Una agencia desarticulada, poco beneficiada por el presupuesto estatal y personal al que nunca se le motivó para superarse fue con lo que se topó Jorge Longoria al asumir como director de la ahora llamada Agencia Estatal del Transporte y Vialidad.
Ahora, el titular afirmó que se le ha dado un giro de 180 grados a la dependencia, para beneficiar al usuario del transporte público.
“De ser antes una agencia meramente de gestoría y pleitos y solamente de persecución de fierros y de placas, hoy queremos ser una agencia que esté enfocada al beneficio y la seguridad y el confort del usuario”, afirmó.
Pese a la falta de personal y presupuesto, la agencia ya está operando de forma distinta, pues tiene múltiples retos por afrontar, como el problema de las rutas urbanas, con los taxistas, y el área de ingeniería vial.
“Es acuerdo con todos, hoy la agencia no viene a imponer, viene a convencer y acordar con todo el mundo el beneficio para el usuario. En ese sentido no tenemos por qué salir con pleitos. Hoy estamos haciendo un enorme esfuerzo de conciliar, de convocar”, precisó el funcionario.
Longoria puntualizó que todo el trabajo que hacen es para que la gente sienta que realmente se está haciendo algo por ellos.
RUTAS URBANAS
CASTIGAN AL USUARIO
“Para obtener resultados distintos, hay que hacer las cosas distinto; y si hoy queremos reestructurar los transportes urbanos sobre las mismas vialidades que existen, el resultado va a ser exactamente el mismo”, mencionó Longoria.
El concepto de “Vialidad” en el nuevo nombre de la agencia, es para considerar que el transporte público no es ajeno a la estructura de la ciudad y tratar de poner orden a las rutas.
“Con esto podemos dar un servicio a los municipios y a los particulares, podemos brindar servicios de oficiar estudios de impacto vial zonal, podemos también ayudar a las rutas urbanas a planear mejor los trayectos”.
Esta nueva visión de la agencia es porque se considera que “la ruta urbana no inicia cuando empieza a rodar en la calle, la ruta urbana inicia a partir de que la persona sale de su casa, cómo llega al paradero y a qué distancia está y al momento que pone el pie arriba del camión debe llegar segura a su destino”.
Para el titular de la dependencia, la gente es muy maltratada por el servicio que brinda el transporte público.
Destacó el caso del municipio de García, donde los usuarios esperaban hasta una hora y media a que llegara su ruta, y al abordar encontraban la unidad llena, lo que calificó de una “injusticia y falta de sensibilidad humana” que no se puede permitir.
Bajo esta premisa se implementó el programa piloto de “Tres cada Tres” en las rutas que no se dan abasto y representan “focos rojos”.
“Le hicimos comprender a los transportistas que (el usuario) tiene derecho a un pasaje sentado, es como si compraran un boleto de avión y le tocó ir de pie, no es posible”.
Gracias a este proyecto, explicó Longoria, “si hay 150 personas esperando, si pongo tres camiones se acabó el problema. ‘Tres cada tres’ fue la solución para abatir la cola, ahora nada más se acumulan 10 o 15 (personas), si hay más, es porque el camión está a punto de llegar; más de 10 minutos no están esperando”.
El programa comenzó en García y ya se expandió en los municipios de Juárez, Escobedo, Apodaca y Santa Catarina, además de dos puntos: Exposición, en Guadalupe y la Alameda, en Monterrey.
Además de ayudar a los usuarios a mejorar su experiencia en el transporte público, el programa ha servido para detectar unidades en malas condiciones, por ejemplo mal tipo de sillas, de llantas y perforaciones en el techo.
Las unidades que no cumplan con las normas establecidas en las concesiones serán sacadas de circulación hasta que sus problemas se corrijan.
Pero para no castigar a los transportistas, se acordó remolcarlas a sus patios con un sello de fuera de circulación. Una vez arreglados los problemas, un inspector acudirá a las instalaciones de la ruta para verificar la unidad, retirar el sello y así agilizar el retorno del camión a las calles.
