
A pesar de las tradiciones religiosas de la mayoría de los mexicanos, los servicios de cremación se han incrementando en los últimos años porque también resulta más económico que un funeral común.
Raúl Ortiz Quintanilla, propietario de Funerales Monterrey, afirma que la gente actualmente se está decidiendo por el sistema de cremación debido a que hay panteones que cobran hasta 7 mil pesos por el terreno.
El empleado de una funeraria que brinda el servicio de cremación, comenta que uno de los motivos por los que se demanda este servicio es porque genera menos sufrimiento entre la familia.
“Las cremaciones han ido aumentando por ser más práctico, menos doloroso el funeral; en el servicio normal se manda traer el cuerpo, se embalsama, se arregla, se pone en velación, el funeral es normal, lo diferente es que aquí se acaba, ya no hay el cortejo, la separación, ese momento es lo más dificil del funeral, es por eso que la cremación en los últimos años ha tenido mayor aceptación porque implica menos dolor”, indica el funcionario que pidió omitir su nombre.
Propietarios de diversas funerarias señalan que hoy en día venden la misma cantidad de cremaciones que de servicios tradicionales.
“Se ha incrementado bastante, bastante, fácilmente se venden la mitad de cremaciones y la mitad de servicios tradicionales hoy en día tranquilamente”, dijo el empleado funeral.
EL NEGOCIO
La muerte es en lo que las personas menos piensan, y aunque el fallecido se libera de las penas, la familia se queda con el dolor y gastos que se generan tras la pérdida del ser querido.
Actualmente los costos de un servicio funeral para un nivel de clase media ronda entre los 6 mil y pueden llegar hasta los 50 mil pesos, precio que depende de lo que solicite la persona.
“La diferencia que existe entre el costo de un funeral es el precio del ataúd; el servicio más caro que se me maneja puede llegar hasta los 50 mil pesos. En funerarias de clase alta eso no alcanza para un funeral normal, el paquete básico en una funeraria de clase alta oscila entre los 65 mil a 67 mil el más sencillo y en una funeraria de clase media oscila el más caro entre los 50 mil pesos”, señaló un funcionario quien solicitó omitir su nombre.
Se estima que en Nuevo León hay alrededor de 90 funerarias dentro del área metropolitana, mismas que tienen de cuatro a cinco servicio diarios en promedio.
“Es un número muy constante, alrededor de cuatro a cinco servicio diarios, hay muchas funerarias y todas tenemos trabajo, la última vez eran 85 a 90 funerarias en el área metropolitana, entre grandes y chiquitas; somos un montón y todas tenemos trabajo y es lógico porque la ciudad va creciendo”, dijo el entrevistado.
Según la estadística más reciente del Inegi, en Nuevo León mueren 63 personas diarias, cifras que hoy en día se han disparado por el índice de violencia que se vive en la entidad.
Ortiz Quintanilla menciona que son 100 y 200 personas las que fallecen al día debido a diversas circunstancias.
“La actualización en cuanto a decesos aquí en nuestro estado se ha incrementado considerablemente, el crecimiento y la inseguridad han colaborado en el incremento de tantas defunciones”.
DATOS HISTÓRICOS
La cremación se inició en los días del hombre prehistórico. El hombre primitivo descubrió los beneficios del calor y de las llamas, y el fuego se constituyó en una deidad. El hombre primitivo expresaba su devoción a este Dios y buscó la protección para sus miembros fallecidos a través de la cremación.
La cremación aparece en la península griega durante la Edad de Bronce. Los griegos creían que al cremar el cuerpo se purificaba el alma y la desprendía de su forma terrenal. Cuando el pueblo romano absorbió las ideas y costumbre griegas, ellos también comenzaron con la cremación.
Cuando se desarrolló el Imperio Romano, la cremación era ampliamente practicada y los restos cremados eran colocados en elaboradas urnas funerarias y muchas veces alojados en un Columbario.
Alrededor del 400 A.C. la mayor parte de Europa se convirtió al cristianismo y el enterramiento reemplazó casi completamente a la cremación.
En la cultura occidental la cremación volvió a la práctica en los 1800s.
En 1869, durante la Conferencia Médica Internacional de Florencia, Italia, se pasó una resolución urgiendo a todas las naciones representadas a promover la cremación como “una ayuda para la salud pública, y para salvaguardar el mundo de los vivos”. Este movimiento de apoyo a la cremación se extendió a través de Europa, América y Australia.
En 1873 el profesor Bruno Brunetti desarrolló una cámara crematoria que fue expuesta en la Exposición de Viena. Al año siguiente, el cirujano de la Reina Victoria, Sir Henry Thompson, fundó la Sociedad de Cremación de Inglaterra, preocupado por todas las cosas relacionadas con la salud pública. En 1878 se construyeron los primeros crematorios de Inglaterra (Woking) y en Alemania (Gotha).
Aunque la primera cremación debidamente documentada en norteamérica se realizó en 1792, fue recién desde 1876, a partir del primer crematorio construido en Washington, Pennsylvania, que la cremación comenzó a practicarse.
Para 1913 ya había funcionando 52 crematorios en Estados Unidos y se llevaron a cabo más de mil cremaciones.
La Asociación de Cremación de Norte América informó en 1998 que el volumen de cremación fue 23 por ciento mayor que el año anterior con más de 551 mil cremaciones en ese año solamente.
Aproximadamente una de cada cinco personas en los Estados Unidos elige la cremación para la disposición de sus restos.