
Ha pasado poco más de un mes desde que el impacto de una pipa terminó con la vida de Ernesto David Moreno Díaz y las interrogantes aún lastiman la vida de sus padres.
“¿Qué pasó con los responsables? y ¿en dónde están las pertenencias de mi hijo?” son algunas de las preguntas que conviven a diario con los padres del adolescente occiso.
El joven de apenas de 16 años de edad era el encargado de retirar las vallas del desfile navideño que se minutos antes se celebrara en la avenida Manuel Ordóñez de Santa Catarina cuando sorpresivamente la embestida de la pesada unidad acabó con su vida y de dos asistentes más el viernes 11 de diciembre de 2015.
Lo que debería de sellar el año con alegría se convirtió en el moño luctuoso que adornó algunos hogares regiomontanos en época navideña, como en el hogar de la familia Moreno Díaz.
Y es que en la morada que un día acogió a David, ubicado en la colonia Torres de Santo Domingo en San Nicolás, el trágico accidente enmudeció las fiestas decembrinas.
“Nada es igual desde que ya no está mi hijo”, señala con la mirada caída el señor Francisco Moreno, padre del menor.
David apenas tenía tres meses trabajando y se suponía que al finalizar su jornada regresaría a casa, pero no fue así. En su lugar, llegó una llamada que les arrebató el aliento: David murió en un accidente de tránsito.
El encargado de dar la mala noticia fue un compañero de trabajo del adolescente, quien corrió con suerte aquella noche.
Tras recibir la noticia, los padres acudieron a Santa Catarina, en donde cuerpo de su hijo yacía tendido en la avenida Manuel Ordóñez.
Cubierto por una sábana, los padres del menor reconocieron a su hijo, gracias a la ropa que portaba, ya que estaba lastimado de su rostro.
Esa noche fue imposible reclamar el cuerpo del menor, a pesar del apoyo que las autoridades del Municipio ofrecieron.
“Sí, se acercó gente del municipio para apoyarnos. No era el alcalde, pero era gente que él había mandado.
“El Municipio nos apoyó con el destape de la fosa y la carroza”, indicó el padre del menor.
La autopsia reveló que David murió por contusión en el cerebro, en el tórax y en el estómago, pero lo que hasta el momento no han podido explicar es ¿quién fue el culpable del accidente? y ¿qué pasó con las pertenencias de David?
Y es que ha pasado más de un mes y hasta la fecha el celular, la ropa y los zapatos siguen sin aparecer ni en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) ni en la Procuraduría.
Los padres del adolescente ha pedido a las autoridades que les entreguen las últimas prendas que usó su hijo, así como el celular que guardaba sus recuerdos en fotografías, pero no han recibido nada.
“Ya estuvimos hablando con el Semefo y de ahí nos mandaron a la Procuraduría a donde fuimos a recoger el anillo y así se la llevaron. Era como que todos se pasaban la bolita”, dijo la madre del menor.
Lo único que han podido recuperar es un anillo de David.
La otra interrogante que aqueja a los familiares del adolescente es saber qué pasó con los culpables.
Y es que desde el acontecimiento, las teorías han sobrado en torno al caso, pero ninguna versión oficial ha salido a callarlas.
“Dicen que el conductor venía drogado o también dicen que habían secuestrado el tráiler y que por eso el chofer venía en la parte de atrás muerto.
“Se dicen muchas cosas, pero hasta ahorita no sabemos nada”, expresó don Francisco Moreno.
El grito de justicia hace eco en las paredes del silencio hogar de la familia Moreno Díaz.
En la casa se respira tristeza, a pesar de la forzada sonrisa que los padres de David quieren proyectarle a su otra hija de tan sólo 9 años.
Saben que la tranquilidad no se las dará el resultado de una investigación, pero creen que amortiguará su dolor.
Mientras tanto, los restos del joven descansan en el Panteón de Los Ángeles, en donde con frecuencia, amigos, familiares y vecinos, acuden a recordar a David.