
No sólo serán las elecciones federales y estatales más competidas y caras de la historia de México, sino que el próximo primero de julio del 2018, los mexicanos acudirán a votar envueltos en la desconfianza: a los políticos. A los partidos. A los órganos electorales. A las autoridades judiciales electorales… En suma, a todos.
Así lo reconoce Mario Alberto Garza Castillo, presidente de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León, órgano que será el encargado de organizar, supervisar y vigilar el desarrollo de los comicios en la entidad.
“La desconfianza. Hay mucha desconfianza, tengo que decirlo. Hay una crisis de desconfianza muy fuerte hacia las instituciones, hacia las personas. A todos. El informe país así lo demuestra: el 75 por ciento no confiamos en nadie, ni en nuestros vecinos.
“La complejidad deriva en la distribución de atribuciones que tenemos las autoridades electorales”, sentenció.
Como nunca en la historia de México, refiere Garza Castillo, habrá elecciones concurrentes de tal magnitud: además de la elección presidencial y las federales para designar a senadores y diputados al Congreso de la Unión, habrá la renovación de nueve gubernaturas y en 30 entidades se elegirán alcaldes, regidores y síndicos, amén de legisladores a los congresos locales.
“En Nuevo León tendremos la renovación de las 51 presidencias municipales y la elección de 26 diputados uninominales al Congreso del Estado, además de una consulta popular, ya aprobada por el Tribunal Estatal Electoral, y aún está pendiente de definir si procederán otras cuatro o cinco”, enumeró el consejero electoral.
Todo esto, agrega, traerá una sobrecarga sistémica en la que, por un lado, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene que fiscalizar a todas esas candidatas y candidatos y vigilar el desarrollo correcto de todas las campañas, los actores políticos y los independientes, lo cual ya por sí solo eso es muy complejo.
Explica que la Comisión Estatal Electoral coadyuvará para fiscalizar a partidos y candidatos durante el proceso comicial, para recabar las evidencias que tienen que ver con el ingreso y gasto, y la aplicación de las prerrogativas públicas de todos los candidatos durante las campañas, de los partidos y coaliciones, así como de los independientes para que el INE dictamine sobre la legalidad del proceso.
En el caso de los ciudadanos, precisa Garza, no habrá complicaciones más que las de tomar la decisión meditada, valorada e individual de decidir en favor de quién ejercerán el voto, de entre el amplio espectro de opciones, ya sean candidatos apoyados por fuerzas políticas o aquellos independientes.
“El ciudadano de Nuevo León estará expuesto a una campaña proselitista de 60 días, o en el caso de la presidencial de 90. Estará frente a lo tradicional de la comunicación política como son los spots, debates, concentraciones masivas”, explicó.
Habrá de donde escoger. Hay 10 partidos que cuentan con registro electoral nacional y uno local. Más los aspirantes independientes a alcaldías y diputaciones “que pueden ser varios, no se sabe aún, pero que sin duda estarán en las boletas electorales”.
Las fuerzas electorales con registro son PAN, PRI, PRD, Morena, Nueva Alianza, Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Partido del Trabajo, más la organización novel RED, aprobada este año por la Comisión Electoral y que debutará en las elecciones del próximo año.
Precisa que la gran novedad de este proceso electoral serán las consultas públicas, en las que los ciudadanos deberán elegir entre varias opciones sobre temas de interés y afectación general. Un hecho inédito en el país y en Nuevo León, un verdadero ejercicio democrático en el que autoridades electorales y en funciones, así como los electores, estaremos pisando terreno virgen.
ARRACAN YA
El 6 de noviembre inició el proceso electoral de Nuevo León, el cual concluirá el 31 de octubre del 2018. Como primera acción del órgano electoral, se declaró abierta la convocatoria para el registro de candidaturas a ocupar los cargos de consejeros ciudadanos de las 51 comisiones municipales electorales.
A la par, se lanzó también la convocatoria para el preregistro de los y las aspirantes a candidaturas independientes a las presidencias municipales y a las 26 diputaciones correspondientes al mismo número de distritos electorales.
Se prevé que el padrón electoral potencial que esté en vigencia incluya a poco más de 3 millones 800 mil personas.
Además, estos comicios estarán regidos bajo una nueva legislación electoral, recién aprobada por el Congreso del Estado y que, pese a la impugnación del gobierno encabezado por Jaime Rodríguez Calderón, regulará la elección de 26 distritos uninominales y 51 presidencias municipales.
“Todo inició con la expedición de convocatorias para la elección de los consejeros ciudadanos, de las 51 comisiones municipales, quienes a su vez coadyuvarán para el resguardo y traslado de los materiales electorales, y la calificación de los comicios”, dijo.
También inicia el periodo para que los ciudadanos que aspiren a ser candidatos a un cargo por la vía independiente empiecen a llenar las cédulas de apoyo, conocidas como levantamiento de firmas.
La siguiente fase será la de las precampañas, en la que los partidos políticos tendrán al interior los procesos para elegir a sus abanderados, y que finalizará el 3 de febrero del año próximo, con la postulación de sus candidatos mediante los mecanismos que ellos decidan.
De ahí viene un periodo corto de intercampañas, antes de que arranquen de manera definitiva las campañas proselitistas.
Lo fuerte a nivel local inicia en marzo, y durante casi tres meses todo será político, hasta tres días antes de la jornada electoral, cuando se acaben las campañas proselitistas y venga un periodo de reflexión de los ciudadanos, alejados del bombardeo de los discursos y mensajes partidistas.
