Para quienes conocen el bambú no es extraño asociarlo como “la madera de los pobres”, y es que los nativos de las regiones cálidas y húmedas lo han explotado como el principal material para la construcción de sus casas.
Desde hace más de 6 mil años los asiáticos lo han reconocido con un sinfín de usos, desde la alimentación, medicina y vestido, hasta la construcción y aeronáutica. Aunque en nuestro país la vivienda del bambú fue usada antes de la llegada de los españoles.
En el sureste del país ya es común su empleo, incluso en Veracruz se trabaja en la construcción del Centro de Desarrollo Tecnológico del Bambú, en donde se tiene proyectado impulsar 12 mil hectáreas de plantación para posteriormente ser utilizado en edificación de viviendas.
En el Tecnológico de Monterrey, la Cátedra de la Vivienda, al mando de Francisco Yeomans Reyna, considera que vale la pena utilizarlo como un material alterno, no sólo por sus características favorables para la edificación, sino por que es 100 por ciento ecológico.
EL BAMBÚ EN MÉXICO
Alrededor del mundo se conocen más de mil 300 especies de bambú. China es el primer productor de bambú en el mundo y ha reportado 500. En México se conocen 36 tipos, de los cuales el Guadua Angustifolia y Guadua Velutina, son considerados los más aptos para la construcción.
El Tecnológico de Monterrey, por medio de la Cátedra de Desarrollo, Innovación y Procesos de Tecnología para Vivienda, también conocida como la Cátedra de Vivienda, busca dar soluciones a la construcción, explicó su titular Francisco Yeomans Reyna.
“Nosotros estamos enfocados a buscar soluciones desde diferentes ángulos relacionados con la vivienda en el país, nos enfocamos en particular a la solución de vivienda económica. Tratamos de dar soluciones con alta resistencia estructural, resistir fuerzas sísmicas, confort técnico y ahorro en el consumo de energía”, explicó el profesor principal de esta Cátedra.
Yeomans Reyna explicó que desde hace siete años se encuentran trabajando en el bambú, en el que principalmente han utilizado dos especies: Guadua Angustifolia y Guadua Velutina. Ambas, dijo, han aprobado las pruebas de tensión, corte, flexión y compresión a las que han sido sometidas.
Mencionó que la resistencia depende del tipo, y estos en específico pueden resistir hasta mil kilos por centímetro cuadrado de tensión, que es mucho mayor comparado con el concreto que soporta entre 30 y 40 kilos.
Aunque advirtió que la diferencia es abismal ya que mientras el concreto puede manipularse en secciones grandes, el bambú sólo puede ser manejado en secciones pequeñas.
El clima del sureste mexicano es especial para el crecimiento del bambú, estados como Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Veracruz poseen el entorno ideal. Sin embargo en regiones más cálidas como Nuevo León también se han encontrado especies, aunque no funcionales para la vivienda.
SUPLIENDO
AL BLOCK
En estas ciudades del sur del país el bambú es ya una herramienta común en el ramo inmobiliario, más allá de las palapas, es tomado en cuenta como material principal para erguir una residencia.
“Una posibilidad es utilizar el bambú tal y como viene de la naturaleza, y así lo hemos utilizados en lozas prefabricadas que es el refuerzo por bambú, pero nuestro interés es darle un valor agregado al bambú en la región, para que ellos trabajen este material en tiras o latas, obteniendo más ganancias.
“Nosotros hemos estado trabajando con las tiras o latas de bambú combinándolo como refuerzo secundario o principal en los elementos de concreto, hemos estado haciendo una serie de pruebas, nuestro objetivo es proponer soluciones utilizando el bambú”, aseveró Yeomans Reyna.
De esta manera, dijo, con la tiras de bambú en medio se sarpea y queda construido un muro, sólo que en lugar de estar reforzado con block y varilla, el material principal son las tiras de bambú.
“El bambú se ha usado toda la vida, es uno de los materiales de construcción más antiguos, desafortunadamente hay una percepción que ha ido cambiando con los años, es una material depreciado por que lo vemos nada más en palapas o en vivienda humilde.
“La verdad el bambú ha sido rescatado mucho por los arquitectos como Simón Vélez, quienes le han reconocido la belleza que tiene a parte de su resistencia”, mencionó.
Una de las obras más recientes de este arquitecto colombiano fue el Museo Nómada que se levantó en el Zócalo de la ciudad de México para albergar la exposición Ashes and Snow de Gregory Colbert.
Otro de los beneficios del bambú, señala Yeomans Reya, es que además de generar oxígeno puede estar listo para su utilización en un par de años, ya que crece desde un centímetro hasta los 40 metros en alrededor de cinco años.
Explicó también que su uso también debe de ser concienzudo, ya que a pesar de su fortaleza, deben protegerse los cortes en los extremos, ya que aunque la naturaleza le brindó una capa de protección a lo largo, al momento de realizar un corte queda expuesto a las plagas que lo pueden consumir.
OTROS USOS
Aunque la fortaleza del bambú puede soportar la construcción de una vivienda, hay usos menos rudos que también se le dan a este material natural. Vestidos, cubiertas de lap top, computadoras completas, teclados, mouse, usb, bocinas, utensilios de cocina y muebles, son algunas de las aplicaciones en las que también se les puede ver.
Existen automóviles que tienen su estructura completa hecha con este material, así como bicicletas, triciclos y hasta instrumentos musicales como la bateria, son erguidas con el también llamado acero vegetal.
En México su uso apenas comienza a ventilarse como auxiliar en la decoración pero, ¿Será tiempo de regresar al pasado y aplicar todo aquello que proviene de la naturaleza en nuestra vida diaria?