Aunque el titular de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León (CTAINL), Guillermo Mijares Torres, aseguró que desde hace dos años se estableció como política interna que los comisionados sólo podían cubrir a su pareja legal e hijos menores de edad con seguros de gastos médicos, olvidó algo importante:
Que el órgano autónomo que vive del presupuesto que otorga el Congreso del Estado pagó indebidamente el seguro médico privado a un hijo que actualmente se acerca a los 40 años de edad, a costa del presupuesto público.
Y es que de acuerdo a documentos en poder de Hora Cero, obtenidos a través de Transparencia del Estado, el 10 de febrero de 2011 se realizó la última renovación de la póliza individual de Alejandro Gabriel Mijares Cortés, por el que se pagó una prima total de 15 mil 624 pesos con 43 centavos, cargada a la Comisión.
El pago, realizado de contado y en una sola exhibición, garantizó hasta el 10 de febrero de 2012 la seguridad social del Mijares Cortés, hoy de 39 años, contradiciendo así lo dicho por Mijares Torres en una grabación sobre la ilegal filtración de datos personales de su colega María Eugenia Pérez Eimbcke.
“Cuando son mayores de edad yo diría que sí (deberían de sacarlos de lo seguros de gastos médicos). (Por eso) cuando dijimos eso hace dos años, el único hijo que tengo todavía en casa y que es dependiente mío directo lo saqué del seguro (sic)”, se oye decir al presidente comisionado, cuando en realidad, todavía en 2012 su descendiente contaba con seguridad médica de amplia cobertura cortesía de la CTAINL.
En el audio, con duración de 5 minutos y 28 segundos, irónicamente también se escucha al titular de la CTAINL acusar a su compañero Rodrigo Plancarte de haber incluido a todos sus hijos a la póliza de seguro, sin importarle el “limitado presupuesto” del organismo.
“En el caso de Rodrigo (Plancarte), (él) tiene varias hijas mayores de edad también, que ya incluso no sé si ya una esté casada o no, pero incluyó a todos sus hijos (sic)”, mencionó Mijares Torres, quien agregó: “Entonces le dijimos ‘danos chance porque estamos sufriendo las consecuencias de un presupuesto muy limitado’”.
Sin embargo, el corto financiamiento público de la CTAINL tampoco impidió que el presidente comisionado le comprara a su hijo el plan de Póliza Plus 270 de la compañía Axa Seguros S.A de C.V., el segundo de mayor nivel hospitalario que contempla la aseguradora.
Pero ese no fue el único año en el que Mijares Cortés gozó de esos servicios patrocinados por la Comisión de Transparencia.
Un año atrás, de febrero de 2010 a febrero de 2011, Alejandro Gabriel le costó al organismo 13 mil 202 pesos y 74 centavos, por el mismo concepto, tal como se puede verificar en la póliza número 32584801 de la aseguradora.
Aunque el nombre del cliente no se puede observar en los documentos de la aseguradora, la fecha de nacimiento del beneficiario (15 de marzo de 1974) coincide con la edad del hijo del presidente comisionado.
En ese caso, el organismo desembolsó en dos años 28 mil 827 pesos y 17 centavos para garantizar la seguridad social del hijo del comisionado en una póliza independiente; sin embargo, en 2009 el vástago también salió beneficiado.
Y es que acorde a lo que se puede ver el apartado de Transparencia de la comisión, en ese año, la CTAINL pagó una póliza de 57 mil 715 pesos y 29 centavos para el presidente, su esposa e hijo, tal como lo reconoció el organismo en una solicitud de esta casa editora.
“Quiero que se me dé información sobre todos temas: 1).- A quién beneficia, además del licenciado Mijares Torres, otra póliza de seguros de gastos médicos mayores pagada por la CTAINL de febrero de 2009 por un total de 57 mil 715.29 pesos…”, se le cuestionó al organismo en una petición.
A lo que la CTAINL respondió el 30 de mayo de 2013: “En lo que respecta al inciso ‘1’ de su solicitud de información, se hace del conocimiento del peticionario que se trata de una inclusión a la póliza de gastos de seguros médicos de la esposa e hijo del licenciado Guillermo Carlos Mijares Torres”.
Sin laborar en el organismo Alejandro Gabriel Mijares Cortés gozó de los beneficios que el organismo brinda a los comisionados en materia de seguridad médica privada, por el simple hecho de ser el hijo del presidente de la CTAINL.
Sin laborar en la institución, Alejandro Gabriel Mijares Cortés gozó de los beneficios que el organismo brinda a los comisionados en materia de seguridad médica privada, por el simple hecho de ser el hijo del presidente de la CTAINL.