“La complejidad del proceso deriva en la distribución de las atribuciones legales que tenemos las autoridades electorales. Son las diversas acciones que debemos de aplicar al mismo tiempo, para poder sacar adelante el proceso”, señaló.
Destaca que tan solo para asignar y capacitar a los más de 50 mil ciudadanos que deberán fungir como funcionarios electorales en las más de 6 mil casillas que se instalarán, el CEE deberá contratar más personal para capacitación y supervisión del desarrollo previo y durante el proceso electoral.
“Para nosotros la complejidad estará en que debemos emitir más documentación electoral, contratar más personal y capacitar más ciudadanos; por ejemplo, otro escrutador en la mesa de casilla tan sólo para fungir como escrutador en el tema de la consulta popular que se efectuará en paralelo”, sentenció.
EL PODER ESTA
EN EL CIUDADANO
Garza Castillo da cuenta del gran bono democrático que tiene la ciudadanía de Nuevo León, en donde se ha dado la alternancia no sólo en las alcaldías, sino en diputaciones locales y hasta la gubernatura.
“Desde el periodo revolucionario, por primera vez podrá el ciudadano decidir si su alcalde o diputado se reelegirá o no, para seguir en el puesto otros tres años representándolo. Aquí radicará el verdadero poder de la democracia, aunque haya quienes critiquen la aprobación de las reelecciones.
“Esta forma de valorar o calificar al diputado o alcalde, de brindarle su confianza o rechazarlo por su buen o mal desempeño, es un arma aún más poderosa que la rendición de cuentas que haga el funcionario, ya que es con el poder de su voto cuando el ciudadano consolidará la democracia”, afirmó Garza Castillo.
Da cuenta de la historia reciente: “En Nuevo León los ciudadanos ponen a sus gobernantes. Los municipios no son monocolores; el gobernador es independiente. En el Congreso el bipartidismo es casi perfecto por las dos primeras mayorías (PRI y PAN), en donde hay minorías que se hacen escuchar y valer, y cambian con sus votos las decisiones finales”, expresó.
CIUDADANOS EMPODERADOS
El desempeño de los políticos tras ganar las elecciones no es un asunto que le competa a los consejeros electorales, quienes sólo tienen la obligación legal de organizar los comicios.
“Si son buenos o malos alcaldes, o diputados, no es competencia de la CEE. Ya lo que hagan los gobernantes después en sus cargos, es otra cuestión”, aclaró.
El órgano electoral tiene una campaña de promoción del sufragio muy fuerte que busca darle voz y sobre todo voto a los nuevoleoneses.
“Nosotros tenemos una campaña que se denomina ciudadanía de 365 días, en la que buscamos crear conciencia cívica para que cada uno asumamos un rol más participativo, y no nos conformemos sólo con dejar que otros tomen las decisiones que competen a la mayoría.
“Es además nuestra obligación constitucional. No es sólo hacer elecciones sino crear aculturación política, educación cívica. Socialización política. El ciudadano debe de estar atento a lo que hacen sus representantes en el poder y exigirles a ellos un mayor desempeño, el correcto”, explicó.
PISO PAREJO
Garza Castillo es contundente: como presidente de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León tiene la obligación de ser imparcial, objetivo y claro en su desempeño como consejero ciudadano, al igual que los otros integrantes de este organismo:
“Habrá piso parejo para todos. Llegan en igual de circunstancias los candidatos y partidos, y quienes aspiren a un cargo por la vía independiente.
“Hay mecanismos y candados técnicos y legales que nos impiden, aunque lo pretendiéramos, que no es el caso ni la intención, beneficiar a un candidato o partido en específico”, expresó.
Exhorta a los electores a no preocuparse por la existencia de algoritmos computacionales para beneficiar con más votos a un candidato, en perjuicio de otros contendientes.
Detalla que cuando menos habrá en cada una de las miles de casillas 10 representantes, uno por cada organización política, más los posibles de los candidatos independientes.
“Sería casi imposible que los 10 representantes de partido convenzan a los integrantes de las mesas de votación, presidente, secretario y dos escrutadores, de favorecer a un candidato o partido. Eso es lo complejo del proceso.
“Uno por cada de uno de los partidos no van a permitir que el otro haga algo o permitir que el presidente haga una tropelía al contar los votos.
“Cada representante de partido tendrá una copia de la lista nominal con los electores inscritos en esa casilla de votación, y verificará a su vez que el votante es el de la credencial y su foto aparece en su listado; y no sólo eso, sino que le sellaron su dedo tras emitir su voto. Ya lo que haga el votante dentro de la mampara, si votó por tal o cual partido o no votó, ya es decisión personal”, aseguró.
Reconoce que desafortunadamente afuera de las casillas pueden pasar muchas de las medidas clientelares para comprar el sufragio, basándose en el abuso de la pobreza y necesidades básicas de los votantes, pero eso es aparte.
Dentro de las casillas, como al momento en que se empiecen a contabilizar los votos, se resguarden los paquetes electores y posteriormente inicie el proceso de conteo de los votos a través de Programa de Resultados Electorales Preliminares “habrá miles de ojos siguiendo cada etapa del proceso y con la posibilidad de acceder en vivo en caso de algún fallo o mala intención.
“Sin duda, serán las elecciones más vigiladas y sancionadas por los ciudadanos, aun y cuando no se terminen los comicios, sólo en espera de ver las tendencias a favor de sus candidatos para felicitarlos, o en contra para denunciar irregularidades al proceso electoral”, aseveró.
“La desconfianza hacia todos nos llevó hasta aquí”, concluyó Garza Castillo.