
La diferencia entre la actual Cruz Roja delegación Nuevo León con la que hace 100 años surgió es inmensa; sin embargo, comparada con lo que quisieran crecer, aún hay distancia.
Javier Benítez Gómez, presidente de la Cruz Roja delegación Monterrey, admitió que aunque tienen cobertura en toda el área metropolitana y algunos municipios rurales, aún hay localidades a donde les gustaría llegar.
“En aquel entonces no era nada, ahorita estamos al infinito, lo que le puedo decir es que el presupuesto de la Cruz Roja hace seis años era de 22 millones de pesos y ahorita es de 62 millones de pesos, eso es lo que hemos crecido”, dijo.
Municipios como Marín, Agualeguas, China, Bravo y Cadereyta, son algunos de los que les falta cubrir.
Los inicios de la Cruz Roja se remontan al año de 1909, incluso, el primer servicio de este organismo a nivel nacional fue para Monterrey, luego de que una inundación aquejara a sus habitantes tras el impacto de dos ciclones seguidos.
Un grupo de señoras encabezadas por doña Lucita Cossío de González partieron de la ciudad de México en un tren proporcionado por el general Porfirio Díaz, además de ellas la Cruz Roja Americana también acudió a prestar su ayuda.
Después de seis meses de ayuda en nuestra ciudad, se dieron cuenta de lo que significó ese movimiento, por lo cual unos meses después el entonces Presidente de la República General Porfirio Díaz, decretó la creación de la Cruz Roja Mexicana.
Aunque ha sido complicado crecer al ritmo de la ciudad, Benítez Gómez comparte que les gustaría duplicar los puestos de auxilio, sobre todo en áreas rurales; aunque subrayó que para hacerlo se requiere de un esfuerzo tripartito que en ocasiones es complicado concretar.
“Muchos presidentes municipales creen que la Cruz Roja tiene recursos ilimitados y va, se pone y ya, pero se necesita hacer una labor conjunta. Lo que estamos buscando es que ellos nos den un lugar, nosotros le ponemos equipamiento médico, ambulancias, entrenamos la gente, preferimos gente de allá mismo, le pedimos al municipio que el doctor del municipio sea el mismo que el de la Cruz Roja, al ser gente de ellos mismos les pedimos una participación en los salarios.
“También le estamos pidieron a Desarrollo Social del estado que le dé a través de la Cruz Roja un donativo mensual a los municipios para que puedan ayudarse con los gastos”, señaló.
Aunque siempre están listos para prestar la ayuda requerida, el presidente de la Cruz Roja delegación nuevo León reconoce que en ocasiones dejan de cubrir algún turno, más que por falta de personal, por la dificultad para otorgar los sueldos.
El contador público de profesión reconoce que de manera esporádica el gobierno estatal o municipal colabora con la causa, al otorgarles ambulancias o algún área donde establecerse.
En tanto, uno de los proyectos a corto plazo de manera conjunta con el gobierno federal es la modernización de la escuela de Enfermería, misma que con estos cambios estará en posibilidades de ofrecer el grado de licenciatura.
“La gente es la que paga casi todo, por eso siempre he dicho yo que la Cruz Roja es del pueblo y para el pueblo, por que son los que vienen pagando, pero a la hora de la colecta le entran todos y es una buena ayuda, alrededor de 10 u 11 millones de pesos al año”, comentó de manera sonriente.
DESPUÉS DE LA TORMENTA
Aunque la especialidad de la Cruz Roja son los desastres, la labor de esta institución sigue después del paso de la contingencia. Entrega de víveres a quien aún lo necesita, así como coadyuvar con el censo de quienes lo perdieron todo.
“Amén de otras cosas que hacemos, el personal también se va a hacer evaluaciones de las casas que no fueron cesadas por Sedesol para entrar en su programa, no sólo por la Cruz Roja sino también por el patronato Reconstruyamos Nuevo León”, dijo.
Cabe mencionar que dicho patronato del cual él también forma parte, se integró a fin de recolectar los recursos de la beneficencia privada, es decir, aquellos que no quieren dar sus aportaciones a gobierno.
Aunque Reconstruyamos Nuevo León es una institución paralela, coordina sus trabajos con el gobierno, a fin de no duplicar apoyos y poder tener una mayor cobertura.
A poco más de un mes de haber azotado el huracán Álex la región, las toneladas de apoyo aún siguen llegando a las instalaciones de la Cruz Roja, incluso, subrayó que estas superaron por mucho las mil 500 toneladas para Haití al llegar a las 2 mil.
Luego del fenómeno meteorológico la contingencia pasa para la gran mayoría de los habitantes de Nuevo León, aunque quienes laboran al interior de la Cruz Roja siguen apretando el paso para detectar a quienes aún necesita ayuda y alistarse para cualquier futura contingencia.