Actualmente, Gabriel Mijares labora en el programa de Microcréditos del Fidecomiso Fondo de Ayuda para la Creación y Consolidación del Empleo Productivo en el Estado de Nuevo León (FOCRECE), en donde aparece como coordinador Administrativo desde octubre de 2012 en la nómina de la dependencia, percibiendo un sueldo mensual de 22 mil 807 pesos antes de impuestos, el tercero más alto.
El joven ingresó a laborar justo cuando el personal de FOCRECE creció exponencialmente, pues de 23 empleados en nómina en septiembre de 2012 pasó a 56 un mes después, aumentando sobre todo los puestos de asesores y supervisores.
El área de Microcréditos, ubicada en Gonzalitos 292 Norte en la colonia Urdiales, apoya a ciudadanos que deseen abrir o ampliar un negocio.
El caso AMM Software
Tan oportuna como afortunada resultó la creación de la empresa AMM Software S.A de C.V, encargada de ofrecer todo tipo de servicios computacionales, ya que su fundación en octubre de 2008 coincidió con la llegada de Guillermo Mijares Torres a la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León.
El 4 de julio de 2008 el titular de la Notaría Pública número 50, José Juan Serna Ibarra, envió el acta constitutiva de la compañía al Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Nuevo León con el objeto de otorgar un contrato de sociedad mercantil a Artemio Gregorio Castro Caldera y Juan Alberto Castro Caldera, el cual quedó constituido tres meses después.
Desde entonces la empresa ha recibido de la Comisión 199 mil 359.85 pesos en pagos por “renta de equipo de copiado para área común y jurídico”, “compra de toners para impresoras”, compra de cartuchos para impresoras”, “kit de mantenimiento Xerox”, “compra de cartuchos para área de administración” y demás conceptos, tal y como se pueden observar en las facturas emitidas por la dependencia, obtenidas a través de Transparencia.
Y aunque el monto no es superior al de la empresa ECG Asesores S.C. (exhibida en la edición anterior de Hora Cero), los métodos de cobro sí son similares.
AMM Software también corrió con la “suerte” de ECG Asesores, pues luego de constituirse ingresó a la lista de proveedores de la CTAINL, posiblemente su único cliente, dada la secuencia de sus facturas.
De mayo de 2012 a febrero de 2013 la empresa recibió cheques de la CTAINL para saldar las facturas 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 19, 20, 22, 24, 25, 26, 27 y 28, dando un total de 159 mil 144.04 pesos, pero la cifra aumenta hasta cerca de 200 mil pesos si se consulta la lista de pago a proveedores en el portal web de la comisión www.ctainl.org.mx.
El mayor pago se realizó el 15 de diciembre de 2012 cuando se costeó la compra de cartuchos para impresoras por un monto de 13 mil 473.40 pesos, concepto que se repite en al menos ocho facturas más de diferentes cantidades.
De acuerdo a las cláusulas transitorias del acta constitutiva, AMM Software S.A. de C.V., ubicada en Camino Pavorreales 624-1 en la Colonia San Jerónimo, tiene como únicos dueños a Artemio Gregorio Castro Caldera y Juan Alberto Castro Caldera, ambos originarios de Monclova, Coahuila, propietarios del 50 por ciento de las acciones cada uno.
NUEVA BÚSQUEDA
La dirección de la empresa AMM Software, al igual que ECG Asesores no corresponden a la dirección fiscal señalada por la misma dependencia, ya que en base a la documentación proporcionada por la Institución se intentó comprobar la existencia de dicha empresa, pero los resultados fueron negativos.
El pasado 9 de mayo se visitó la empresa AMM Software ubicada en Camino Pavorreales 624-1, en la Colonia San Jerónimo, según el domicilio expuesto en las facturas, pero en el lugar no se localizó dicha firma.
Al arribar al sitio señalado se detectó a simple vista que ahí no era una empresa. No se encontró logotipo que indicara tal situación.
Se tocó el timbre y aunque no salió nadie, una mujer de la tercera edad se asomó por la ventana. Durante le conversación con la persona, se le cuestionó si en ese lugar estaba AMM Software o lugar donde se presta servicios de mantenimiento a equipo de cómputo y respondió que no.
Se insistió, y al preguntarle si algunos de sus familiares prestaba ése servicio, reiteró que no, sólo se limitó a decir que era una casa- habitación y no un negocio. En el mismo domicilio se tiene acceso independiente al segundo piso, por lo que se pulsó el timbre pero no se obtuvo resultado alguno. El inmueble es de color beige con vistas en color café. Desde el exterior se observaban las persianas que protegían las ventanas, mientras que el acceso de la puerta principal era resguardado por una reja.