Un video casero que muestra a un chimpancé encerrado en una jaula ubicada en la azotea de un edificio, llegó a la redacción de Hora Cero hace algunos días y con él, el reclamo de un indignado ciudadano que observó cómo el animal soportaba temperaturas de 40 grados centígrados.
La persona, huésped de un hotel de la zona centro, explicó que se trata del negocio llamado “La Jungla de Timo”, ubicado en la calle Morelos y las imágenes fueron captadas a finales de abril de 2011.
La molestia fue clara: ¿cómo era posible que un animal estuviera a la intemperie bajo el sofocante calor? recordando que el mes anterior fue considerado como el abril más caluroso en la historia de Nuevo León, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional del Agua.
INICIA EL DEBATE
Aunque no se interpuso una denuncia oficial ante el organismo correspondiente, que es la delegación en Nuevo León de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de hecho existen quejas anteriores.
De acuerdo al delegado en Nuevo León de la Profepa, Francisco Luis Treviño Cabello, en 2009 una denuncia, con un acumulado de 25 quejas más, fue interpuesta ante la procuraduría por el mismo motivo, por lo que se requirió de una inspección minuciosa del negocio.
“Nosotros atendimos una denuncia en el 2009, por la preocupación ciudadana de que hay un chimpancé arriba del techo de la Jungla de Timo, el nombre científico es -Pan Troglodytes-, y entonces nosotros hicimos una visita de inspección”, indicó el delegado.
Sin embargo, de acuerdo a Treviño Cabello, esa primera inspección arrojó resultados que contradijeron la percepción ciudadana. En realidad, las instalaciones del local contaban con las adecuaciones necesarias para garantizar el bienestar no sólo del chimpancé, sino también del resto de los animales en el lugar.
“Ya hemos hecho una visita y se tomaron fotografías, el chimpancé cuando se visitó estaba en muy buenas condiciones, entonces ya nosotros también salimos de la duda, la verdad es que el chimpancé sube y baja a tomar el sol las veces que quiere. Con la inspección descubrimos que la jaula se divide en dos partes: una parte inferior, en una área climatizada al interior de la tienda, que tiene una medida de 15 metros de largo por 7 de ancho y está climatizada; y la parte exterior es una jaula de 25 metros de largo por 16 de ancho”, indicó Treviño Cabello.
LA OTRA VERSIÓN
No obstante, algunas organizaciones protectoras de los animales no comparte esta resolución, ya que mencionan que se trata de especímenes silvestres que necesitan de su hábitat natural, misma que no se obtiene en cautiverio por más adecuaciones que se le hagan al lugar, tal y como mencionó Adriana Martínez, presidenta de Fundación Luca A.C.
“Nuestra relación con los animales siempre lleva un tinte de desconocimiento e irresponsabilidad porque no conocemos las características y las necesidades de la mayoría de los animales y este desconocimiento lleva a un maltrato”, dijo.
“El ver a un animal así, a un primate, que es un animal silvestre, que ellos viven en las junglas y en las áreas tropicales, en donde tienen una vegetación a su alcance que los protege del sol, que les da un hábitat adecuado, una subsistencia y una libertad, bueno pues esas son las condiciones ideales”, comentó la presidenta de Luca.
La visita que realizó la Profepa en 2009 a la Jungla de Timo demostró que la jaula en la que se apreció al chimpancé es amplia y como atestiguan fotografías cuenta con una abertura de entrada y salida, así como con una cuerda para que el ejemplar pueda subir y bajar de la azotea las veces que quiera, quedando demostrado que aunque esté en cautiverio cuenta con las herramientas necesarias para su desarrollo.
Pero Adriana Martínez, la presidenta por cuatro años de Fundación Luca, no está tan segura de esta opinión, pues mencionó que dichas condiciones denominadas propicias pueden ser engañosas, ya que aunque parecen justas para el ojo humano no lo son así para el animal.
“Realmente esas condiciones propicias vienen siendo para los ojos humanos. Es como aquel zoológico que lo ponen muy bonito, que queda agradable a la vista de los humanos y ya nosotros con eso creemos que están bien. Nunca un animal de este tipo en cautiverio va a tener las condiciones adecuadas para su desarrollo físico, mental y emocional. No creemos que exista este mundo fantástico, es una utopía, los animales no pueden sacarse de su hábitat, definitivamente. A veces, estas adecuaciones son agradables a los ojos humanos, pero no cumplen con las necesidades y requerimientos de una especie por más bonito que se vea”, comentó Martínez.
Y a pesar de que los resultados de la inspección que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realizó a los animales que se comercializan en la Jungla de Timo indicaron que ninguno contaba con señas de maltrato como laceraciones o golpes, Adriana Martínez mencionó que el bienestar de los ejemplares va más allá de la salud física.
“Que el animal esté bien físicamente, no significa que esté bien emocionalmente. Cualquier animal en un cautiverio está sufriendo un estrés. Definitivamente es muy difícil detectar que un animal esté bien porque su componente emocional es algo que está interno, a veces no lo pueden exteriorizar, pero todos deben de vivir con un estrés interno constante y luego eso ya queda evidente en algunas enfermedades, en comportamiento agresivo o en depresión”, recalcó.
Por tal motivo, y aunque en una primera ocasión no se sancionó a La Jungla de Timo, debido a que se comprobó que no existía maltrato animal, la Profepa no descartó la posibilidad de realizar nuevamente una inspección al local para verificar que efectivamente no se estén cometiendo irregularidades en contra de los animales.
Ya sea por obligación o voluntad propia, durante los días en los que la entidad fue cubierta por una ola de extremo calor, en la azotea de la Jungla de Timo un chimpancé columpiaba su cuerpo entre las rejas de una solitaria jaula, situación que algunos ciudadanos consideraron irresponsable por parte del negocio y por lo que decidieron grabar evidencia para que las autoridades competentes despejen esta duda y den a conocer cuáles fueron los verdaderos motivos.
BUSCAN NUEVA LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL
Y mientras se concreta qué fue lo que realmente sucedió en la Jungla de Timo, diferentes organizaciones en pro de los animales buscan que se apruebe en el estado un nuevo reglamento denominado “Ley de protección y Bienestar animal para Nuevo León”, que entre otros objetivos tiene: la prohibición de peleas de gallos, de perros, la prohibición de espectáculos con animales en circos, ferias, acuarios y similares, alto a la venta de la mayoría de los animales silvestres, entre otros,
“Una nueva ley que sanciona más el maltrato animal, lo regula y sanciona más. Estamos pidiendo no animales en circos. Estamos diciendo que no exista la muerte de toro, que no haya derramamiento de sangre en las corridas de toro, no peleas de gallos y no peleas de perros”, mencionó la presidenta de Fundación Luca AC, una de las asociaciones involucradas en el impulso de esta ley, que además pretende hacer entender a la sociedad que la violencia a los animales está íntimamente relacionada con la sociedad violenta en todos los sentidos.
Los impulsores de este reglamento buscan que la ley sea aprobada, pero además que la Subsecretaría de Protección del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Medio Ambiente del Gobierno de Nuevo León cumpla con su papel de hacer valer la ley, en el caso de que se llegara a aprobar.