Mantenerse arriba de la barrera de los 50 puntos, dos semanas antes de las elecciones, es algo que pocos candidatos pueden lograr y un indicativo que los pone como favoritos para ganar.
Tal es el caso de la panista Margarita Arellanes en Monterrey, donde cierra con 51.4 por ciento de las preferencias de los regiomontanos, contra 30.6 de Felipe Enríquez, del PRI.
En abril, cuando los partidos dieron a conocer los nombres de los candidatos, Arellanes Cervantes arrancó con un 32.6 por ciento que apenas era seis puntos arriba del abanderado priista.
Con un mes de campaña, a finales de mayo, ella alcanzó el pico máximo de popularidad con un 57 por ciento en la encuesta de Hora Cero, contra 24.4 de Felipe Enríquez.
Ahora, a dos semanas de ir a las urnas, las cantidades se han ajustado un poco, pero mantienen una ventaja de casi 21 puntos en favor de la albiazul.
El voto de la gente en Monterrey se está cruzando, es decir, pueden votar por el PRI para presidente y senador, pero mucho de ellos escogen a la candidata del PAN como alcaldesa.
Casi nunca pasa al revés, que escojan a Vázquez Mota y al candidato del PRI a la alcaldía.
Llama la atención que después del segundo debate de los presidenciables, Enrique Peña Nieto se despegó de sus rivales en Monterrey obteniendo 36.8 de los votos, cuando hace un mes estaba en empate con López Obrador con 27.4.
El lunes 11 de junio, en decenas de puentes peatonales aparecieron mantas propagandísticas de Peña Nieto afirmando que ganó el debate realizado en Guadalajara, Jalisco.
Los otros candidatos no lo hicieron.
Josefina Vázquez Mota, quien hace un mes en Monterrey tenía 29.8 por ciento, cayó hasta el tercer lugar con 24.2 por ciento. Andrés Manuel López Obrador queda con 24.4 contra 27.4 que tenía hace 30 días.
Donde no hay duda sobre las preferencias es en el duelo al Senado, donde el PRI (Marcela Guerra e Ivone Álvarez) arrasa con 50.2 por ciento contra 19.8 de los panistas Raúl Gracia y Alejandra Sada.
Es sobresaliente que en un municipio grande como Monterrey, donde el PRI adelanta en la votación para presidentes y senadores, una candidata panista alcance los 50 puntos porcentuales.
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