“Antes por cualquier motivo lo enganchaba una grúa y eso implicaba a ellos un costo mayor, aparte el traslado, el tiempo que estuviera ahí la unidad y que rentaran otra grúa para llevarla a reparar, era mucho costo”, indicó.
Sobre un posible aumento de las tarifas del transporte el próximo año, indicó que eso le compete al Consejo Estatal del Transporte y Vialidad, pero a la AET le toca participar como el ente regulador, y para poder considerarlo, primero se debe hacer un cambio entre los miembros del consejo.
Taxis de primer mundo
Lo que la Agencia Estatal del Transporte sí planea aumentar en el 2016 es la tarifa de los taxis.
El director de la dependencia argumentó que se deben actualizar las tarifas del taxímetro porque desde el año 2012 no se ha aumentado ni el banderazo ni kilómetro recorrido.
“Necesariamente se va a tener que hacer (el aumento), porque la gente hoy sabe que todos los taxistas, de acuerdo a estadísticas que nos trajo la Sociedad de Taxímetros, de cada 10 taxis con taxímetro, ocho lo traen alterado y ¿por qué lo traen alterado? Porque simple y sencillamente no es rentable”.
Indicó que debido a la fuerte competencia que representan los servicios como Uber y Cabify, de quienes su regulación está en manos del Congreso del Estado, el vehículo de alquiler regular es más castigado.
“Tenemos que pensar en el taxista como la persona que es: un microempresario que quiere vivir de su negocio y quiere hacer las cosas bien. Hay que entenderlo, también hay que escucharlo”, señaló.
Para poder aplicar el aumento los taxistas tendrán que cumplir con el mejoramiento de sus unidades.
“Si la unidad es nueva, o si tiene mejor condición, mayor seguridad y se tiene identificado al conductor, sí; pero ese tipo de taxis que son chatarra no”, advirtió.
El titular de la dependencia informó que aunado a este aumento, la agencia contempla la creación de una aplicación para smartphones.
“Una aplicación que regule a las aplicaciones, para que cada persona que tenga un teléfono inteligente pueda realmente tomar su decisión, en dónde está ubicada, dónde viene la unidad que espera, quién es el que va a pasar por ella y que pueda también avisar su destino y ver el tiempo que le va a tomar, además de ser un taxímetro inteligente”, detalló.
Aseveró que les tomará algún tiempo implementarlo, pero se espera que se extienda hasta en los camiones urbanos.
Longoria señaló que se replicará una aplicación que fue creada en Holanda y cuyo costo fue de 20 millones de dólares, pues es más robusta y permite mayor capacidad en comparación con otras.
Sin dar más detalles, informó que se establecería un convenio con la creadora para que no le cueste ni a la agencia, ni al taxista o transportista.
El único costo con el que tendrían que correr los involucrados, es el pago del internet para estar conectados con el servicio.
Además, para brindar los servicios de la app, a todos los vehículos de alquiler y unidades de ruta se les instalaría un dispositivo que cuenta con GPS el cual, de acuerdo a Longoria, es usado en todos los taxis de Nueva York.
“Este dispositivo va conectado hacia el taxímetro y va a permitir si alguien altera su taxímetro o si alguien se sale del perímetro donde debe estar funcionando. Esto va a permitir monitorearlos en tiempo real y si la unidad está siendo algo indebido, podemos cortarle el suministro de la gasolina y que se quede parada la unidad”, explicó.
La nueva tecnología en los taxis de Nuevo León forma parte de la nueva imagen que se busca darle a este servicio y tardaría aproximadamente un año en implementarse debido al costo que genera.
El director de la AET afirmó que esto forma parte de una nueva imagen que se le dará a los taxis de Nuevo León, y solamente a los que tienen la capacidad de responder a las demandas se les va a apoyar.
“Los que lo utilicen para sus ‘bailes’, que trabaja sucio, que utiliza su vehículo para delinquir, van a quedar fuera, la fiesta se les acabó”, advirtió.
“Queremos tener un taxi de primer mundo y no estamos lejos de llegar ahí”, aseguró Longoria.