuevo León, y vive desde el mes de septiembre en un departamento que renta con otra compañera.
Diana asegura que dio un cambio muy drástico en su vida, pues hablar otro idioma, el sistema de atender al paciente, medicamentos y fórmulas son diferentes a los de Montemorelos, donde trabajó un año realizando el servicio social, sin recibir salario.
Comentó que prefirió trabajar en un nosocomio pequeño, pues tenía poca experiencia como enfermera; además tiene que convivir con personas de diferentes culturas como compañeras procedentes de Hong Kong, de la India y con muy pocas enfermeras americanas.
“Algunas enfermeras te reciben bien, pero otras no son tan amables, es indispensable prepararte bien porque la gente es muy fría, uno tiene que ser muy fuerte para aguantar la presión, aguantar y aguantar; si uno demuestra que sí sabe, se gana el respeto.
“Por otro lado la mayoría de los pacientes son viejitos morenitos, algunos mexicanos que se sienten muy agradecidos de que haya gente que hable español, porque las enfermeras de Estados Unidos no los entienden y mejor los ignoran”, comentó.
En el área de geriatría hay un promedio de 30 pacientes de los cuales ocho no hablan inglés, entonces es más práctico ser atendidos por mexicanas, comentó Diana.
La joven empleada tiene un contrato por tres años con NNI y un año con el hospital donde labora, al vencer este último se podrá mudar a otro nosocomio o tiene la opción de seguir en el mismo; en tanto la deuda que tiene con NNI la comenzará a pagarse luego de los seis meses de trabajo.
“Ellos me empezarán a descontar por cheque, un cinco por ciento; lo que les debo son miles de dólares, (comentó, entre risas) pero sí nos atendieron muy bien, aprendes y te sirve para toda la vida”, mencionó.
Además dijo que la licenciatura de enfermería es reconocida y valorada como tal a diferencia de nuestro país.
“Puedes dar tu punto de vista, sugerir algo y te toman en cuenta, es reconocido el trabajo, el estatus de una enfermera es más alto que en México, no debería de ser así, pero lo es”, comentó.
PENSABA QUE ERA UN FRAUDE
Lila Sosa Sansores es una madre de fami-lia que pertenece a la primera generación de NNI, la decisión de alistarse a la compañía fue por las ganas de superarse en la vida y recibir mayores ingresos para mantener a su familia.
Anteriormente se había ido a trabajar McAllen a través de otro programa, pero resultó un fraude debido a que la dejaron sola para que tramitara toda la papelería para aplicar los exámenes.
“Así que nos dejaron todo a nosotras las enfermeras candidatas y ya, luego se venció el permiso de trabajo que nos habían conseguido sin terminar aún los trámites necesarios para presentar y nos tuvimos que salir del país y hacerlo todo desde México, pero los del programa se desentendieron de no-sotros y ya, todo se acabó”, explicó.
Meses después una amiga le comentó sobre el sistema de NNI, pensó que se trataba de una estafa debido a la mala experiencia que había tenido.
“Yo dudaba de todo lo que decían porque mi experiencia anterior me había dejado un sabor amargo. Fui a una de sus entrevistas (en NNI) y el personal me pareció bastante serio y además la ventaja que yo encontraba en todo esto era que me iba a dedicar en cuerpo y alma a estudiar para pasar los exámenes con un apoyo educativo que me ayudaría a sostener a mis hijos y no tendría que trabajar.
“Lo que sí quiero dejar bien claro es que este proyecto no es nada fácil, para lograr estar trabajando de este lado, necesitas tener muchos deseos, y estar seguro que eso es lo que quieres hacer, para los muchachos que sólo lo van para ver qué pasa, pues no va a funcionar porque hay muchos obstáculos que vencer, comenzando con el inglés”, puntualizó.
“Creo que lo mas fácil es pasar el examen de enfermería, pero luego, después de que pasas los dos exámenes lo más difícil es demostrar que sí puedes en una cultura ajena a la tuya, donde se habla un idioma diferente, y donde tienes que hacer amigos, yo extraño mucho mi país, extraño a mis compañeros del programa de NNI, en el cual estuvimos cerca de 10 meses juntos”, comentó.
Lila trabaja 12 horas al día en el Hospital General Lyndon B Johnson del condado de Harris en Houston, en la unidad de labor y expulsión para completar 80 horas en dos semanas.
“En el estado de Texas, la población en su mayoría es hispana, por lo que es muy útil ser bilingüe, en el hospital utilizo mi idioma en un 70 por ciento, pero es necesario hablar muy bien el inglés porque en esta profesión debes ser muy especifica y clara en lo que documentas, por cuestiones legales, para que no te metas en problemas”, comentó.
