Los tubos están colocados a poco más de un metro y medio de distancia en el salón de la academia, donde Patricia Guerra instruye el Pole Fitness desde hace cinco años, tiempo en que introdujo este deporte en la localidad.
Y aunque no ha sido fácil su camino en ese medio, por el concepto equivocado que la gente tiene del baile en tubo, asegura que debido a la intensa capacitación sobre la disciplina, el trabajo y la dedicación a la misma, ha luchado para que la sociedad ya no vea esta actividad como un tabú sino como un deporte.
“No ha sido sencillo pero poco apoco hemos logrado quitar ideas negativas sobre esto. El Pole Fitnees es un sistema de acondicionamiento físico en que por medio de palancas y puntos de presión se hacen acrobacias sobre la barra vertical -tubo- y dichos movimientos se mezclan con el baile”, expresó Patricia.
Mientras trepaba el tubo y realizaba unos giros básicos para demostrar lo que dijo, añadió que es un deporte muy completo, ya que en la rutina se incluye pilates, gimnasia y yoga, facetas que resultan efectivas para adquirir fuerza y definir el cuerpo.
“Se requiere de técnica, practica y actitud, aspectos que cualquier mujer puede desarrollar si desea mejorar su condición física e incluso emocional, porque te ayuda a ser más consciente de tu fisonomía”, dijo la instructora del Pole Fitness.
Y aunque generalmente se pudiera pensar que es una disciplina sólo para mujeres, señaló que no se excluye a los hombres, pues ellos también pueden ejecutar las rutinas al nivel de ellas e incluso mejor.
“Cualquier persona de cualquier edad puede practicarlo y no hay límite de edad. Desde luego es necesaria la autorización previa de un médico, a las personas que por alguna circunstancia de salud sufrieron lesiones musculares, con el fin de que puedan ejercitarse con esta modalidad”, manifestó.
En medio de esa lucha por dignificar este deporte, hay quienes aún piensen que esto no es más que un invento. Sin embargo, cuando se conoce lo que realmente implica ascender al tubo o barra y los beneficios que este deja, fuera de lo económico o visual, se comprende lo antepuesto por la instructora.
Ya no es un baile de cabaret, reiteró Patricia. “Es una actividad física y emocional que además de moldear el cuerpo, incrementa la autoestima de quienes lo practican; es extremadamente liberadora y divertida”, afirmó.
Aprender este ejercicio no es tan caro, según las clases a las que se quiera asistir durante el mes, se cotizará el pago, para el cual existe flexibilidad pues se cuenta con equipo humano y especializado.
LOS BENEFICIOS y RIESGOS
DEL POLE FITNESS
Al observar su figura, sin caer en el acoso, se refleja que su formación y dedicación en el deporte no han sido en vano. Su cuerpo luce torneado, fuerte y hasta voluminoso, aspectos que se reafirman con la constancia en el pole.
“Se ejercita cada músculo del cuerpo; quemas de 300 a 500 calorías por clase; mejora tu sistema cardiovascular; aumenta tu flexibilidad y coordinación; aumenta la tonicidad y resistencia muscular; ayuda a corregir la postura, ya que glúteos y abdominales deben mantenerse contraídos para tener el cuerpo alineado al realizar los giros”, detalló.
Entre otras cosas, agregó, te ayuda a desarrollar la imaginación, influye para que seas más creativa y aumenta tu autoestima, pero recalcó que eso no se logra de la noche a la mañana o al subir una vez al tubo.
“Lo ideal es practicar 4 horas a las semanas pero como la mayoría de las alumnas trabajan, estudian y tienes ocupaciones del hogar, asisten dos horas o tres, según se les acomoda; lo importante es ser constante”, expresó.
En ese sentido, en Dansstage se brinda entrenamiento todos los días de la semana, y es la alumna, quien tiene la libertad de elegir el horario o modalidad de la disciplina para empezar a aprender o dominarla.
“Depende del tiempo disponible que tenga la persona pero también del avance que se genere respecto al aprendizaje porque se inicia en el nivel básico hasta el más avanzado, donde ya pueden realizar acrobacias”, recalcó.
La constancia, la práctica e instrucción certificada, reiteró, serán la base fundamental para pasar de un nivel a otro sin sufrir lesiones graves, riesgos que se pueden enfrentar si no se realiza de la manera adecuada.
Lo anterior porque no falta la chica o ama de casa que sienta temor de caerse del pole o lastimarse. “Con una instrucción experimentada y técnica apropiada se asegurará tu prosperidad en este deporte”, dijo Patricia.
“Es importante buscar academias e instructores acreditados para tener la certeza que tu aprendizaje y desempeño sobre el tubo o barra será realmente efectivo”, comentó al reconocer que aunque Dansstage fue la primera escuela, se establecieron otras cuatro más, con diferentes estilos y enfoques sobre el Pole Fitness.
Advirtió que como todo deporte existe el riesgo de que al principio se presente el dolor muscular o aparezcan algunos moretones en lo que se aprende a tomar la postura y aplicar fuerza adecuada sobre el tubo.
“Es el deporte más completo que he practicado”
A sus 41 años, Lizbeth Moreno es una mujer que se mantiene activa en su rutina diaria; trabaja, estudia una Maestría y en su tiempo libre realiza ejercicio para mantenerse en forma.
