Estudiantes universitarios, ciudadanos y activistas se reunieron el 24 de marzo en la Macroplaza para protestar por la ola de inseguridad que azota a Nuevo León.
El gobierno no les permitió acercarse al palacio y para ello “cercó” el perímetro con vallas custodiadas por decenas de cadetes de la policía.
Sin embargo, la cobertura de los medios de comunicación permitió que el mensaje de los presentes llegara hasta el más lejano rincón del Estado.
“Yo vengo del DF. Vine a Monterrey por el miedo, pensando que esta era una ciudad segura, pero el miedo me alcanzó aquí también y la verdad me he dado cuenta que lo que más me da miedo es quedarme quieta. Tenemos que actuar para evitar que esto siga pasando.
“La ciudadanía ha empezado a activarse, a pensar que lo que le pasa a uno le puede pasar a todos.
“No han sido capaces de entender que la manera más fácil para que la sociedad pueda caminar es a través del diálogo.
“Ya basta de este juego de ruleta rusa en el que ya no es si te toca, sino cuándo te toca.
“La pregunta es ?cuántos más caídos se necesitan para que las autoridades hagan su trabajo?
“Yo soy madre de familia y les quiero decir que no permanezcamos pasivas en casa. Las mamás también tene-mos que hacer nuestra parte.
“Tenemos el país que merecemos. Hemos sido una sociedad tolerante, indiferente y ya basta.