Lila tiene 44 años de edad, y explicó que es complicado tratar con el personal y los pacientes que se encuentran en el hospital por que son de diferentes países, entonces tiene que ser cautelosa.
Por lo pronto dice sentirse muy satisfecha con lo que ha logrado en las últimas semanas, aunque reconoció que le falta seguir actualizándose.
“Me gusta mucho mi trabajo, por fin creo que rompí el hielo con la mayoría de mis compañeros de trabajo, apenas tengo un mes trabajando, pero me encanta ser parte de esta unidad donde se le ayuda a tanta mujer a poder llevar un buen trabajo de parto.
La enfermera recibe un sueldo de 25.50 dólares la hora y espera obtener un aumento dentro de tres meses, y tiene un contrato de tres años.
PREFIERE LOS HOSPITALES PEQUEÑOS
Otra de las chicas egresadas de NNI es Verónica Barreto a quien siempre le ha gustado la tranquilidad, por lo que en lugar de trabajar en un nosocomonio de grandes dimensiones, optó por laborar en el pequeño hospital Val Verde Regional Medical Center, en Del Río, Texas.
La chica originaria de Tampico, una vez que vio la publicación donde solicitaban enfermeras para trabajar en EUA se emocionó e inmediatamente envío un e-mail a la dirección registrada y recibió una rápida respuesta.
“Me fui a la ciudad de Monterrey a una entrevista donde me explicaron en qué consistía el programa NNI y que si estaba dispuesta a entrar, en noviembre del 2008 me tuve que mudar porque no era posible quedarme toda la semana y regresarme a Tampico, tenía que dedicar el 100 por ciento del tiempo a estudiar, pasar los exámenes, es una buena opción, vale la pena, pero es un proceso que lleva tiempo y son muchos trámites.
“Estuve nueve meses porque las clases se retrasaron por la Influenza A/H1N1, fue un inconveniente, íbamos muy bien, ya en la etapa final del programa y se tuvo que suspender más de un mes, fue un contratiempo bastante grande, pero regresamos y terminamos.
“Antes de que concluyera el curso tuve dos entrevistas, una en Houston y otra en Del Río, pero decidí quedarme en esta última porque es el lugar que más me convenía porque está cerca de la frontera de México y ya tengo un mes donde he estado conociendo cómo trabaja el hospital, cuáles son los protocolos en el hospital y otra enfermera me apoya”, explicó Verónica quien tiene 37 años de edad.
“Ahorita estoy muy a gusto, realmente ha sido mucho mejor de lo que yo esperaba, la gente es muy amable, fue lo que me sorprendió mucho, es una comunidad pequeña en la que todo mundo se conoce, a la semana yo ya era famosa (dijo, entre risas) porque todo mundo se entero de que había una enfermera mexicana; sabía que en el hospital me iban a dar entrenamiento y tiempo, pero no pensé que fueran tan amables”, agregó.
Verónica, además de contar con la licenciatura en enfermería también tiene otra carrera en lenguas extranjeras, por lo cual se le facilitó el curso de NNI.
Labora 40 horas por semana, donde percibe en el periodo de entrenamiento un sueldo por arriba de 20 dólares la hora, pero si trabaja de noche recibe tres dólares más.
“Vale la pena, lleva tiempo, porque tienes que invertir un poquito de dinero, mucho esfuerzo y sobre todo echarle muchas ganas, es algo que se presenta sólo una vez en la vida y debes aprovecharlo, yo la hice y gracia a Dios hasta ahorita todo ha salido bien”, comentó.
Los cambios en su vida han sido muchos, a pesar de que tiene familiares en Estados Unidos vive en un departamento con otra enfermera que es originaria de China, y para la cual fue difícil emigrar a EUA, ya que se fue sola, sin apoyo de nadie, caso contrario al de Verónica donde personal de NNI la asesoró para abrir una cuenta bancaria y conseguir un lugar donde vivir.
La enfermera considera que se le facilita trabajar debido a que no está casada ni tiene hijos. “Tengo la libertad de moverme a cualquier ciudad que quiera, ni me tengo que preocupar por encontrarle una escuela para mis hijos o trabajo para mi marido”.
Sus padres viven en Tampico y cuentan con visa, por lo cual de vez en cuando van a visitarla a Del Río, Texas.
Verónica deja un mensaje a todas aquellas enfermeras que vean difícil su situación económica en México, pues la mejor solución es que no piensen tanto y mejor opten por mejorar su calidad de vida y entren al programa NNI para que trabajen en EUA.
“No le piensen tanto, esto vale la pena, la gente que ayuda tiene experiencia y como enfermera y como persona es algo maravilloso el poder estar y tener esta oportunidad, es algo que vale la pena experimentar”, finalizó.