Desde hace más de un año toma clases del Pool Fitness, ejercicio que le ha resultado más completo que otros y del que ha tenido resultados positivos sobre su persona.
“Antes hacía aerobics, jugaba voleibol y hasta futbol, pero no encontraba uno que me llenara. Una amiga me recomendó el Pole Fitness y estoy encantada”, dijo Lizbeth.
Ella supo que se trataba de algo serio y no de una rutina de baile sensual para bailar en un table dance. “Se combinas varias disciplinas y eso es fabuloso”, manifestó.
“Necesitas mucha fuerza y dedicación, más cuando sabes que hay jovencitas con una complexión delgada y que tienen mucha facilidad para hacer los giros o movimientos”, expresó.
Recordó que al principio le fue difícil vencer sus miedos y hacer a un lado las comparaciones. Pero poco a poco se enfocó en su desempeño para tener un mayor control entre su cuerpo y el tubo.
“Tenía que invertir más tiempo para ponerme a su nivel y finalmente lo logré a base de constancia. Físicamente fue un reto que ahora, puedo decir, superé”, señaló.
Aunque Lizbeth es de estatura media y su masa muscular no es igual a la de una adolescente, se observa que su cuerpo se ha estilizado; sus brazos, piernas, abdomen y glúteos se han reafirmado y tonificado.
“Además del ejercicio, me puse a dieta, no de esas que dejas de comer lo que te hace daño pero sí trato de llevar una alimentación balanceada para tener mejores resultados”, apuntó.
En lo emocional, comentó, “he sentido un cambio increíble, mejoré mi autoestima y me siento plena”. Lo anterior se reflejó en su intento de superar un divorcio.
“El Pole me ha ayudado a sentirme más segura, aceptar mi cuerpo y aprender a trabajar en equipo, ya que durante los ascensos o descensos del tubo se necesita de apoyo de otras personas”, reveló.
Aunado a eso, su grupo de amistades ha crecido. En la convivencia diaria en las clases, ha tenido la oportunidad de encontrar nuevas amigas y de todas las edades.
Pole Urbano en las calles Monterrey
Con playera roja y un shorts negro, cerca de 30 alumnas, entre jóvenes y personas de edad madura, salieron a las calles, y sin ser vulgares, demostraron el esfuerzo que implica hacer Pole Fitness.
Los tubos de las cercas, de los juegos en los parques, los parquímetros de Constitución, de la estación de bomberos, entre otros, fueron su herramienta deportiva, durante el recorrido que realizaron por estos sitios, aquel domingo.
Coordinadas como si estuvieran en clase, arribaron a los lugares citados, guiadas por Patricia, y se alistaron para ascender a los tubos.
Para no resbalarse de la barra redonda, utilizaron un gel antiderrapante que les ayudó también a cuidar sus manos y piernas con las cuales la escalan.
Todas mostraron diversidad de posturas que se pueden hacer si se tiene la capacitación adecuada. Splits, giros, entre otros movimientos, quedaron en manifiesto de su habilidad.
Ante esa demostración que presenciaron sus familiares y amigos y vio la ciudadanía que rondaba por esos lugares, se confirmó lo que ellas tanto dijeron: “no es un baile vulgar, sino un deporte”, coincidieron Patricia y Lizbeth.
Esta celebración es la segunda que se realiza en la localidad y a la que se unen con otras mujeres que practican el Pole Fitness en todo el país.
Si tienes ganas de atreverte a ejercitar tu cuerpo con algo diferente y que está reconocido por la Federación Mexicana de Pole Fitness, es hora de que tomes la decisión.
Quiere ser maestra de Pole Fitness
:: Debido a los beneficios que descubrió en el Pole Fitness, Lizbeth espera tener mayor dominio en la misma para, algún día, ser instructora.
“Me encantaría enseñar a otras personas este deporte y demostrarles que no se trata sólo de un baile y ya, sino que detrás de todo eso hay una carga de esfuerzo y energía para mejorar como persona en varios aspectos”, dijo.
Mencionó que en el Pole Fitness, como en la vida, se pone a prueba tu resistencia y en base a ello uno se fija nuevos retos. Por ahora quiere mejorar su condición física en el tubo y pasar de nivel.
“Quiero dominar el tubo con acrobacias de mayor dificultad y sé que lo lograré aunque últimamente no voy tan seguido a clases por la escuela”, expresó.
Lizbeth divide su tiempo entre los pendientes del trabajo, su vida personal y actividades del hogar para poder ir a clases al menos dos veces a la semana.
“Por ahora se me ha complicado, pero si no puedo ir, practico en casa. Con una silla se puede ejercitar, tan igual como con el tubo y es lo que hago”, señaló.
Ante la complicación de no poder asistir a diario a clases, Lizbeth quiere tener su propio tubo en casa para realizar su rutina sin necesidad de salir de casa.
“Estoy ahorrando para comprarlo, desde finales de año lo quería adquirir pero no pude”, comentó.
Obtener un tubo especial es costoso. Existen diferentes tipos de tubos y marcas, que el precio varía, pero oscila entre los 3 y 6 mil pesos.
“Depende como lo quieras, los hay permanentes que están fijos al techo y piso y son exclusivos para estudios que enseñan Pole Fitness, le siguen los removibles y a presión que utilizan menos espacio sobre techos sólidos, o tubos parados en plataformas”, explicó.